Las sanciones económicas que desataron Estados Unidos, la Unión Europea y otros países en respuesta a la invasión de Ucrania tienen al sistema financiero al borde del colapso. Tan es así que el banco central de ese país tuvo que recurrir a una medida como la que rige en la Argentina desde 2019 para intentar limitar las compras de divisas. Se impuso una comisión del 30% a las compras de moneda extranjera en un intento por sostener al rublo ruso.
El banco central de la Federación Rusa ordenó a todos los corredores de bolsa que cobren al menos un 30% de comisión cuando ejecuten operaciones de compra de divisas como el dólar, el euro y la libra esterlina solicitadas por particulares.
La instrucción está en vigor hasta nuevo aviso.
“La comisión del 30% que los corredores deben cobrar a los particulares cuando compran divisas en el mercado de divisas se impone para igualar las condiciones de los bancos y los corredores, ya que los bancos pueden utilizar el diferencial entre los tipos de compra y venta de la divisa”, explicó el Banco Central.
La medida llega luego de que el rublo se devaluara en torno al 38% en el año, la mayor parte de esa caída inmediatamente después de la invasión. La devaluación de la moneda rusa causada por el conflicto se vio agravada por las sanciones occidentales.
Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y hasta Suiza se comprometieron a imponer “medidas restrictivas” que impidan al Banco Central de Rusia desplegar sus reservas internacionales de forma que socaven el impacto de las sanciones. Las medidas paralizaron los activos del banco central ruso y congelaron sus transacciones, haciendo imposible la liquidación de sus activos y facilitando así una fuerte devaluación del rublo ruso.
EEUU también impuso sanciones al Fondo de Inversión Directa de Rusia, de propiedad estatal, calificándolo de “conocido fondo de compensación” para el líder ruso Vladimir Putin y su círculo íntimo.
La titular del banco, Elvira Nabiullina, admitió que las sanciones le impidieron poder vender sus divisas para intentar sostener al rublo. Ante las sanciones, el banco central ruso introdujo entonces algunos controles de capitales para limitar la cantidad de dinero que puede salir del país.
La comisión sobre las compras de divisas, impuesta hoy, es un paso más en dirección a endurecer los controles de cambio en el país. Y se da en medio de repetidas escenas de largas colas en cajeros automáticos y bancos rusos repletos de ahorristas que intentan retirar sus ahorros a toda velocidad para protegerlos de la devaluación y refugiarlos en moneda dura.
Toda vía de salida de los bancos está siendo utilizada: datos de Kaiko, un proveedor de investigación de criptodivisas con sede en París, muestran que el volumen de bitcoins denominados en rublos aumentó hasta casi 1.500 millones de rublos el jueves, alcanzando su nivel más alto desde mayo.
Impuesto PAIS
La comisión que decidió el banco central de la Fedración Rusia no es propiamente un impuesto, pero recarga las compras de divisas de una manera similar a la del Impuesto PAIS que rige en la Argentina. Desde diciembre de 2019 el Gobierno impuso por Ley un impuesto del 30% a toda compra de moneda extranjera por parte de particulares con fines de atesoramiento o consumo, por ejemplo con tarjetas de crédito.
Más tarde, en septiembre de 2020 y ante las persistentes tensiones cambiarias, se extendió el recargo. La AFIP impuso una retención del 35% a cuenta de futuros pagos del Impuesto a las Ganancias y el Impuesto a los Bienes Personales. El extra, entonces, pasó a ser del 65% aunque dado que es un adelanto de impuestos los afectados pueden descargar esos montos de pagos posteriores o, en el caso de que no estén sujetos ni a Ganancias ni a Bienes Personales, percibir el reintegro en el siguiente año fiscal.
SEGUIR LEYENDO: