
El Banco Central tiene salir a auxiliar al Tesoro para hacer frente al elevado déficit fiscal de diciembre. En lo que va del mes, ya emitió $ 200.000 millones a través del giro de utilidades contables. Y los economistas privados estiman que precisará volcar una cifra similar hasta fin de año porque las cuentas no cierran por ningún lado. La preocupación es que esos pesos deberán ser rápidamente esterilizados por la propia institución a partir de fines de enero y especialmente de febrero, para amortiguar el impacto sobre los precios y el tipo de cambio.
La expansión de dinero para financiar el rojo fiscal no es sorpresiva, porque se sabía que el agujero de las cuentas públicas en esta época del año aumenta en forma sustancial. El ministro de Economía, Martín Guzmán, había indicado que el BCRA dejaría de financiar al Tesoro a través del mecanismo de adelantos transitorios. Pero fue una aclaración poco tranquilizadora, porque la otra “canilla” de emisión siguió abierta, vía giro de utilidades. En términos de emisión monetaria es exactamente lo mismo.
La cantidad de pesos emitida implica una expansión de un sexto de la base monetaria en sólo un mes. El interrogante es cómo hará el titular del BCRA, Miguel Pesce, para absorber estos pesos excedentes para evitar esa presión cambiaria. En el cortísimo plazo no habrá mayores inconvenientes, porque también crece por motivos estacionales la demanda de pesos, tanto para hacer frente al pago del medio aguinaldo, como para las fiestas y las vacaciones.
Pero esta situación cambia a partir de fines de enero y especialmente en febrero. En ese momento, el BCRA deberá ingeniárselas para retirar buena parte de esos pesos del mercado. La tarea no será sencilla. Según el economista Gabriel Zelpo, “no hay espacio para emitir Leliq. Son instrumentos en pesos a tasa fija y por debajo de la inflación. Por eso, el Tesoro salió con bonos ajustados por dólar y por inflación”.
En la misma dirección, Adrián Yarde Buller, economista jefe de Grupo SBS, indicó que “los inversores sólo están demandando deuda en pesos indexada, mientras que Leliq y Badlar tienen tasas negativas, lejos de cubrir la inflación o devaluación esperada”.
Por otra parte, el BCRA utilizó también la venta de dólares de los últimos meses como un instrumento relevante a la hora de absorber pesos. Sólo por esta vía esterilizó más de $ 500.000 millones en 2020. Sin embargo, ahora el mercado cambiario se equilibró, por lo que se trata de una opción que no estaría disponible.
Una salida que parece inevitable es seguir aumentando la tasa de Leliq y de pases pasivos para capturar la mayor cantidad de pesos posibles antes de que se empiece a sentir la presión sobre el mercado cambiario.
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