El gobierno explicó a los gobernadores por qué les dará títulos en dólares a los inversores extranjeros que tienen bonos en pesos

En un documento de tono técnico, busca responder a críticas como la del ex ministro Lavagna. Dice que esos inversores “disruptivos” son una “espada de Damocles” para el mercado de capitales en pesos y que ya perdieron USD 17.000 millones

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El presidente, en el acto del 9 de Julio, presentando en modo "virtual" a los gobernadores
El presidente, en el acto del 9 de Julio, presentando en modo "virtual" a los gobernadores

El gobierno nacional distribuyó entre los gobernadores provinciales un documento para explicar su estrategia de crear un mercado local de capitales en pesos y justificar un trato especial a los inversores extranjeros con títulos en pesos que les permita “una salida ordenada” y evite que interfieran con el mercado local de financiamiento. El texto, de cuatro carillas, busca responder a posiciones como la del exministro de Economía, Roberto Lavagna, que criticó la posibilidad que les dio el gobierno a fondos extranjeros, como Pimco, de liquidar sus títulos en pesos a cambio de bonos en dólares.

El documento se titula “Estrategia de las Licitaciones de Títulos en Dólares integrables con Títulos en Pesos para normalizar el Mercado de Deuda Pública en Moneda Nacional”, dice que el objetivo es “el desarrollo de un mercado de capitales doméstico y la soberanía monetaria” y es una fuerte crítica al manejo financiero del gobierno de Mauricio Macri, al que culpa de haber alentado el ingreso de inversores extranjeros que –dice- “no llegaron al país para financiar proyectos productivos de mediano y largo plazo y tampoco por confiar en nuestra moneda, sino por las tasas de interés insostenibles que fijaron las autoridades económicas del gobierno anterior, lo que alentó las operaciones de carry trade, que implican la búsqueda de tasas extraordinarias de retorno en moneda local en el corto plazo para luego convertir las mismas en moneda extranjera”.

El gobierno describe esa “herencia” precisando que al asumir el financiamiento estaba cerrado y había una fuerte concentración de vencimientos: “A lo largo del año 2020, las obligaciones en pesos con inversores privados eran de $1,15 billones, de los cuales el 74% tenían lugar en el primer semestre …. éste mercado estaba totalmente ilíquido, con títulos que cotizaban en torno al 35%-40% de paridad”, señala un pasaje. Y ante este panorama se buscó “normalizar la curva de rendimiento en pesos” lo que exige “recuperar la confianza en nuestra moneda” y reconstruir “un mercado financiero local”.

El documento incluye una fuerte crítica al manejo financiero de funcionarios como Sturzenegger, Dujovne y Caputo, en la foto junto al jefe de Gabiente del gobierno de Macri, Marcos Peña
El documento incluye una fuerte crítica al manejo financiero de funcionarios como Sturzenegger, Dujovne y Caputo, en la foto junto al jefe de Gabiente del gobierno de Macri, Marcos Peña

Sin ese mercado, justifica el documento, el gobierno nacional tiene sólo dos vías para cubrir sus necesidades de financiamiento: endeudarse en divisas o emitir pesos. El primer canal, explica, “aumenta las vulnerabilidades del país” y deriva en crisis externas, en tanto que el segundo “ha desestabilizado los precios relativos relevantes, generando presiones inflacionarias”.

“Un estrecho despeñadero”

Aunque describe una herencia sumamente compleja, el documento dice que la estrategia de licitaciones y canjes de títulos en pesos le permitió al gobierno atravesar con éxito “un estrecho despeñadero” flanqueado por dos riesgos: una expansión monetaria excesiva o un nivel tal de iliquidez que forzara un nuevo reperfilamiento.

De ese modo Economía consiguió una “drástica reducción de las tasas de interés”, una ampliación de plazos y una “refinanciación adecuada” de vencimientos. Como ejemplo de “rotundo éxito”, cita que en la última licitación, el 7 de julio pasado, “vencieron $40.000 millones y se colocaron títulos públicos en pesos por un valor equivalente a $67.000 millones y que “en lo que va de julio” (el documento no tiene fecha, pero es muy reciente) se logró un financiamiento neto positivo de cerca de $36.000 millones “ofreciendo tasas de interés sostenibles y que brindan rendimientos reales positivos”.

En la última licitación, el 7 de julio pasado, vencieron $ 40.000 millones y se colocaron títulos públicos en pesos por un valor equivalente a 67.000 millones

Además, dice el documento, “las paridades de los títulos en pesos de corto y mediano plazo en el mercado secundario han convergido a las de emisión” algo “totalmente impensado para muchos que se mostraban escépticos cuando se planteó esta estrategia ni bien asumió la actual gestión económica”.

En su parte final, el documento justifica el ofrecer una salida distinta a los inversores extranjeros con “las posiciones más especulativas” en pesos. Estos inversores, dice, “representan una verdadera espada de Damocles para el proceso de normalización del mercado de deuda en moneda nacional” ya que –explica- “la amenaza de no renovar sus vencimientos en cada licitación aumenta el riesgo de caer o bien en la expansión monetaria excesiva con su impacto sobre los tipos de cambio implícitos en las operaciones de contado con liquidación o en un reperfilamiento que agrave la iliquidez de las empresas generada por la actual pandemia”.

El ministro Guzmán, exhibiendo cifras de una pantalla 
REUTERS/Agustin Marcarian
El ministro Guzmán, exhibiendo cifras de una pantalla REUTERS/Agustin Marcarian

Salida ordenada

La presencia de esos inversores, insiste el documento, “afecta negativamente las posibilidades y condiciones de financiamiento del sector privado en el mercado de deuda en moneda nacional” y requiere una “estrategia específica”. Por eso el gobierno propicia “la salida ordenada de estos inversores externos con comportamientos disruptivos” mediante “licitaciones programadas de instrumentos de deuda pública denominados en moneda extranjera, con idénticas características a los que se pondrán a disposición en el canje de deuda en dólares bajo ley local” para esos inversores “puedan utilizar sus tenencias de instrumentos en pesos como mecanismo de pago y suscripción”.

Esa posibilidad es lo que criticó Lavagna. En prevención de más observaciones así, el gobierno les dijo a los gobernadores que “de ningún modo la operación implica reconocer a los inversores especulativos las ganancias que vinieron a buscar con el carry trade” y que los han llevado “a pérdidas de hasta 70% en dólares” que el documento estima en 17.000 millones” de la moneda norteamericana.

Lo que el gobierno propone, cierra el documento, es “emitir un título en dólares para que inversores externos posicionados en instrumentos en moneda nacional con comportamientos no deseados para nuestros objetivos abandonen el mercado de deuda pública en pesos de forma ordenada” y permitan normalizar su funcionamiento, “que es el norte de la actual gestión económica”.

El tono técnico del documento tal vez no sea del agrado de los gobernadores, a los que el gobierno busca convencer con la posibilidad de un mercado en pesos que también les sirva a ellos y alivie la presión sobre las arcas del Tesoro nacional y, en definitiva, sobre el Banco Central.

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