Deuda: intensas gestiones del sector privado para que el gobierno de EEUU apoye a la Argentina en la renegociación

Las compañías norteamericanas con presencia en el país aceleraron el lobby para que la administración que lidera Donald Trump mantenga con el gobierno de Fernández las buenas relaciones que predominaron durante la etapa macrista

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Donald Trump y Alberto Fernández
Donald Trump y Alberto Fernández

Enviada especial a Washington - La rápida resolución de la renegociación de la deuda es uno de los mayores deseos de la comunidad empresaria, tanto local como internacional, de cara a la normalización de la economía argentina y el comienzo de una etapa de rebote y posterior crecimiento con inversión y proyectos de largo plazo. Un avance favorable en este sentido ayudaría a mejorar lo que comúnmente el mundo corporativo llama “clima de negocios”.

El gobierno de Alberto Fernández debe allanar el camino en materia de deuda con los acreedores privados y también con el Fondo Monetario Internacional, por lo que las gestiones que realice el gobierno norteamericano son clave. En este contexto, las compañías norteamericanas con presencia en el país aceleraron el lobby no sólo para que la administración que lidera Donald Trump mantenga con el gobierno de Fernández las buenas relaciones que predominaron durante la etapa macrista, sino que también buscan influenciar para lograr un apoyo al camino que debe encarar la Argentina en materia de renegociación de su deuda, y que debe cerrar entre este mes.

Si este objetivo se logra, y en los tiempos deseados por el ministro de Economía, Martín Guzmán, el gobierno tendrá dos o tres años de respiro para poder comenzar a crecer y luego empezar a pagar

En las compañías socias de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (Amcham), gran parte de las cuales son estadounidenses, predomina la visión de que el país hoy tiene una oportunidad de salir de la crisis en la que está inmerso, si logra resolver el problema de la deuda –que tanto el Gobierno y hasta el FMI consideran insostenible– durante el primer semestre. Si no, habrán sido dos años perdidos, dicen en algunas de esas empresas. Si este objetivo se logra, y en los tiempos deseados por el ministro de Economía, Martín Guzmán, el gobierno tendrá dos o tres años de respiro para poder comenzar a crecer y luego empezar a pagar.

En el marco de un viaje que organizó Amcham a Washington, y del que participa Infobae, lo que se percibe entre las corporaciones de origen norteamericano es que todavía hay muchos signos de interrogación en materia de rumbo económico del actual gobierno, que en gran parte dependen de cómo se resuelva el tema de la deuda y que son, por otro lado, definitorios para inversiones que puedan llegar en sectores con alto potencial, como el energético o el de economía del conocimiento, por ejemplo.

AmCham es la cámara que nuclea a las empresas de EEUU en el país (Nicolás Aboaf)
AmCham es la cámara que nuclea a las empresas de EEUU en el país (Nicolás Aboaf)

Pero también queda claro que la visión general es que la Argentina es un país con muchas oportunidades en un mundo más desglobalizado, con una potencia como China que claramente mostró sus vulnerabilidades con el coronavirus. Sostienen que el país tiene los recursos naturales, Brasil –que es su principal socio comercial– empieza a crecer y hay mayor prudencia fiscal, además de que hoy hay un tipo de cambio alto y las tarifas resueltas.

“En las decisiones del FMI, hay un rol importante del Tesoro de los Estados Unidos, pero el Tesoro se va a enfocar mucho en el plan económico de la Argentina”, señaló el analista para Latinoamérica del Wilson Center, Benjamin Gedan, en un diálogo realizado en la sede de la Cámara de Comercio norteamericana de esta ciudad. Consultado sobre si cree que el país tiene un plan, remarcó que no y que el propio gobierno argentino aseguró que sin un acuerdo con los bonistas no puede armarse. “Pero los acreedores dicen los contrario. Por eso, sería más sencillo empezar con el FMI, que para firmar un programa hará un análisis de la economía argentina muy exhaustivo”, agregó.

Lo que se percibe entre las corporaciones de origen norteamericano es que todavía hay muchos signos de interrogación en materia de rumbo económico del actual gobierno

Los tiempos son cortos. El cronograma que fijó Guzmán para presentar una oferta a los bonistas y lograr una aprobación del 75% es hasta el 31 de marzo. Antes de ese plazo, y ya con el agente de información elegido –Morrow Sodali–, el asesor financiero –Lazard– y los bancos colocadores –Bank of America y HSBC–, el equipo económico debe iniciar el road show para presentarle la oferta a los acreedores y lograr una aceptación casi total. ¿Llegarán? ¿Aceptarán los bonistas las condiciones que pretende imponer Guzmán a través de las entidades elegidas?

Vale recordar que el mandato que le dio el ministro de Economía a los bancos interesados en el negocio –entre los cuales estaban incluidos el Citibank, JP Morgan, UBS y Rothschild– fue que sondeen a los grandes fondos de inversión con títulos argentinos en torno a una oferta que contemple dos o tres años de gracia y una fuerte quita en los intereses en torno al 50%. Con la extensión de los plazos para todo –capital e intereses– y la reducción a la mitad de los cupones, se especula con que la quita final rondaría en torno al 30%.

El ministro de Economía argentino Martín Guzmán (REUTERS/Remo Casilli)
El ministro de Economía argentino Martín Guzmán (REUTERS/Remo Casilli)

El Gobierno tiene el absoluto respaldo del FMI en este sentido. Lo dijo el propio organismo en un comunicado, cuando hizo referencia a que la deuda argentina no es sustentable y que los acreedores privados deben hacer una “contribución apreciable”, es decir, aceptar cobrar menos.

Ante los riesgos de que los acreedores no acepten un recorte de esta naturaleza, una de las opciones que trascendió que se está barajando en las discusiones con el Fondo es que el organismo haga un último aporte de fondos bajo para poder reducir en parte la deuda con los privados y que acepten, a cambio, la extensión de los plazos, según trascendió de fuentes del sector financiero. En cuanto a los bonos que podrían ingresar al canje, algunas versiones hablan de todos, en tanto que otras fuentes aseguran que los títulos ya reestructurados, como el Par o el Discount, quedarían afuera y que, incluso, podrían emitir más de esos bonos en el canje.

Otra de las especulaciones que comenzó a circular en los últimos días, a partir de la sorpresa que generó la decisión oficial de contratar como agente colocador en los Estados Unidos a una entidad sin presencia en la Argentina, como es el Bank of America, es que éste a su vez subcontrate otros bancos.

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