La capacidad instalada de la industria bajó al 56,6%, el menor nivel desde 2002

Son datos de diciembre de 2018. La caída de la producción industrial, por las altas tasas y el menor consumo, elevó la capacidad ociosa a cifras de la crisis de 2001/2002

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Textil y automotriz, los sectores más afectados (REUTERS/Marcos Brindicci)
Textil y automotriz, los sectores más afectados (REUTERS/Marcos Brindicci)

En línea con el derrumbe del 14,7% interanual de la producción industrial en diciembre, la capacidad instalada bajó a 56,6% en el último mes del año, según informó el Indec.

La capacidad instalada que en los últimos dos años se mantuvo entre un 60% y un 67%, se desplomó al menor nivel desde julio de 2002, según los datos del Indec publicados en Hacienda, cuando la crisis de principio de siglo hizo escalar la capacidad ociosa de la industria, según las bases de datos de Indec.

"Indica que la actividad aún no tocó piso en noviembre y que diciembre aún va a mostrar una actividad contrayéndose", advirtió Guido Lorenzo, economista de la consultora LCG.

"Con esta metodología del INDEC que comenzó en 2016, es el peor dato mensual. De hecho, si utilizamos la metodología vieja del instituto, estos valores son compatibles con los del año 2002. Por lo tanto la magnitud del parate económico es grande", agregó.

Los bloques sectoriales más afectados por la caída de la producción son los productos del tabaco (56%), edición e impresión (48,9%), productos de caucho y plástico (47,2%), la industria metalmecánica excepto automotores (42,8%), productos textiles (32,3%) y la industria automotriz (25,6%).

En tanto, quedaron por encima del promedio en niveles de utilización de la capacidad instalada: refinación del petróleo (77,4%), industrias metálicas básicas (69,4%), papel y cartón (66,8%), sustancias y productos químicos (66,4%), productos minerales no metálicos (61,5%) y productos alimenticios y bebidas (58,9%).

"Las altas tasas de interés incentivaron una fuerte liquidación de inventarios durante el último trimestre del año pasado, al mismo tiempo que encarecieron el acceso al crédito; la depreciación del tipo de cambio elevó el precio de insumos y maquinarias, mientras que la caída de los salarios reales y el debilitamiento de la actividad económica en general siguió afectando la demanda interna", explicó un informe de Econviews.

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