Por segunda vez en lo poco que va del julio, las pizarras de YPF reflejaron un aumento de precios en las naftas. En este caso, la suba fue de 1% luego del ajuste de 5% a principio de semana. El incremento es el sexto en lo que va del año y se da en un contexto de cambio de mando en el Ministerio de Energía y un punto de inflexión en las ventas mayoristas.
Desde la empresa consignan que el ajuste de 1% en los productos está relacionado al último aumento en biocombustibles, aprobada el último lunes. Estos son materia prima con la que se corta la nafta y el gasoil, aumentando los costos de producción.
La suba que se había discutido en teoría de 3% fue considerada insuficiente por las petroleras por el retraso que aún existía en los precios frente a la devaluación frente al dólar, resultando en el aumento de 5% que se terminó concretando.
Con los ajustes efectivos a partir de las cero horas de este sábado, los precios de los surtidores en Capital Federal acumulan un 18% de aumento en lo que va del año.
De esa forma, el litro de nafta súper pasó a $28,11; la premium a $33,53; el gasoil a $24,44; y el gasoil premium a 29,30 pesos. En otras regiones, los precios llegaron a incluso superar los de las estaciones porteñas. En Córdoba, el aumento resultó en un nuevo precio de nafta súper de $31,42 por litro, y la Premium alcanzó los 36,21 pesos.
Los ajustes de precios en las naftas ya son recurrentes dentro del contexto actual (YPF ya lleva acumulados aumentos por 18% en lo que va del año). Y no solo complican el frente inflacionario que por ahora no muestra señales de desaceleración, sino que empiezan a reflejarse en un recorte de demanda que comienza a visibilizarse.
De acuerdo a datos del Ministerio de Energía presentados a la Federación de Expendedores de Combustibles del Centro de la República (Fecac), el volumen total de ventas al público de combustibles líquidos —naftas y gasoil— cayó un 13,6% en mayo respecto del mismo mes del año pasado.
Seguí leyendo: