El extraño caso de Nazareno Solís en Boca Juniors: cumplirá 10 años jugando a préstamo en otros equipos

Nazareno Solís acaba de confirmar su salida de Boca Juniors por octava vez desde su arribo al club en 2016. El extremo zurdo de 30 años se sumó a las filas de Deportivo Madryn, que competirá en la Primera Nacional en 2025. Firmó a préstamo por dos años, una práctica que ya se hizo habitual en su carrera. Este es el octavo equipo en el que jugará a préstamo mientras su pase pertenece al Xeneize, quien le fue renovando el vínculo sistemáticamente pese a no tenerlo en cuenta en su plantilla.

Solís es oriundo de Campana y dio sus primeros pasos en Villa Dálmine cuando todavía estaba en la B Metropolitana. En 2015 formó parte del plantel que compitió en la B Nacional, temporada en la que fue cedido a préstamo a la Universidad de Chile y no tuvo continuidad. En 2016 recaló en Talleres de Córdoba, donde gozó del rodaje que buscaba y fue una de las figuras del equipo que obtuvo el ascenso a Primera División. Eso lo llevó a estar en boca de varios clubes, pero fue el Xeneize el que lo incorporó cuando todavía Daniel Angelici era el presidente y Guillermo Barros Schelotto recién había arribado como DT. A Talleres, como resarcimiento económico, le dejaron un 15% de una futura venta.

Se bordó la estrella del campeonato 2016/2017, aunque no tuvo demasiado protagonismo: disputó solamente cuatro encuentros dentro de un equipo que tenía nombres como Ricardo Centurión, Junior Benítez, Gonzalo Maroni, Cristian Pavón y Andrés Chávez. Con solamente 22 años, Solís había sido una de las apuestas del mercado de pases de mediados de 2016 junto al arquero Axel Werner, el defensor Santiago Vergini, los mediocampistas Sebastián Pérez y Wilmar Barrios, más Ricky Centurión.

Sin lugar en el plantel de cara a la temporada 2017/2018, Gustavo Alfaro dio el visto bueno para llevarlo a Huracán y se cerró su préstamo por un año, no sin mediar un cortocircuito entre las dirigencias que obligó al por entonces presidente del Globo Alejandro Nadur a pedirles disculpas públicas a Angelici y Boca por haber anunciado el fichaje sin contar con el visto bueno del Xeneize. Jugó apenas 11 partidos en Parque Patricios, retornó a la Ribera y fue prestado nuevamente ya que no entraba en consideración del Mellizo Barros Schelotto.

La temporada 2018/2019 lo vio jugar con la camiseta de San Martín de San Juan, que tenía como DT a Walter Coyette y peleaba por no descender, objetivo que el cuadro sanjuanino no pudo cumplir (bajó junto a Tigre, Belgrano de Córdoba y San Martín de Tucumán, en épocas en las que todavía había descensos).

Con Alfaro como técnico de Boca, las esperanzas de ser considerado en el segundo semestre de 2019 se encendieron, pero el equipo ya estaba armado y Lechuga lo declaró prescindible. Solís pudo mantenerse en Primera y fue cedido a Aldosivi de Mar del Plata, que acababa de subir de la mano de Gustavo Álvarez como entrenador. En su última campaña con el Santo sanjuanino había completado 19 partidos con un gol y una asistencia, mientras que en el Tiburón replicó con 18 jugados, 3 tantos y un pase gol.

Como consecuencia de la pandemia del coronavirus, la AFA decidió suspender los tres descensos que habían sido pactados para esta temporada y Aldosivi, que hizo una flojísima campaña con la que hubiera perdido la categoría, se mantuvo en la máxima divisional. Cumplido el vínculo con el elenco marplatense, a Solís le surgió la chance de experimentar por primera y única vez en Europa: con el aval de Miguel Ángel Russo, firmó por un año a préstamo con el OFI de Creta (Grecia), con una opción de compra de 500 mil dólares por la mitad de su pase. Antes de marcharse, renovó su vínculo en el Xeneize.

A pesar de haber sumado 13 partidos ese año en el exterior, los griegos no hicieron uso de la opción de compra y lo devolvieron a Boca. Con vínculo vigente, pero sin ser tenido en cuenta por el DT de turno (Sebastián Battaglia), estuvo un semestre sin rodaje en la segunda mitad de 2021. A principios de 2022, retornó a Mar del Plata pero esta vez para jugar en la contra de Aldosivi: Alvarado lo sumó para militar en la Primera Nacional. La campaña del Torito no fue del todo buena, pero Solís tuvo el protagonismo deseado y cosechó 28 encuentros con 3 goles y 2 asistencias. Cumplido el préstamo, Alvarado no hizo uso de la opción de compra, volvió a Boca y rebotó otra vez luego de renovar contrato hasta 2026.

En 2023 volvió a ser cedido por Boca en la modalidad de préstamo sin cargo y con opción de compra a Patronato de Paraná, con la particularidad que el reciente campeón de Copa Argentina había descendido e iba a disputar el campeonato de segunda división y, al mismo tiempo, la Copa Libertadores. Así fue que Nazareno Solís disputó con el Patrón la Copa en la que el Boca de Jorge Almirón llegó a la final y perdió con Fluminense en el Maracaná. Los entrerrianos tuvieron una digna actuación en el Grupo H y terminaron terceros, detrás de Olimpia de Paraguay y Atlético Nacional de Medellín, al que derrotaron en Colombia 1-0 con una asistencia suya (el otro triunfo fue la goleada 4-1 ante el colista peruano Melgar). Patronato fue traspasado a los playoffs de la Sudamericana y se topó con Botafogo, que se impuso 2-0 en Entre Ríos y luego no pudo con el cuadro argentino en el estadio Nilton Santos de Río.

Pese a sus buenos números en la Primera Nacional y la competencia en los torneos internacionales de elite, Solís volvió a Boca y fue contratado a préstamo por Gimnasia de Mendoza de cara al 2024. El Lobo tuvo una brillante actuación a lo largo de la temporada, se clasificó al Reducido por el segundo ascenso y perdió la final (fue titular) contra San Martín de San Juan. Con la frustración a cuestas, el extremo de 30 años retornó a Boca sabiendo que no iba a tener lugar con su ex compañero Fernando Gago y optó por militar otra vez en la segunda división, esta vez con Deportivo Madryn, donde firmó por dos años.

Su contrato en Boca expira en diciembre de 2026 y coincidirá con el término de su cesión en el equipo de Chubut. Dentro de dos años, después de haber jugado en ocho equipos a préstamo y pertenecer diez años al Xeneize pese a no disputar partidos oficiales con la camiseta azul y oro, diría adiós definitivamente.