“No entendemos por qué dicen que tiene manías”: los llamativos rituales de Augusto Batalla en España que se volvieron virales

Un programa de TV le hizo un exhaustivo seguimiento al arquero argentino de Rayo Vallecano antes del comienzo de cada tiempo

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El arquero argentino tiene una serie de manías previas al comienzo de cada parte

A sus 28 años, Augusto Batalla ha jugado en ocho clubes del fútbol mundial. El arquero surgido de River Plate se desempeñó en Atlético Tucumán, Tigre, San Lorenzo, La Calera (Chile), O’Higgins (Chile) y, recientemente, tuvo dos experiencias en España con el Granada y el Rayo Vallecano, en las cuales se ha destacado por ser una voz de mando debajo de los tres palos en medio de su salto a Europa.

Sin embargo, Batalla también ha resaltado en más de una oportunidad por sus gestos antes de afrontar un partido, como lo mostró durante la derrota del domingo pasado por 2-1 ante Athletic Club de Bilbao en condición de local por la fecha 15 de La Liga de España. “No entendemos por qué dicen que Batalla tiene manías...”, lanzó irónicamente el presentador del informe realizado por el programa El Día Después, de Movistar Plus+, en el cual hicieron un llamativo seguimiento de todos sus rituales en la antesala de cada uno de los dos tiempos.

Las cámaras de la emisión lo enfocaron de cerca en la previa al inicio del cotejo y captaron que el guardameta se santigua (hace la señal de la cruz desde la frente al pecho y desde un hombro hacia el otro, invocando a la Santísima Trinidad), toca el travesaño, le da un beso a los guantes, agarra su toalla, la deja en el suelo bien doblada a un costado del arco, la toca con las dos manos por encima y coloca dos botellas de agua, una a cada costado.

Aquí no termina su extensa rutina, ya que pide una pelota, la pica en tres oportunidades, la besa y la devuelve. Luego, se vuelve a santiaguar, le da otro beso al guante y, recién ahí, da el visto bueno de conformidad al árbitro para el comienzo del duelo.

Augusto Batalla disputó 10 encuentros
Augusto Batalla disputó 10 encuentros con el Rayo Vallecano (EFE/Kiko Huesca)

Esta misma actividad se repite en el regreso del entretiempo, aunque agrega una serie de movimientos en su vuelta al campo de juego. Vuelve a efectuar la señal de la cruz antes y después de dirigirse a una esquina, le da la mano a su compañero Abdul Mumin, toca el punto penal y lleva a cabo el mismo procedimiento detallado más arriba hasta finalizarlo con un beso en sus brazos.

Esta serie de actividades anteriores al pitazo del juez principal ya se habían visto en mínimas porciones durante su paso por San Lorenzo, pero nunca con este grado de detalle captado por el ciclo que suele hacer este tipo de producciones referidas a las cuestiones de color sucedidas durante un partido, más allá del resultado.

No son las únicas cuestiones a observar de Augusto Batalla, quien ha contado una particularidad de sus salidas a la cancha: “Me baño antes de los partidos. Por eso salgo 10 minutos antes que mis compañeros y me baño antes de entrar al campo de juego. Me sienta más cómodo. No me gusta entrar con esa sensación de transpiración. Aparte, nosotros usamos la camiseta térmica y la manga larga”. “Me pongo perfume porque me gusta... Me tomo mi tiempo entre la entrada en calor y el ingreso al césped para entrar cómodo al campo de juego”, añadió.

Batalla acumula diez partidos en el Rayo Vallecano desde su arribo a principios de temporada. Solo conservó dos veces la valla invicta y recibió 11 goles dentro de un equipo que fluctúa en la irregularidad. Ocupa el 13° lugar del campeonato con 16 puntos (cuatro victorias, cuatro empates y seis derrotas), a solo tres unidades de los puestos de descenso.

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