La columna vertebral del River Campeón

En un plantel más bien parejo y calificado, hubo cinco futbolistas que tuvieron un aporte clave para la vuelta olímpica del equipo de Martín Demichelis

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El River Plate de Martín Demichelis se coronó campeón de la Liga Profesional (Foto Baires)
El River Plate de Martín Demichelis se coronó campeón de la Liga Profesional (Foto Baires)

No tuvo una figura excluyente. Ni un Messi, ni un Maradona. Ni un Julián Álvarez, por poner un ejemplo más terrenal y emparentado con la historia reciente de River. En el flamante campeón argentino, el todo fue mucho más que la suma de las partes. Un equipo. Con un funcionamiento consolidado, con luces y también con algunas sombras, pero equipo al fin. En el River de Martín Demichelis hay dos certezas: 1) es un conjunto trabajado, con una idea de juego reconocible, y 2) no tiene salvadores sino soldados que contribuyen a la causa que desembocó en la vuelta olímpica.

Con todo, tuvo una columna vertebral que lo sostuvo o que le dio el salto de calidad, según hizo falta. Y estuvo compuesta por Franco Armani, Leandro González Pirez, Rodrigo Aliendro, Esequiel Barco y Lucas Beltrán.

Cinco jugadores como parte de la columna vertebral de un campeón puede parecer una exageración. Sin embargo, el reconocimiento pretende ser un acto de estricta justicia para esos futbolistas que con sus aportes resultaron determinantes para que River obtuviera el título.

En este 2023, y a excepción del partido ante Platense, en el que no tuvo una buena actuación, Armani se mostró mucho más seguro y decisivo en el campeonato que en la Copa Libertadores. Las manos firmes del arquero evitaron goles que hubieran hecho que el andar de River hacia el título no resultara tan despejado como realmente fue. Si River, con quince goles en contra, fue el segundo equipo que menos tantos recibió detrás de San Lorenzo (nueve), mucho tuvieron que ver en ello los reflejos y la seguridad del arquero campeón del mundo en Qatar 2022.

Lo reconocen en la intimidad del cuerpo técnico: González Pirez es el marcador central que mejor interpretó las ideas de Demichelis. Después de un 2022 en el que se había vuelto absolutamente prescindible, y cuando parecía que las puertas de salida del club se habían abierto para él, el sucesor de Marcelo Gallardo lo “recuperó”. González Pirez levantó mucho su nivel, dejó de cometer errores que costaron goles y, por el contrario, se dejó ver firme en la marca y veloz para los cruces. También mejoró mucho con la pelota en los pies, y con pases filtrados y precisos contribuyó para que River saliera jugando con claridad desde el fondo. El y Ramiro Funes Mori probablemente conformen la zaga central en la Copa Libertadores, la prioridad de River en el año.

River Plate se mostró como un equipo, más allá de los nombres propios (Foto: Nicolás Stulberg)
River Plate se mostró como un equipo, más allá de los nombres propios (Foto: Nicolás Stulberg)

Rodrigo Aliendro no solo formó parte de la columna vertebral, sino que resultó el jugador esencial -el imprescindible- que tuvo River en el campeonato. Solidario y eficiente, su presencia en el mediocampo le dio al equipo una vitalidad y una tenacidad que se volvieron determinantes para el funcionamiento colectivo. Por eso sorprendió que Demichelis lo dejara afuera del equipo en el partido ante Talleres, en Córdoba, donde River sufrió una de sus cuatro caídas en el campeonato. A lo largo del certamen, Aliendro quitó, jugó y hasta llegó a posiciones ofensivas. Cuando no fue la rueda de auxilio ideal para Enzo Pérez, reemplazó con mucha solvencia al capitán de River, mostrando una gran capacidad de adaptación para jugar también como mediocampista central. En el partido ante Defensa y Justicia, por la décimo novena fecha, se ganó la primera ovación de las 86.000 personas que llenaron el Monumental. Merecido reconocimiento para “el” jugador que tuvo River en el campeonato.

Barco quedó en deuda el año pasado. Con River en general y con Gallardo en particular: el “Muñeco” lo había pedido especialmente y él nunca logró transformarse en la cuota de desequilibrio que esperaba el técnico. Al igual que con González Pirez, Demichelis sacó de él lo más parecido a su mejor versión. En primer lugar, el técnico lo corrió de la posición de extremo izquierdo en la que lo ponía Gallardo y lo hizo jugar más centralizado. Fue un acierto. Barco levantó mucho su nivel, hizo la diferencia en los mano a mano y anotó cinco goles. Su gambeta endiablada abrió defensas y despejó esos caminos que por lo general a River se le presentan cerrados, difíciles de quebrar. Sin Barco y su frescura ofensiva, a River el campeonato seguramente se le hubiera hecho más cuesta arriba.

Beltrán, ese compendio de peligrosidad y esfuerzo, fue el goleador de River con once festejos. Siempre sacrificado, la “remó” desde atrás y terminó posicionado por encima de dos futbolistas de jerarquía internacional como el colombiano Miguel Angel Borja y el venezolano Salomón Rondón, quien por el momento está lejos de cubrir las expectativas depositadas en él. Como único delantero o con la compañía de Pablo Solari, Beltrán siempre se las ingenió para desplegar movimientos inteligentes. Exhibió una gran capacidad para pivotear de espalda al arco rival, metió diagonales interesantes y fue una amenaza constante para las defensas rivales. Desde Europa lo siguen de cerca y se muestran interesados en él: River rechazó una oferta del Friburgo de Alemania de 10.000.000 de euros, y tres clubes italianos lo tienen en la mira: Inter, Milan y Nápoli, el último campeón del Calcio. En River afirman que es intransferible y que el único modo de que se vaya es que paguen la cláusula de rescisión de su contrato: de 20.000.000 de euros que se transforman en 25.000.000 en la última semana del mercado de pases.

Son cinco, sí, pero hubiera sido injusto que cualquiera de ellos se quedara afuera de la columna vertebral del campeón.

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