Penas más altas, la figura del "arrepentido" y fuertes sanciones a los "cómplices": los detalles de la nueva "Ley antibarras"

Por Daniel Roberto Viola *

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El operativo policial el 24/1, la jornada de los incidentes en el Monumental (Franco Fafasuli)
El operativo policial el 24/1, la jornada de los incidentes en el Monumental (Franco Fafasuli)

El frustrado partido revancha por la Superfinal de la Copa Libertadores, que debió jugarse en el estadio Monumental, fue el disparador de un nuevo proyecto de ley contra la violencia en los espectáculos deportivos. Esas imágenes de la agresión de hinchas de River al micro que conducía al plantel de Boca hacia el estadio mostraron al mundo las flaquezas de nuestro sistema de seguridad en el fútbol.

El "partido del siglo" debió mudarse al Santiago Bernabéu del Real Madrid, a instancias del presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Su experiencia en la organización del fútbol europeo (UEFA) le hizo ver antes que nadie la alternativa para que la pelota siguiera rodando. Se debía salir rápido de la vergüenza que sacudió al fútbol sudamericano, y así fue que se exportó la final a Madrid, considerada la 10° ciudad más segura del planeta, para demostrar que todavía se respetan las reglas de la industria del entretenimiento.

Luego del saldo positivo de la reunión del G 20 celebrada en Buenos Aires, cobró impulso un nuevo proyecto contra la violencia en el fútbol, aunque a poco de andar ya encontró escollos entre algunos legisladores que miran hacia otro lado y no les interesa desarticular los negocios de los "barrabravas".

Entre los fundamentos de esta iniciativa del Poder Ejecutivo pueden citarse:

(i) "El presente proyecto de ley resulta una herramienta útil e innovadora con respecto a la legislación vigente, ya que busca perseguir y terminar específicamente con lo que se conoce comúnmente como las barrabravas".

(ii) "Si bien este fenómeno no es nuevo en la REPÚBLICA ARGENTINA, en los últimos tiempos se ha visto un incremento tanto en el número de sus integrantes como en el grado de violencia ejercido por éstas, por no encontrarse a la altura de las circunstancias los diferentes actores sociales vinculados al fútbol".

(iii) El objetivo "apunta a la persecución penal y al desfinanciamiento de dichos grupos para que vean disminuidas sus posibilidades de acción". En tanto, en su articulado se especifica que "se aplicará a los hechos aquí previstos, cuando se cometan con motivo, en ocasión o vinculados a la realización de un espectáculo futbolístico, sea en instalaciones de los clubes de fútbol propias o de terceros, en el estadio, predio, inmediaciones de estos o ámbito de concurrencia pública, antes, durante o después de realizarse aquél, y también en las prácticas o entrenamientos futbolísticos, o durante los traslados de los concurrentes o protagonistas tanto sea desde o hacia el ámbito de juego".

Este proyecto está basado en uno anterior también enviado por el Poder Ejecutivo (09/08/2016), que deambuló por las comisiones del Congreso de la Nación hasta perder estado parlamentario. Ahora se actualiza el monto de las penas en armonía con el anteproyecto de reforma del Código Penal. (Se propone incrementar las penas mínimas en dos tercios y las máximas en un tercio. El máximo nunca podrá ser superior al previsto en el Código Penal).

Como una de las innovaciones aparece la figura del "arrepentido" (Ley n° 27.304) que abarcará a los delitos tipificados para los espectáculos deportivos. Dentro de la figura del "organizador" del espectáculo se incluyen "a los miembros de comisiones directivas y subcomisiones de los clubes de fútbol, asociaciones que los comprenden, empresas organizadoras, concesionarios y/o contratados, empleados dependientes, personal policial y de las fuerzas de seguridad y todas aquellas personas que intervengan de cualquier forma en la realización del espectáculo futbolístico".

En cuanto a la nueva escala de penas, se propicia de 3 a 6 años de prisión al portador de armas blancas u otros elementos contundentes, productos químicos o pirotecnia que sean utilizados para intimar, ejercer violencia o agredir. De 4 a 8 años de prisión cuando se trate de elementos inflamables, asfixiantes o tóxicos, a igual que quienes porten armas de uso civil y, de 5 a 10 años a quienes tengan en su poder armas de guerra o explosivos.

Estas penas serán iguales para los protagonistas (futbolistas, cuerpo técnico y árbitros) y para los organizadores cuando consintieran la guarda de armas en los estadios, alcanzando también a aquellos que tuvieran conocimiento de su existencia y guarda y no lo denuncien ante la autoridad (de 2 a 4 años de prisión).

En tanto, se establece prisión de 4 a 10 años, para quienes participen de la "asociación o grupo" compuesto por tres o más personas, cuando de modo habitual cometieren cualquiera de los delitos tipificados como propios del quehacer los barrabravas. Para los fundadores, cabecillas, jefes u organizadores que contribuyan a financiar a estos grupos, o los que obtengan una utilidad personal producto de la actividad económica desarrollada, la pena mínima se eleva a 6 años de prisión.

"Ahora, con esta ley, van a ser condenados aquellos que colaboren con las barras de alguna manera, sean de la política o de la política deportiva; ya no deja resquicios para que los jueces interpreten" apuntó el presidente Mauricio Macri.

Mientras, el Jefe de Gobierno Horacio Rodriguez Larreta se lamentó: "Detenemos 23 personas por los hechos violentos de las piedras contra el colectivo y a las horas salen; esto no se termina más. Hubo un caso igual en Europa (Alemania), con un colectivo llegando, se pusieron violentos. Al que agarraron le dieron 14 años de condena. Quiero ver quién se anima, en el próximo partido de ese equipo, a tirar una piedra. Acá no pasa nada".

Para la ministra de Seguridad Patricia Bullrich el proyecto "contempla que todas las contravenciones, como pueden ser la actividad de los trapitos o las extorsiones en las puertas de los estadios, que pasan a ser un delito penal. Estamos poniendo el foco en los mecanismos mafiosos que alimentan a los barras bravas." Vale recordar que para este proyecto se tuvieron en cuenta otros 12 de diferentes espacios políticos presentados sin suerte desde el 2013 al 2015, incluyendo uno de la ahora ministra.

Juan José Sebreli autor de "La Era del fútbol" argumenta que "un rasgo típicamente argentino es el acostumbramiento a la ilegalidad" y pone como ejemplos el antológico gol con la mano de Maradona a los ingleses (1986) y la goleada frente a Perú en el Mundial 78. La realidad nos impide contradecir esa crítica visión.

Ojalá esta iniciativa oficie como antídoto para pulverizar el entramado de intereses económicos y políticos que han servido como una gran muralla para evitar la sanción de una ley antibarras. Mientras no pueda concretarse, el fútbol argentino seguirá desmembrado, con más violencia e irracionalidad, siempre bajo la mirada cómplice de los socios del silencio.

*Abogado UBA – Director de Iusport.com Latinoamérica

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