El dramatismo de Alberto Heredia sale a la luz en el Moderno

El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires exhibe Alberto Heredia: selección dibujos de la colección, un compilado de obras (dibujos y collages), que forman parte del legado que el artista argentino donó al Museo, y que comprende su casa-taller, ubicada en la Avenida Caseros 828 del barrio de San Telmo, junto a más de 568 obras de su autoría, su biblioteca, su colección y su archivo personal.

“Estas piezas de gran relevancia y cargadas de dramatismo no funcionan como bocetos subsidiarios de otras obras, sino como consecuencia de un acto espontáneo de creación y de liberación de fuerza”, afirma el texto curatorial.

Alberto Heredia (1924 - 2000) es uno de los escultores más importantes de la Argentina. Su formación comenzó con un breve paso por la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano para continuar formándose de manera autodidacta. Frecuentó al grupo Arte Concreto Invención y entabló una amistad con Ennio Iommi y Claudio Girola. En 1960 viajó a Europa gracias a una beca del gobierno neerlandés y regresó a Argentina en 1963. Entre sus exposiciones más importantes se encuentran Cajas de Camembert en galería Lirolay (1963) y Los Monstruos en galería de Arte Nuevo (1966), ambas en la ciudad de Buenos Aires. Participó de innumerables muestras colectivas en Río de Janeiro, París, Nueva York, Tokio, Madrid y Roma. En 1984 se realizó la primera retrospectiva de su obra en la Fundación San Telmo y en el año 1998 el Museo de Arte Moderno le brindó su gran y última retrospectiva bajo la curaduría de Laura Buccellato.

Influenciado por los movimientos de posguerra, entre ellos el informalismo, fue un artista que supo construir una imagen escultórica singular en una escena de efervescencia creativa y de ruptura como la de los años sesenta en Buenos Aires. En estos años, Heredia comenzó a incluir desechos y objetos de diferente origen en su producción. A través de la manipulación de estos materiales, reflexionó sobre la política, la religión, la sexualidad y la violencia, llegando a ser amenazado y detenido por fuerzas paramilitares de la época. Temas centrales como el dolor, la censura y la tortura asumieron un lugar central en su producción por medio de la representación de cuerpos ensamblados hechos con fragmentos.

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Durante este mismo período, Heredia realizó numerosas series de dibujos y collages, algunos de los cuales se exhiben hoy en el Moderno. A diferencia del dramatismo que caracteriza a sus obras más emblemáticas, en estos papeles se pudo ver a un artista íntimo y libre, más abocado al acto espontáneo de la creación que a la necesidad de hacer bocetos preparatorios para sus esculturas. Aquí, emerge una energía desbordante cuyo trazo expresivo buscaba desentrañar la naturaleza de la condición humana. Se trata de obras caracterizadas por un alto grado de humor, inteligencia y sarcasmo. “Estos trabajos están más cerca del desborde y el descontrol que de la razón y el dominio”, afirma el texto curatorial.

Si bien gran parte de los dibujos son autónomos, algunas tintas, acuarelas y collages corresponden a ideas que Heredia fue desarrollando en distintas etapas de su vida y que terminaron por configurar series extensas. Tal es el caso de Riky y el pájaro, cuyo motivo principal es una figura humana que se funde con la de un ave en posiciones retorcidas y amenazantes, o El Caballero y la máscara, con caballos galopando libres y otros montados por hombres, en la que late la experiencia traumática de Heredia cuando sufrió un grave accidente que lo dejó largo tiempo hospitalizado al caer de un caballo.

Se trata de una oportunidad única de acercarse a creaciones de Heredia poco conocidas y que abren el juego a un nuevo modo de representación, que exponen una visión más expresionista, emocional e impulsiva.

*La muestra permanecerá abierta hasta el 31 de marzo de 2023 en el Museo Moderno de Buenos Aires (San Juan 350, CABA). Lunes, miércoles, jueves y viernes de 11:00 a 19:00. Sábados, domingos y feriados de 11:00 a 20:00. Martes cerrado. Entrada general $50.

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