La belleza del día: “En una hostería romana”, de Carl Bloch

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

Compartir
Compartir articulo
“En una hostería romana” (1866), de Carl Bloch. Oleo sobre lienzo (148,5 x 177,5 cm), en la Galería Nacional de Dinamarca
“En una hostería romana” (1866), de Carl Bloch. Oleo sobre lienzo (148,5 x 177,5 cm), en la Galería Nacional de Dinamarca

La comunidad cristiana conoce a Carl Bloch (1834-1890) sin siquiera saber su nombre. El pintor danés es recordado por tres temas en particular: sus obras de género, como sucede en En una hostería romana; sus trabajos con temas históricos y, finalmente, por una serie de pinturas por encargo que realizó sobre la vida de Jesús, que se encuentra en el imaginario colectivo porque ilustran infinitas versiones de los evangelios en todo el mundo.

Bloch se formó en la Real Academia Danesa de Arte, bajo la tutela de Wilhelm Marstrand. Sus primeros trabajos presentaban escenas rurales de la vida cotidiana. En ese sentido, su trabajo fue disruptivo en la mirada con lo que el academicismo esperaba de uno de sus hijos pródigo. En esos trabajos se destaca por una mirada no despojada de humor, rompiendo con el convencionalismo, con frailes con dolor de muelas, monjes desplumando gallinas o niños cazando patos.

Diferentes obras sobre la vida de Jesús, de Bloch
Diferentes obras sobre la vida de Jesús, de Bloch

Cuando realizó esta obra de 1866 se encontraba en Italia, donde residía desde hacía más de un lustro. La pintura le fue encargada por el comerciante Moritz G. Melchior, amigo y principal promotor de Bloch, quien aparece en el fondo hablando con sus amigos, detrás de las dos figuras femeninas.

Además, la pieza incluye un autorretrato, ya que no es otro que Bloch el que se encuentra de espaldas y gira su cabeza para mirar a los espectadores. La obra fue también un homenaje a su maestro, Marstrand, quien había realizado una bastante similar llamada Escena en una hostería italiana.

Entre 1865 y 1879 realizó las 23 pinturas para la capilla del danés castillo de Frederiksborg que lo convirtieron en un artista global, a pesar de que no se le de crédito a su obra. La vida de Jesucristo de Bloch poseen una luminosidad en torno a su figura, una nitidez, que la apropiación de su trabajo fue casi inmediata. El arte religioso tiene un antes y un después de Bloch, que fue tomado como modelo estético para infinidad de copias.

Desde 1935, En una hostería romana fue adquirida por la Galería Nacional de Dinamarca y es allí donde puede apreciarse.

SIGA LEYENDO