Soldados y personal de salud denunciaron maltratos y tráfico de drogas en batallón de sanidad del Ejército: un mayor sería el responsable

El mayor Aldemar Cataño Gómez es señalado de un ambiente laboral negativo y de prácticas que estarían afectando la disciplina y la moral de militares y empleados

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Un sargento retirado y testigos
Un sargento retirado y testigos internos han compartido versiones sobre condiciones laborales adversas, acusaciones de autoritarismo y posibles anomalías administrativas que involucran a la comandancia en la unidad militar de Puente Aranda, Bogotá - crédito @SARGENTOCHALA / X

La denuncia pública difundida por Alexander Chala Sáenz, sargento retirado y activista, ha puesto en el centro de la discusión una serie de acusaciones sobre presuntos malos tratos en el Ejército, abuso de autoridad y posibles irregularidades administrativas dentro del Batallón de Sanidad del Ejército Nacional, ubicado en el Cantón Militar de Puente Aranda en Bogotá.

El foco principal de la denuncia es el mayor Aldemar Cataño Gómez, señalado como responsable directo de un ambiente laboral negativo y de prácticas que estarían afectando la disciplina y moral tanto de soldados como del personal de salud.

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En el mensaje difundido por Chala Sáenz, se resalta la urgencia y gravedad de los hechos revelados.

“Hoy he recibido una denuncia desde el Batallón de sanidad del Ejército Nacional con sede en el Cantón Militar de Puente Aranda, Bogotá. Se señala de manera directa al mayor Aldemar Cataño Gómez, Ejecutivo y Segundo Comandante de la unidad, por presuntos malos tratos, abusos y arbitrariedades contra soldados, suboficiales, oficiales y personal profesional de la salud”, aseguró Chala Sáenz

El testimonio anónimo de los denunciantes internos, recogido en la comunicación, subraya el deterioro del clima laboral bajo la gestión del mayor Cataño.

Un grupo de denunciantes atribuye
Un grupo de denunciantes atribuye al principal oficial de la unidad responsabilidad por un ambiente de trabajo deteriorado, pérdida de disciplina y conflictos que afectarían tanto al personal médico como a soldados bajo su autoridad - crédito captura de pantalla / X

“El Mayor CATAÑO GÓMEZ ALDEMAR Ejecutivo de la Unidad se ha caracterizado por ser un oficial déspota, grosero, altanero impartiendo maltrato a los soldados que estamos en tratamiento médico, escalando a los suboficiales de la unidad así como a los oficiales, en especial al personal de oficiales femeninos que integran la unidad”, sostiene el texto.

Según los denunciantes, estas actitudes no discriminan entre el personal: “Su grosería y su trato despectivo ha sido muy marcado, ya que solo él tiene la razón en todo lo que dice, impartiendo órdenes a capricho”.

Además, denuncian que tampoco el personal de salud está exento de estos comportamientos: “Este mal trato también se ha visto aplicado al personal médico que apoya en los procesos que realiza la unidad, desautorizando sus recomendaciones hasta el punto de dirigirse a nuestros profesionales de la salud de manera altanera y grosera”.

La denuncia interna señala, además, la existencia de un ambiente cargado de autoritarismo y conflicto. “El My CATAÑO no tiene don de gente y es bastante conflictivo, actitudes que no se deben hacer en una unidad donde se requiere liderazgo y profesionalismo, ya que la integra personal que está por tratamiento médico, psiquiátrico, fisioterapia, entre otros”.

Un grupo de denunciantes atribuye
Un grupo de denunciantes atribuye al principal oficial de la unidad responsabilidad por un ambiente de trabajo deteriorado, pérdida de disciplina y conflictos que afectarían tanto al personal médico como a soldados bajo su autoridad - crédito @SARGENTOCHALA / X

Según el testimonio, esta forma de gestión se fundamentaría, en palabras del propio mayor, “ya que aduce que tiene padrinos y mofa de su posición, según él, privilegiada por el mando”.

Además de los malos tratos, se denuncian deficiencias en la disciplina y control interno, así como presuntos problemas graves ligados al manejo administrativo. “Su falta de control y aplicación de la disciplina lo reduce en gritos, malos comentarios y palabras ofensivas hacia los soldados y cuadros de mando. Sufrimos de una problemática de tráfico de drogas, venta de permisos y de personal que es orgánico de la unidad, pero nunca los vemos acá”, denuncian.

Según el documento remitido a Chala Sáenz, la falta de disciplina deriva en “descontento entre los soldados, ya que las formaciones y actividades del servicio se han convertido en un saludo a la bandera; viene el que quiere y cumplen las órdenes y actividades diarias en que quiere. Ha escalado la falta de control y de lineamientos a los comandantes por parte del Ejecutivo, que el irrespeto entre los soldados y cuadros de mando subió de nivel en donde un soldado irrespetó a un oficial que labora como Jefe de personal y este golpea al soldado; fue tan grave que al oficial lo tuvieron que sacar del batallón para evitar que la situación llegara a una tragedia”.

A esto se suman acusaciones sobre irregularidades administrativas relacionadas con la alimentación y la gestión de permisos. Los denunciantes relatan: “Los pagos de las devoluciones de alimentación por permisos no las cancelan; el MY. CATAÑO NO REPORTA las salidas en el NOVESOL ni en la cuenta de alimentación, dejando sin dinero a los soldados que salen a permiso; y lo mismo sucede con las incapacidades médicas”.

Un grupo de denunciantes atribuye
Un grupo de denunciantes atribuye al principal oficial de la unidad responsabilidad por un ambiente de trabajo deteriorado, pérdida de disciplina y conflictos que afectarían tanto al personal médico como a soldados bajo su autoridad - crédito @SARGENTOCHALA / X

En cuanto a la respuesta del comandante ante estos reclamos, el testimonio documenta: “Cuando un soldado pregunta por su devolución el Mayor contesta de manera grotesca y dice que eso se debe a una planeación y si no se pasó la novedad no hay nada que hacer; lo que a la luz de la administración es una mentira, ya que el dinero está ahí y solo es tramitarlo en la cuenta del mes siguiente”.

Los denunciantes plantean dudas sobre el destino de los fondos: “Sería bueno verificar a dónde sale el dinero o en dónde está todos los supuestos ahorros de alimentación que el Mayor CATAÑO dice que debe hacer para el funcionamiento de la Unidad y no entendemos por qué hay que sacar plata de alimentación para el funcionamiento del Batallón cuando se sitúan partidas de funcionamiento para este fin”.

También advierten problemas de transparencia en los consumos: “Otra novedad son los partes de alimentación en el Rancho de Tropa, los cuales se pasan inflados y no sabemos para qué fin”.

La situación, según quienes denuncian, se ve agravada por la falta de intervención y liderazgo claro por parte del mando superior. “El señor TC Jairo Alberto Álvarez Carvajal que funge como comandante lleva más de dos años de mando, lo que evidencia y hemos sentido que ya está cansado y que no genera estrategias para mitigar los riesgos que se pueden presentar en esta unidad tan compleja; eso se evidencia porque el MAYOR EJECUTIVO hace lo que quiere y maneja el Batallón a su antojo dejando a mi TC. ÁLVAREZ a un lado”.

Las recientes acusaciones sobre malos
Las recientes acusaciones sobre malos tratos y descontrol administrativo en una unidad clave del Ejército abren interrogantes sobre el impacto del liderazgo y la disciplina en la confianza interna y la integridad profesional del personal militar - crédito @SARGENTOCHALA / X

En el cierre del documento, los denunciantes dejan una solicitud explícita de relevo en la dirección del Batallón para evitar desgracias mayores: “Cambio en el Ejecutivo. El Mayor CATAÑO debería salir de la unidad ya que eso generaría un cambio positivo y elevaría la moral de los soldados y del personal de cuadros de mando. Oxigenaría la Unidad y se tendrían otras estrategias para encausar la disciplina y evitar que se presenten hechos terribles que afecten a personas y a la misma institución”.