Un estudiante brillante conocido por luchar contra la violencia sexual fue acusado de delitos sexuales con menores

Por Samantha Schmidt

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Joel Davis en una fotografía compartida en internet (Facebook)
Joel Davis en una fotografía compartida en internet (Facebook)

Joel Davis, un estudiante de 22 años de la Universidad de Columbia, había construido una impresionante reputación como activista para poner fin a la violencia sexual.

Fue el director ejecutivo y fundador de la organización internacional Youth to End Sexual Violence. Se desempeñó como embajador juvenil de las Naciones Unidas sobre la violencia sexual en los conflictos. Fue miembro del comité directivo de la Campaña Internacional para Detener la Violación y la Violencia de Género en un Conflicto, un grupo que reúne a más de 5.000 organizaciones y expertos en derechos humanos de todo el mundo.

Davis viajó por todo el mundo, trabajó junto a activistas de alto perfil como Angelina Jolie, pronunció una charla TED y apareció en los paneles de los medios de comunicación. En 2015, a la edad de 19 años, afirmó haber sido nominado para un Premio Nobel de la Paz.

Su trabajo se centró especialmente en poner fin a la violencia sexual contra las víctimas más vulnerables: los niños.

Sin embargo, detrás de este frente virtuoso, Davis, presuntamente, cometió los mismos tipos de crímenes por los que decía luchar, según señalan ahora los fiscales federales. Hace unos días, las autoridades arrestaron a Davis acusado de intentar explotar sexualmente a un niño, tentar a un niño a participar en actividades sexuales y poseer pornografía infantil. Si es declarado culpable, podría enfrentar una larga sentencia.

Por el momento no se ha presentado ninguna apelación ni tampoco ha respondido a los mensajes de The Washington Post.

En el transcurso de varias semanas entre mayo y finales de junio, según los fiscales, Davis intercambió mensajes de texto con agentes encubiertos del FBI, tratando de organizar reuniones con una niña de nueve años, una niña de ocho y un niño de dos. Davis, supuestamente, envió a los agentes encubiertos fotos y videos sexualmente explícitos de niños tan pequeños como bebés, y dejó claro que quería tener relaciones sexuales con niños de cualquier edad, según una denuncia penal federal.

También admitió haber conocido a un joven de 13 años a través de la aplicación de citas Grindr, haber hablado con él a través de Snapchat y participar en actividades sexuales con el chico en el apartamento que Davis tiene en Manhattan, de acuerdo a la descripción de la denuncia.

"Habiendo iniciado una organización que presionaba para el fin de la violencia sexual. Davis mostró el más alto grado de hipocresía por sus presuntos intentos de explotar sexualmente a varios menores", manifestó el subdirector del FBI William F. Sweeney Jr. "Como si esto no fuera lo suficientemente repulsivo, Davis, al parecer, también poseía y distribuía imágenes absolutamente explícitas de bebés inocentes y niños pequeños que eran abusados sexualmente por adultos".

Las autoridades se encontraron con Davis cuando un agente del FBI publicó un mensaje en un sitio web "fetichista" en el que las personas dejan anuncios solicitando sexo con niños.

Una persona con el nombre de usuario "yngperv22" respondió diciendo: "Necesito que bajes y mires a tus hijos por una noche :)". Esa persona fue identificada como Joel Davis. El hombre intercambió números de teléfono y comenzó a enviar mensajes de texto sin saber que el otro interlocutor era, en realidad, un investigador del FBI.

Davis admitió al agente que le interesaban los niños de cualquier edad y que no tenía "límites". Además, señaló que anteriormente había mantenido experiencias sexuales con un niño de nueve meses, una niña de seis y un niño de siete. También le envió una serie de fotos inquietantes que mostraban a los niños pequeños realizando sexo oral con adultos e imágenes de adultos abusando sexualmente de niños desnudos, entre ellos bebés.

A otro agente encubierto le pidió que tomara fotos y videos de su supuesta hija de nueve años y de la niña de dos años de la novia del policía. Davis confesó tener "cientos" de imágenes de pornografía infantil en su "colección", en su mayoría de bebés o de niños pequeños.

Davis presionó al miembro del FBI para tener un encuentro con la niña de dos años. "Con unos minutos en FaceTime sería suficiente", agregó.

A partir de una orden de registro, las autoridades recuperaron un tesoro de pornografía infantil en el teléfono celular de Davis. Después de su arresto, el hombre admitió haber tenido un interés sexual en bebés y niños pequeños, mantener pornografía infantil en su teléfono e intentar organizar reuniones con los hijos de los agentes, de acuerdo a las autoridades.

El abogado estadounidense Geoffrey S. Berman, del Distrito Sur de Nueva York, señaló en un comunicado que la presunta conducta de Davis "es tan insostenible como enfermiza".

"Joel Davis comenzó una organización dedicada a detener la violencia sexual mientras que, supuestamente, participó en el comportamiento engañoso para compartir imágenes explícitas de bebés participando en actividades sexuales", comentó Berman.

De hecho, Davis parece que vivía una doble vida. Se describió a sí mismo como un "defensor de los derechos humanos" y, frecuentemente, era llamado como un orador acreditado sobre temas de violencia sexual. En 2016 apareció en un segmento de Al Jazeera English titulado La violación como arma de guerra: la historia no contada del conflicto armado.

"La violencia sexual se intensifica y se diversifica en el conflicto", dijo al tiempo que hablaba sobre países como Siria y el Congo. "El desafío, nuevamente, es ver cómo terminamos con la violencia sexual en áreas de post conflicto, y sabemos que no se trata solo de grupos armados que perpetran violencia sexual".

En un artículo de 2014 del HuffPost, el hombre escribió específicamente sobre jóvenes víctimas de violencia sexual. "Hay tantos conflictos donde la violación se usa para aterrorizar y degradar comunidades enteras", apostillaba.

Después de graduarse de la escuela secundaria en Port Charlotte (Florida), Davis pasó un año sabático trabajando en las Naciones Unidas, de acuerdo a un artículo de un periódico estudiantil. Afirmó haber asistido a la Universidad Americana en Washington antes de trasladarse a la Universidad de Columbia, donde estudió en la Escuela de Estudios Generales, según el Columbia Spectator.

De acuerdo a su perfil de LinkedIn también estudió piano clásico en la prestigiosa Julliard School a través de un programa de intercambio con Columbia.

The Washington Post no pudo verificar esa y otras afirmaciones.

En 2015 fue uno de los más de 200 individuos y organizaciones nominados para el Premio Nobel de la Paz, de acuerdo a una filial de NBC en Florida que informó de esa noticia en ese momento. La fuente de información, además de Davis, no quedó muy clara.

Si bien cualquier persona puede ser elegible para el prestigioso premio, solo ciertas personas pueden presentar nominaciones, según el sitio web del Premio Nobel de la Paz. Estos incluyen miembros de gobiernos nacionales y tribunales internacionales, profesores universitarios, ganadores del Premio Nobel de la Paz y miembros del Comité Nobel noruego.

Como columnista del periódico estudiantil de Columbia, Davis habló sobre cómo superar sus propias experiencias con la agresión sexual.

"Cuando llegó la noticia de que estaba siendo considerado para un Premio Nobel, sufrí un colapso psicológico, atormentado por el recuerdo de los abusos sexuales de mi infancia, y me retiré de Columbia. Tuvo que pasar otro año antes de asistir a mi primera clase", confesó Davis en el Columbia Spectator.

En otra pieza, Davis dijo que estaba trabajando en una novela sobre los efectos del trauma en una relación. Planeaba titularla Benevolencia.

Incluso escribió sobre cómo lidiar con el trastorno de estés postraumático a través de sesiones de terapia con un psicólogo.

"(El doctor) apodó mi comportamiento 'extremadamente autodestructivo' y me explicó que me estaba colocando en situaciones precarias para reafirmarme algo de control", comentó Davis sobre su psicólogo. "A veces, cuando sientes que tu vida se está desmoronando, acelerar el inevitable descenso a la paria parece ser lo único que queda por hacer", finalizó.