
Un par de propuestas de políticas de 50 páginas que detallan el plan. Debates sobre aspectos específicos con el presidente electo Donald Trump y sus asesores. Conversaciones con los candidatos al Gabinete sobre opciones para pagarlo.
En vísperas de la toma de posesión de Trump, la industria de las criptomonedas está presionando a la administración entrante para que ejecute un plan audaz que habría parecido inimaginable hace apenas un año: un programa gubernamental para comprar y conservar miles de millones de dólares en bitcoines.
En su campaña del verano pasado, Trump prometió crear una "reserva de bitcoines" federal que sería un "activo nacional permanente en beneficio de todos los estadounidenses". Los entusiastas del bitcoin aclamaron la idea, que piensan podría ser transformadora, afirmando que ayudaría a reducir la deuda nacional. Trump aún podría abandonar el plan, cuyos detalles son objeto de debate. Pero los ejecutivos del sector han ejercido presión desde hace varias semanas para darle forma a la propuesta, lo que hace albergar esperanzas de que Trump tome medidas poco después de asumir el cargo.
En días recientes, varios ejecutivos de las criptomonedas compartieron su opinión con David Sacks, un inversionista en capital de riesgo designado por Trump para supervisar las criptomonedas y la inteligencia artificial, sobre una posible orden ejecutiva que abarque varias áreas de criptopolítica, informaron tres personas enteradas del asunto. La reserva de bitcoines forma parte de esas conversaciones, según dos de ellas.
"Ésta podría ser la iniciativa del Día Uno", comentó Pete Rizzo, editor de Bitcoin Magazine, una publicación de noticias del sector. "Sin duda es una idea que ha recorrido un largo camino en poco tiempo".
Según algunas estimaciones, Estados Unidos posee unos 19.000 millones de dólares en bitcoines que les ha confiscado a delincuentes desde hace tiempo, un alijo que el gobierno hace poco decidió vender. Algunos ejecutivos del sector de las criptomonedas le hicieron un llamado a Trump para que conserve esos bitcoines, lo que quizá podría hacer con una orden ejecutiva. Otros han preferido impulsar un plan más ambicioso: que el gobierno adquiera decenas de miles de millones de dólares en nuevos bitcoines para crear una "reserva estratégica" similar a las reservas federales de oro y petróleo. Un gasto de esas dimensiones podría requerir la aprobación del Congreso.
Los defensores del plan argumentan que los beneficios de una reserva de bitcoines ayudarían a reducir la deuda nacional de 36 billones de dólares y asegurarían el dominio económico de Estados Unidos si algún día la economía mundial funciona con criptomonedas.
Pero los beneficiarios más obvios serían las personas que ya poseen bitcoines, que aumentaron a un precio récord de 100.000 dólares el mes pasado. Cualquier indicio de planes del gobierno de comprar bitcoines probablemente hará que los precios suban aún más. En septiembre, Trump lanzó su propia empresa de criptomonedas, World Liberty Financial.
En privado, algunos ejecutivos de las criptomonedas han externado inquietudes de que el plan haga que el sector parezca codicioso, y muchos expertos financieros lo descartan pues lo consideran una maniobra interesada, señalando que el precio del bitcoin ha oscilado muchísimo a lo largo de los años.
"Esta idea no es nada estratégica ni sensata", opinó Eswar Prasad, economista de la Universidad de Cornell. "Sin duda, sería estupendo para quienes ya poseen bitcoines y sería igual de malo para los contribuyentes".
Pero el mero hecho de que se esté considerando la posibilidad de crear una reserva de bitcoines es una señal del drástico cambio en los vientos políticos tras un año de represión reguladora del sector de las criptomonedas.
Brad Garlinghouse, director ejecutivo de la empresa de criptomonedas Ripple, indicó en una entrevista que hace poco cenó con Trump en Mar-a-Lago, en Florida, y que animó al presidente electo y a sus asesores a establecer una reserva federal con bitcoines y otras criptomonedas, incluida XRP, una moneda con vínculos estrechos con el negocio de Ripple.
"Se preocupa por estar de verdad a la altura del legado que desea dejar de ser el criptopresidente", afirmó Garlinghouse.
Las dos propuestas de 50 páginas para la nueva política, publicadas por un grupo partidario del bitcoin, han circulado entre ejecutivos del sector y aliados de Trump. Además, en semanas recientes, la senadora republicana de Wyoming Cynthia Lummis, una franca defensora de las criptomonedas, ha dialogado con el equipo de transición de Trump, incluidos los candidatos al Gabinete, sobre un plan a cinco años para la compra de 1 millón de bitcoines, según dos personas con conocimiento del asunto.
Cuando se le pidió algún comentario para este artículo, Brian Hughes, portavoz del equipo de transición de Trump, declaró que el presidente electo "cumplirá su promesa de fomentar el liderazgo estadounidense en criptomonedas y otras tecnologías emergentes".
Durante años, los entusiastas del bitcoin han especulado sobre una reserva del gobierno estadounidense: una reserva de oro digital además de las reservas de oro real del país. Las autoridades federales tienen unos 200.000 bitcoines por incautaciones relacionadas con delitos, incluidos miles de millones de dólares de la criptomoneda de los piratas informáticos que saquearon la Ruta de la Seda, un mercado de drogas en línea.
Pero la idea de que Estados Unidos conservara esos bitcoines para siempre o adquiriera más en el mercado abierto no cobró fuerza hasta que Trump expresó su aceptación de las criptomonedas en campaña, tras haberlas tachado de "estafa" en 2021.
En julio, poco antes de su intervención en una popular conferencia sobre Bitcoin en Nashville (Tennessee), Trump se reunió en privado con un grupo de ejecutivos de criptomonedas y planteó la idea de una reserva de bitcoines, compartió Nathan McCauley, que asistió a la reunión y dirige Anchorage Digital, empresa que ofrece opciones de almacenamiento para monedas digitales. En el escenario de la conferencia, Lummis presentó un proyecto de ley, la Ley BITCOIN, que propone que el gobierno de Estados Unidos compre 1 millón de bitcoines en un plazo de cinco años.
En su discurso, Trump no le pidió explícitamente al gobierno que comprara más bitcoines. Pero sí prometió convertir los que ya tiene la nación en el "núcleo" de una "reserva nacional de bitcoines" y elogió la criptodivisa por ser una "maravilla de la tecnología". Pareció redoblar la promesa en una entrevista el mes pasado en la Bolsa de Valores de Nueva York, cuando le preguntaron si crearía una reserva de criptomonedas. "Sí, creo que sí", respondió.
En vísperas de la toma de posesión de Donald Trump, la industria de las criptomonedas está presionando a la administración entrante para que ejecute un plan que habría parecido inimaginable hace apenas un año: un programa gubernamental para comprar y conservar miles de millones de dólares en bitcoines. (Juanjo Gasull/The New York Times)
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