El tiroteo en Portland amplifica las tensiones en la carrera presidencial

Por Mike Baker, Thomas Kaplan y Shane Goldmacher

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Foto: Mathieu Lewis-Rolland/via REUTERS
Foto: Mathieu Lewis-Rolland/via REUTERS

El fin de semana, un tiroteo en el que una persona perdió la vida en Portland, Oregon, llevó al presidente Donald Trump a desatar un torrente de tuits y ataques el domingo, para cerrar una semana volátil de violencia callejera que se está convirtiendo en un tema importante en las últimas semanas de la campaña del 2020.

El sábado, un hombre afiliado a un grupo de derecha fue asesinado a tiros mientras una numerosa caravana de partidarios de Trump atravesaba en automóvil el centro de Portland, donde desde hace tres meses consecutivos se han desarrollado protestas nocturnas. No se ha identificado públicamente a ningún sospechoso ni tampoco se ha dado a conocer el nombre de la víctima.

La balacera tuvo lugar la misma semana en que un joven de 17 años, quien portaba un arma de estilo militar, fue acusado de homicidio en relación con los tiroteos ocurridos durante una protesta en Kenosha, Wisconsin, en la cual murieron dos personas y una resultó herida.

La manifestación a favor de Trump en Portland atrajo a la ciudad a cientos de simpatizantes que llenaron camiones adornados con banderas de Trump. En ocasiones, los seguidores de Trump y los contramanifestantes se enfrentaron en las calles, hubo peleas a puñetazos y los partidarios de Trump dispararon pistolas de pintura desde las cajas de camionetas pickup mientras los manifestantes les arrojaban objetos.

El domingo por la mañana, Trump tuiteó o retuiteó una serie de mensajes sobre los enfrentamientos en Portland, muchos de los cuales atacaban al alcalde demócrata de la ciudad, Ted Wheeler. El presidente retuiteó un video que mostraba a sus seguidores disparando bolas de pintura y gas pimienta contra las multitudes en Portland antes del tiroteo en el que murió una persona. Trump escribió que “la gran reacción que se está produciendo en Portland no puede ser inesperada”, un ejemplo claro de un presidente que parece apoyar la confrontación en lugar de calmar una situación volátil.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Foto: REUTERS/Leah Millis
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Foto: REUTERS/Leah Millis

El tiroteo repercutió de inmediato en una campaña presidencial que ahora entra en su periodo más intenso y se produjo después de una Convención Nacional Republicana en la que el presidente había tratado de reformular la contienda de 2020 como una elección de “ley y orden”.

Durante el fin de semana, los encargados de la campaña de Joe Biden se vieron desbordados por la preocupación y los consejos no solicitados de partidarios y aliados que sugerían la necesidad de una respuesta contundente y frontal. El domingo, Biden emitió una declaración en la que acusó a Trump de “alentar de manera temeraria” la violencia, mientras que condenó “la violencia de manera contundente”.

“Condeno la violencia sea cual sea su tipo y origen, ya sea de izquierda o de derecha”, dijo Biden. “Y reto a Donald Trump a hacer lo mismo”, agregó.

Biden siguió hablando de este tema en un discurso en Pittsburgh el lunes y en su campaña se está discutiendo un posible viaje a Kenosha pronto. Sin embargo, la campaña de Biden quiere evitar dejarse arrastrar por una estrategia prolongada en la que el centro de atención sean los disturbios en las calles, que su equipo ve como un esfuerzo de la campaña Trump para distraer a la gente de la pandemia del coronavirus y la resultante recesión económica, que ha llevado a millones de personas al desempleo.

El candidato presidencial por el Partido Demócrata, Joe Biden, durante un discurso sobre la violencia que tiene lugar en el marco de las protestas contra la desigualdad racial. Foto:  REUTERS/Alan Freed
El candidato presidencial por el Partido Demócrata, Joe Biden, durante un discurso sobre la violencia que tiene lugar en el marco de las protestas contra la desigualdad racial. Foto: REUTERS/Alan Freed

Al mismo tiempo, el domingo, Chad F. Wolf, el secretario interino de Seguridad Nacional, dejó abierta la posibilidad de enviar a las autoridades federales a sofocar los disturbios en Portland.

Durante una entrevista en el programa “This Week” de la cadena ABC, Wolf dijo que “todas las opciones siguen sobre la mesa” para desplegar más agentes federales en Portland, a pesar de la fuerte oposición de los líderes locales, quienes afirman que esos equipos tácticos solo han aumentado las tensiones.

En una conferencia de prensa vespertina en el ayuntamiento, Wheeler declaró que el tiroteo le había causado mucho pesar y denunció la violencia. Sin embargo, señaló el mensaje combativo e inflexible de Trump como generador de la creciente polarización y violencia en el país e hizo un llamado al presidente para que trabaje con él y con otros para ayudar a disminuir las tensiones.

“¿Señor presidente, en serio se pregunta por qué es la primera vez en décadas que Estados Unidos ha visto este nivel de violencia? Es usted quien ha creado el odio y la división”, afirmó Wheeler.

Añadió: “Necesitamos restaurarnos. El presidente necesita restaurarse. Yo necesito restaurarme. Esta comunidad necesita restaurarse. Estados Unidos necesita restaurarse. Y será necesario su liderazgo en la Casa Blanca y será necesario mi liderazgo aquí en el ayuntamiento para lograrlo”.

Trump respondió de inmediato a los comentarios del alcalde Wheeler, se burló y lo llamó “chiflado” y “tonto”.

Le gustaría culparnos a mí y al gobierno federal por entrar, pero aún no ha visto nada”, escribió el presidente en Twitter.

Trump planea visitar Kenosha el martes, aunque tanto el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, demócrata, como el alcalde de Kenosha, John Antaramian, también demócrata, le instaron a reconsiderar. “Me preocupa que su presencia solo obstaculice nuestra sanación”, dijo Evers.

Judd Deere, un vocero de la Casa Blanca, dijo: “La Casa Blanca ha recibido una lección de humildad gracias al acercamiento de residentes de Kenosha que ven con buenos ojos la visita del presidente y buscan liderazgo para apoyar a las autoridades locales y a los comercios que han sido vandalizados. El presidente Trump ansía visitarlos el martes y ayudar a esta gran ciudad a sanar y reconstruirse”.

Una escena de las protestas en la ciudad de Portland. Foto: Mathieu Lewis-Rolland/REUTERS REFILE
Una escena de las protestas en la ciudad de Portland. Foto: Mathieu Lewis-Rolland/REUTERS REFILE

La escalada de tensiones y violencia en el transcurso de la semana pasada llegó tres meses después del asesinato de George Floyd bajo custodia policial en Minneapolis. La muerte de Floyd provocó una protesta nacional en contra de la policía y la injusticia racial y dio lugar a protestas en ciudades de todo el país, algunas de las cuales han venido acompañadas de saqueos y violencia.

Por ahora, la campaña de Biden está tratando de centrarse en lo que dice es la ironía de que Trump sea el actual presidente, pero está tratando de culpar a su contrincante por las escenas de violencia durante su mandato.

“Él continúa hablando de cómo sería el Estados Unidos de Biden, pues bueno, este es el Estados Unidos de Trump”, dijo Cedric L. Richmond, representante demócrata de Luisiana y copresidente nacional de la campaña de Biden, en el programa “Meet the Press” de la cadena NBC.

Pero la violencia y el malestar en las calles es un tema que Trump está ansioso por realzar.

En “Meet the Press”, Mark Meadows, jefe de personal de la Casa Blanca, describió a Trump como alguien que está “a favor de la aplicación de la ley y del Estado de derecho” y habló de la violencia en las “ciudades demócratas”.

“La mayor parte del Estados Unidos de Donald Trump es pacífico”, dijo Meadows. “Esta mañana estamos hablando de una ciudad demócrata en Portland, que ayer mismo se negó una vez más a recibir ayuda del gobierno federal”.

c.2020 The New York Times Company