
Las bóvedas de semillas desempeñan un papel esencial para la supervivencia de la humanidad en contextos de crisis, como guerras, desastres naturales o el avance del cambio climático. Ubicada en el Ártico, la Bóveda Global de Semillas de Svalbard custodia cerca de 1,38 millones de muestras de semillas representando una diversidad agrícola mundial, según detalló Popular Science.
El reciente caso de recuperación de cultivos tras la guerra en Siria demuestra que estos bancos genéticos facilitan la reconstrucción de sistemas alimentarios devastados, consolidándose como elementos clave para la seguridad alimentaria del futuro.

¿Qué son las bóvedas de semillas y por qué existen?
Los bancos de semillas, también llamados “genebancos”, son biorepositorios donde se almacena material genético vegetal (principalmente semillas) con el objetivo de preservar la diversidad genética de cultivos a través del tiempo.
El origen de estos bancos se remonta a la década de 1940 en Leningrado, cuando 9 científicos murieron durante el asedio alemán por proteger una valiosa biblioteca mundial de semillas. Esta misión reflejaba la visión del botánico ruso Nikolai Vavilov, quien dedicó su vida a crear un repositorio universal para conservar especies vegetales y combatir el hambre.
Vavilov realizó 115 expediciones en 64 países, reuniendo 380.000 muestras que sentaron las bases de los actuales genebancos. Actualmente existen cientos de estos repositorios en todo el planeta. “Casi todos los países cuentan con su propio banco nacional de semillas”, afirmó Stefan Schmitz, director ejecutivo de Crop Trust.

Diversidad genética como escudo contra el hambre
La conservación de una amplia diversidad genética resulta crucial para prevenir crisis alimentarias. Un ejemplo histórico es la hambruna irlandesa, causada en parte por la dependencia de una sola variedad de patata: una enfermedad devastó todo el cultivo nacional.
Para reducir este tipo de vulnerabilidades, entidades como el International Center for Agricultural Research in the Dry Areas (ICARDA), con sedes en Marruecos y Líbano, mantienen colecciones que abarcan desde parientes silvestres hasta variedades locales ancestrales. Muchas de estas semillas han evolucionado durante milenios y revelan cómo las especies vegetales pueden adaptarse a condiciones extremas como calor, salinidad o sequía.
De acuerdo con Athanasios Tsivelikas, responsable del genebanco de ICARDA en Marruecos, proteger esta diversidad significa “hablar de resiliencia climática y de adaptación a entornos extremos”, aspectos que son cada vez más importantes frente a los desafíos del calentamiento global.
Red de seguridad global: el respaldo de Svalbard
A pesar de los avances tecnológicos, la seguridad de los genebancos puede estar amenazada por cortes eléctricos, conflictos bélicos o desastres naturales. Por ese motivo, en 2008 se inauguró la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, ubicada en el permafrost noruego cercano al Polo Norte.
El frío natural del entorno asegura la viabilidad de las semillas incluso en caso de fallos eléctricos graves. Actualmente, Svalbard resguarda 1.378.238 muestras y tiene capacidad para albergar muchas más en el futuro. Schmitz describió el recinto como “nada más que una enorme instalación de respaldo”, subrayando que, si una de las más de 800 colecciones del mundo desapareciera por tormentas, incendios, terremotos o conflictos, Svalbard garantiza un duplicado de seguridad.

Casos en Siria y Sudán con semillas para la reconstrucción
El valor tangible de estos sistemas quedó demostrado durante la guerra en Siria. Desde 2011, los responsables del genebanco de ICARDA en Siria enviaron duplicados de sus especies a Svalbard bajo el sistema de “caja negra”, que permite custodiar las semillas sin ceder su uso a terceros.
En 2014, el banco sirio debió ser evacuado a raíz de la guerra civil, un hecho que el director Schmitz consideró “el mayor desastre conocido para un genebanco”. Tsivelikas relató en Popular Science la prudencia de sus colegas sirios, quienes, previendo diferentes escenarios, habían asegurado duplicados en Noruega.
Cuando se inauguraron nuevas instalaciones en Marruecos y Líbano, las semillas se recuperaron desde Svalbard, restaurando la colección original. ICARDA fue el primer genebanco en recurrir a este mecanismo de rescate, un modelo que ahora replica Sudán, donde trabajadores agrícolas, en medio del conflicto armado actual, también depositan duplicados en la bóveda internacional para garantizar la recuperación agrícola futura.

Más allá de almacenar: investigación, acceso y cooperación
Además de su función de custodia, las bóvedas de semillas constituyen una herramienta invaluable para la investigación agrícola, la mejora genética y el apoyo a comunidades agrícolas tras emergencias. Científicos y mejoradores de plantas pueden solicitar muestras a cualquier genebanco con el objetivo de desarrollar cultivos más nutritivos o resistentes ante condiciones adversas.
De acuerdo con Schmitz, estos bancos actúan como redes de seguridad agrícola, asistiendo a los agricultores con semillas adaptadas, útiles tras desastres o desplazamientos. Por otra parte, el sistema de “caja negra” incentiva la colaboración y el resguardo mutuo entre instituciones, fortaleciendo la seguridad y evitando la pérdida irreparable de material genético valioso.
De este modo, los bancos de semillas no solo impulsan la innovación científica en agricultura, sino que también resultan determinantes para que las comunidades rurales y los sistemas alimentarios puedan recuperarse tras situaciones adversas.
Últimas Noticias
Japón proveerá drones y tecnología a Argentina, Uruguay, Perú y Ecuador para frenar la pesca ilegal china
Tokio destinó USD 1,9 millones para equipar a cuatro países sudamericanos con sistemas de vigilancia marítima. Las flotas chinas operan con transpondedores GPS apagados en aguas internacionales limítrofes y son sospechosas de mapeo del lecho marino

Zelensky confirmó la realización de una cumbre en Francia para buscar el fin de la invasión rusa a Ucrania
La cita diplomática, que reunirá a asesores y líderes internacionales en París, busca avanzar en acuerdos para la protección de Kiev y la construcción de un marco que permita consolidar la paz en el conflicto con Rusia

Los estudiantes universitarios se suman a las protestas contra la crisis económica en Irán: “Muerte al dictador”
Las manifestaciones se extendieron el martes a centros de estudio de Teherán e Ispahan en el tercer día de movilizaciones. Las fuerzas de seguridad rodearon el dormitorio de las facultades en la capital del país y cerraron sus puertas


