Tiene 90 años, sigue salvando animales en Reino Unido y no planea retirarse

Una mujer de 90 años en el Reino Unido ha dedicado más de medio siglo a rescatar animales y no tiene intención de detenerse. Según informó SWNS, Barby Keel, fundadora del Santuario de Animales Barby Keel en Sussex, ha salvado a más de 10.000 animales del abuso y el abandono desde que comenzó esta labor en la década de 1970.

A pesar de su avanzada edad, Keel continúa cuidando a cientos de diariamente y asegura que seguirá funcionando mientras pueda mantenerse en pie.

El santuario, que abarca casi 5 hectáreas, alberga actualmente a más de 600 animales, incluidos 160 gatos, 16 cerdos, 8 perros, 6 caballos, 100 gallinas y 80 conejos, entre otros. Aunque algunos de estos animales se encuentran en nuevos hogares, la mayoría permanece en el santuario para vivir allí el resto de sus días.

Keel explicó que su compromiso con los animales comenzó cuando un soldado británico le pidió que cuidara de su perro mientras estaba destinado en Irlanda del Norte. El perro, al parecer, decidió quedarse con ella, marcando el inicio de una vida dedicada al rescate animal.

En sus primeros años, Keel acogió a más perros y gatos, y pronto organizaciones como el Bexhill Cats Club comenzaron a solicitar su ayuda para cuidar a más animales. En poco tiempo, su hogar se convirtió en un refugio para gatos, perros y animales de granja como ovejas, vacas, cerdos y cabras.

Durante las primeras dos décadas, Keel gestionó el santuario completamente solo, pero ahora cuenta con un equipo de voluntarios que la asiste en las tareas diarias. A pesar de ello, sigue involucrada en el cuidado directo de los animales, alimentando a los gatos cada mañana y supervisando las operaciones del lugar.

El santuario opera como una organización sin fines de lucro y depende exclusivamente de donaciones para mantenerse. Recientemente, reabrió sus puertas al público, ofreciendo entrada gratuita todos los domingos hasta octubre de 2025.

Los visitantes pueden recorrer las instalaciones, conocer a los animales, disfrutar de una cafetería, una tienda de recuerdos y un vivario. Además, Keel ha implementado una tienda en el lugar donde vende comida para mascotas a precios accesibles, utilizando el dinero de su pensión para comprar los productos al por mayor. Según explicó, la reapertura fue un éxito, atrayendo a numerosos visitantes.

A lo largo de los años, Keel ha enfrentado desafíos personales y profesionales. En una ocasión, terminó una relación de largo plazo después de que su pareja le diera un ultimátum: elegir entre él o los animales. Para Keel, la decisión fue clara. “Mis animales son lo primero y siempre lo serán”, afirmó.

Aunque admite que el trabajo puede ser agotador, encuentra motivación en los momentos de conexión con los animales. “Hay días que estoy destrozada; es un trabajo duro. Pero entonces me tocan la nariz o me miran, y recuerdo por qué hago esto”, declaró.

A pesar de su edad, Keel mantiene una rutina activa y rara vez se toma un día libre. Solo sale del santuario ocasionalmente para realizar compras o participar en actividades recreativas, como jugar con un equipo local de dardos masculino. Aunque ya no se ocupa de los animales más grandes debido a sus limitaciones físicas, sigue comprometido con el bienestar de los residentes del santuario.

“Sé que me estoy haciendo mayor, así que conozco mis limitaciones”, comentó, agradeciendo el apoyo de su equipo de voluntarios y del público que contribuye con donaciones.

El legado de Keel es un testimonio de su dedicación inquebrantable hacia los animales necesitados. Con más de cinco décadas de experiencia, su santuario no solo ha salvado millas de vidas, sino que también ha creado un espacio donde los animales pueden vivir en paz y seguridad.