Este viernes, un bombardeo israelí causó al menos un muerto y siete heridos en una vivienda en la localidad de Ahmadiya, al sur del Líbano, según confirmó el Ministerio de Salud Pública de este país. Entre los heridos se encuentran cuatro menores que fueron atendidos en una sala de emergencias.
Este ataque se enmarca dentro de una serie de operativos selectivos atribuidos a Israel en la región. Según el canal libanés Al Manar, el ataque, llevado a cabo por un dron, tenía como objetivo una vivienda en Ahmadiya, ubicada en el distrito de la Bekaa Occidental. Por el momento, no se tiene información sobre el blanco del ataque ni su posible afiliación a algún grupo armado.
Frecuentemente, Israel enfoca sus ataques en combatientes del Hezbollah, aunque también han sido dirigidos contra miembros de facciones palestinas u otras formaciones locales menores como la sunnita Jamaa al Islamiya.
En lo que va de viernes, el movimiento chií ha reivindicado, por su parte, un total de siete acciones contra el norte de Israel. Entre ellas destaca una operación con “un escuadrón de drones de ataque” contra la base militar de Filon, que sirve de cuartel general a la División 210 del Ejército israelí y se ubica “al sureste de la ciudad ocupada de Safed”, alejada de la frontera con el Líbano.
Según un comunicado de la formación libanesa, se trató de una respuesta a un bombardeo israelí que anoche mató a tres personas a las afueras de la ciudad de Nabatieh, en el sur del Líbano, donde fueron alcanzadas dos motocicletas.
El Ministerio de Salud Pública libanés confirmó entonces que entre los fallecidos había un niño, mientras que Hezbollah anunció posteriormente dos bajas en sus filas.
Este intercambio de ataques se da en un contexto de fuego cruzado que ha persistido por más de once meses, a raíz del conflicto en Gaza, cuando Hezbollah, en solidaridad con el pueblo gazatí, comenzó a lanzar ofensivas contra el Estado Hebreo.
La frontera entre Israel y el Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006. Hasta ahora esta situación se ha cobrado la vida de unas 650 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbollah, que ha confirmado al menos 395 bajas, algunas en Siria.
En el Líbano han fallecido también al menos 124 civiles, incluidos 19 menores y tres periodistas; además de unos 77 integrantes de otras milicias y dos soldados libaneses.
En Israel han muerto 50 personas en el norte: 24 militares y 26 civiles, incluidos 12 menores y adolescentes en un ataque en los Altos del Golán sirios ocupados.
La semana pasada, se ha dado a conocer que agosto fue el mes en el que la milicia chií libanesa lanzó más cohetes contra territorio israelí desde que ambas partes iniciaron un intercambio fuego, según los datos de la agencia de inteligencia interior, el Shin Bet.
La agencia, en datos recogidos por medios locales, señaló que la cifra se ha ido incrementando gradualmente hasta alcanzar su mayor pico en verano: en enero fueron 334 cohetes, 534 en febrero, 746 en marzo, 744 en abril, 1.000 en mayo, 855 en junio y 1.091 en julio.
El aumento del número de cohetes disparados por parte del grupo proiraní, sin embargo, no supera los ataques aéreos israelíes perpetrados contra territorio libanés, según un análisis de finales de agosto del centro de investigación Beirut Urban Lab.
Según este centro, Hezbollah ha lanzado unas 1.700 andanadas de cohetes -que pueden englobar cientos de proyectiles cada una- sobre territorio israelí desde el pasado octubre, mientras que el Ejército ha lanzado más de 7.400 contra el Líbano.
(Con información de EFE)