El ex premier libanés Saad Hariri agradeció a Macron por recibirlo en París: "Dio prueba de una amistad infalible que nunca olvidaré"

Tras almorzar en el Elíseo con el mandatario francés, el dimisionario gobernante confirmó que regresaría a Beirut el miércoles para "aclarar" su postura sobre la crisis política en el Líbano

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(AFP PHOTO / Thomas Samson)
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El primer ministro libanés dimisionario Saad Hariri se reunió este sábado en París con el presidente francés, Emmanuel Macron, para intentar encontrar una salida a la crisis libanesa, antes de regresar el miércoles a Beirut.

Tras un almuerzo con el mandatario francés y su mujer, Brigitte, en compañía de su esposa y su hijo mayor, Hariri confirmó que regresaría a Beirut en "los próximos días", como muy tarde el miércoles, para participar en las celebraciones de la fiesta nacional, el 22 de noviembre, y que sería allí donde daría a conocer su "posición sobre todos los temas".

Agradeció el "apoyo" de Francia y su presidente. "Francia ha demostrado una vez más la grandeza de su papel en el mundo y en la región. Prueba su apego con el Líbano y su estabilidad", declaró. "Agradezco al presidente Emmanuel Macron por su apoyo, dio prueba de una amistad infalible que nunca olvidaré", agregó al abandonar el Eliseo.

Su avión privado aterrizó a las 07:00 locales en el aeropuerto de Le Bourget, cerca de París, procedente de Arabia Saudita.

"Ahlan wa sahlan! Bienvenido a París Saad Hariri", tuiteó el presidente Macron, junto a un video grabado en el Elíseo.

Poco antes, Macron se había entrevistado por teléfono con el presidente libanés, Michel Aoun, quien la confirmó que Hariri "estará en Beirut el 22 de noviembre, el día de la fiesta nacional", como lo había anunciado anteriormente la presidencia libanesa.

"El presidente Aoun recibió esta mañana una llamada telefónica de Hariri informándole de que viajará a Líbano para participar en la celebración de la fiesta de la independencia", había tuiteado la presidencia libanesa.

Francia, ex potencia mandataria de Líbano, invitó a Hariri y su familia a pasar "unos días" en París para buscar una solución a la crisis provocada por su dimisión. Una propuesta aceptada por el dirigente libanés con el acuerdo de su aliada Arabia Saudita.

Antes de abandonar Riad el viernes por la noche, Hariri se entrevistó con el hombre fuerte del reinado saudita, el príncipe heredero Mohamed bin Salmán. "Mantuvo una excelente reunión, fructuosa y constructiva con el príncipe heredero", afirmó a la AFP una fuente cercana a Hariri que requirió el anonimato.

(AFP PHOTO / BERTRAND GUAY)
(AFP PHOTO / BERTRAND GUAY)

La estancia de Hariri en Arabia Saudita y el hecho de que no regresara a Líbano para entregar por escrito su dimisión al presidente de la República, como lo exige la tradición, provocaron numerosas especulaciones.

Y las recientes declaraciones del presidente Aoun, que calificó a Hariri de "rehén" de Arabia Saudita, aumentaron las dudas sobre la situación real del primer ministro.

"Decir que estoy retenido en Arabia Saudita y [que tengo] prohibido abandonar el país es una mentira. Estoy de camino al aeropuerto", escribió Hariri en Twitter antes de su salida de Riad.

Tensiones entre Riad y Berlín

La llegada a París de Saad Hariri fue "expresamente saludada" por el ministerio alemán de Relaciones Exteriores. "A raíz de la situación actual (en Oriente Próximo) tenemos grandes preocupaciones respecto a la estabilidad de la región y llamamos a todas las partes a reducir las tensiones", señaló un portavoz del ministerio en un comunicado.

Riad llamó este sábado a consultas a su embajador en Berlín para protestar contra declaraciones del ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, que había insinuado que Hariri está bajo la influencia de Riad, anunció la agencia de noticias oficial SPA.

El jueves, Gabriel declaró durante una rueda de prensa con su homólogo libanés, Gebran Bassil, en Berlín que "Líbano corría el riesgo de recaer en graves enfrentamientos políticos y quizá militares".

"Para evitar esto, necesitamos especialmente el regreso del primer ministro actual", declaró, y consideró que Líbano "no debe convertirse en un juguete de (…) Siria, Arabia Saudita u otros".

"Esas declaraciones son dudosas, basadas en informaciones erróneas y no ayudan a la estabilidad en la región", comentó el portavoz del ministerio saudita de Relaciones Exteriores, citado por SPA.

"Provocaron la sorpresa de Arabia Saudita (…) que considera que no representan la posición del gobierno alemán amigo, que es un socio fiable en la lucha contra el terrorismo y el extremismo y en la acción para establecer la seguridad en la región", añadió el portavoz.

Hariri, de 47 años, tiene la nacionalidad saudita y posee una residencia en Riad donde vive su familia. Tomó el testigo político de su padre, Rafic Hariri, ex primer ministro asesinado en un atentado en Beirut en 2005 por el que fueron acusados cinco miembros del movimiento chiita libanés Hezbollah.

Al anunciar su dimisión desde Riad, Hariri denunció el "control" ejercido por Hezbollah, miembro del gobierno y aliado de Irán, sobre la vida política de Líbano, y dijo temer por su vida, coincidiendo con las críticas sauditas a las supuestas injerencias de su rival iraní en Oriente Próximo.

Con información de AFP y ANSA

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