Marcelo Ebrard condenó el asesinado de dos jesuitas en Chihuahua

El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, condenó el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campo Morales y Joaquín Mora Salazar en Cerocahui, Chihuahua, ocurrido el pasado lunes dentro del templo de su congregación en dicha localidad.

El funcionario lamentó el suceso a través de un mensaje en su cuenta verificada de Twitter: “Condeno el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, Chihuahua. Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, ambos dedicados a hacer el bien y propagar su fe católica. A todos nos agravia y compromete a buscar la justicia como lo ha dicho el Presidente López Obrador”.

Asimismo, el mandatario Andrés Manuel López Obrador (AMLO) indicó por medio de una conferencia de prensa que ya se tiene información de los presuntos responsables del homicidio, al tiempo que reconoció el nivel de violencia que se vive en el lugar. “Es una zona con bastante presencia de la delincuencia organizada. Parece que ya se tiene información sobre los posibles responsables de estos crímenes”, reveló el ejecutivo.

De acuerdo con las primeras versiones, los clérigos intentaron ayudar a un hombre identificado como Pedro Eliodoro, quien acudió al recinto religioso huyendo de un presunto agresor. Fue así que el hombre armado arremetió contra los tres individuos, quienes fallecieron en el lugar para luego ser sustraídos.

Según información filtrada por medios locales, el presunto culpable del atentado fue el líder criminal José Noel Portillo, alias El Chueco, dirigente de un grupo criminal considerado como brazo armado del Cártel de Sinaloa.

Por su parte, la comunidad jesuita en México condenó los hechos, al tiempo que reveló que no son sucesos aislados. “La sierra tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas. Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida, como hoy fueron asesinados nuestros hermanos”, compartieron a través de un comunicado.

También, la Compañía de Jesús exigió justicia y protección para la comunidad. “Condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia y la recuperación de los cuerpos de nuestros hermanos que fueron sustraídos del templo por personas armadas [...] Demandamos que de forma inmediata se adopten todas las medidas de protección para salvaguardar la vida de nuestros hermanos jesuitas, religiosos, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui”, compartieron.

A la indignación se han sumado otros funcionarios, personajes públicos y asociaciones, al tiempo que las exigencias de justicia se acrecientan. La gobernadora de la entidad, Maru Campos, se sumó a las denuncias por medio de un mensaje a través de Twitter: “Lamento y condeno los hechos ocurridos en Cerocahui, en el que perdieron la vida los sacerdotes jesuitas, Javiero Campos y Joaquín Mora”.

El homicidio tuvo lugar durante la tarde del pasado 20 de junio, donde los sacerdotes de 79 y 81 años perdieron la vida, presuntamente a manos de El Chueco, quien -se cree- es el líder del grupo delictivo “Gente Nueva” y que tiene amagada a la producción forestal en la región tarahumara. También, se afirma obliga a los rarámuris a abandonar sus comunidades para hacerse de éstas, de acuerdo con un reportaje de Proceso.

Al Capo se le vincula, del mismo modo, con el grupo armado que mató a la periodista Miroslava Breach, así como ser el responsable del asesinato de varios defensores indígenas de los bosques. Por su parte, El Chueco controla la siembra y producción de amapola en la parte alta de la sierra Tarahumara, en los municipios de Urique, Uruachi y Guazapares.

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