Registro de violencia y terror: las omisiones en la tragedia del Querétaro- Atlas

Especialistas en seguridad señalan una por una las omisiones que hubo detrás de la tragedia en La Corregidora de Querétaro y señalan que la responsabilidad no es solo del Club Gallos Blancos, sino también de las autoridades estatales y locales

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Las omisiones de la tragedia en Querétaro (Ilustración: Jovani Pérez/Infobae)
Las omisiones de la tragedia en Querétaro (Ilustración: Jovani Pérez/Infobae)

La tragedia en Querétaro se pudo haber evitado. Especialistas, antecedentes, legislaciones, reglamentos nacionales e internacionales, así como las prácticas de las autoridades locales y la empresa de seguridad privada contratada, dan muestra de ello.

La tarde del sábado 5 de marzo el estadio de La Corregidora, en Querétaro, se convirtió en un escenario de violencia desmedida cuando aficionados de los Gallos Blancos y del Atlas se enfrentaron en las gradas, los túneles, la cancha y hasta en las afueras del inmueble.

Las imágenes captadas por las cámaras de Fox Sports, la televisora que transmitía el partido, así como de los teléfonos de testigos, víctimas y victimarios que publicaron en redes sociales, arrojaron evidencia de la brutalidad de lo acontecido, pero también de las omisiones en materia de seguridad y protección civil.

“Sí, definitivamente”, respondió Fernando Polanco Sánchez, coordinador de la Comunidad de Protección Civil de Asis International Capítulo México, al ser cuestionado si los hechos ocurridos en Querétaro se pudieron haber evitado. Mientras que el consultor y analista en seguridad, Alexei Chévez, dijo “Por su puesto”, ante la misma pregunta.

Ambos especialistas explicaron en entrevista a Infobae México las serie de omisiones que detectaron durante el encuentro entre Gallos Blancos y Atlas, mismas que derivaron en una batalla campal que dejó un saldo oficial de 26 heridos y ningún muerto.

Varias fueron las omisiones durante el partido en Querétaro. EFE/Sebastián Laureano Miranda
Varias fueron las omisiones durante el partido en Querétaro. EFE/Sebastián Laureano Miranda

Las omisiones antes del encuentro

Tanto Fernando Polanco Sánchez como Alexei Chévez coinciden en señalar cuáles fueron las principales omisiones que se dieron durante el encuentro en La Corregidora y que desembocaron la tragedia.

Se tuvo que hacer un análisis previo al partido, donde se identificaran los riesgos del encuentro, las medidas de prevención, de mitigación, de disuasión y de reacción, dijo Polanco Sánchez. En ese momento, se tuvo que detectar el antecedente de rivalidad entre ambos equipos y actuar en consecuencia.

“Se sabía perfectamente de esta rivalidad (entre Atlas y Gallos Blancos) y es de extrañarse que a estas alturas, cuando hay directrices claras en la Femexfut, programas especiales de seguridad y protección civil, cuando la autoridad reguladora está obligada a implementar dispositivos de seguridad pública en la medida que el riesgo lo demanda, haya resultado de esa manera”, dijo Fernando Polanco Sánchez.

Otra de las omisiones fue la ubicación y el fácil acceso de las “porras” de ambos equipos. Así lo explicó Alexei Chévez: “Hay que prever siempre dónde vamos a acomodar a las ‘barras’, ponerlas de manera que no estén cercanas, no podemos meter una cerca de otra”. En ese mismo sentido Polanco Sánchez aseguró que las “porras” debieron separarlas en las cabeceras del estadio con un control estricto de los accesos a estas zonas.

No solo los especialistas señalan esta omisión, sino también la FIFA en su Reglamento de Seguridad en los Estadios, en el apartado de “Evaluaciones de Riesgo”, señala que se deben de tomar en cuenta la rivalidad entre los equipos y la necesidad de separar a grupos de aficionados.

Reglamentos nacionales e internacionales son claros sobre las medidas que hay que tomar para evitar incidentes violentos en los partidos de futbol.  EFE/Sebastián Laureano Miranda
Reglamentos nacionales e internacionales son claros sobre las medidas que hay que tomar para evitar incidentes violentos en los partidos de futbol. EFE/Sebastián Laureano Miranda

La regulación de la Femexfut ahonda aún más en cuanto al manejo de las “barras” en su Reglamento de Seguridad para Partidos Oficiales y en el Reglamento de Sanciones.

En ambos se detalla que todos los clubes deben de tener un padrón de credencialización de las porras con fotografía, huella digital, CURP y dirección vigente, además, se debe de entregar al inicio de la temporada y, de no hacerlo, la sanción es de 3 mil UMAs, alrededor de 288 mil pesos.

El responsable de las conductas de las “barras” durante un partido, según la Femexfut, es el club local, incluso tiene la obligación de establecer la comunicación adecuada con los líderes para buscar un acuerdo de respeto con el resto de los aficionados.

La última y principal omisión que ambos especialistas señalaron fue la capacidad y rapidez de respuesta de la seguridad ante el inicio de la trifulca en la tribuna de La Corregidora.

“Cuando empezó la primera confrontación, si hubiera existido la capacidad de detección y de reacción adecuada no se debió de haber generalizado de esta manera [...] Es como un fuego, cuando es incipiente lo puedes controlar, lo puedes mitigar y lo puedes sofocar”, explicó Polanco Sánchez.

Por su parte, Alexei Chévez mencionó que la empresa de seguridad privada se vio superada, no en cantidad necesariamente, sino en capacidad, pues no supo manejar la multitud. “El que haya seguridad, de cualquier naturaleza, en un estadio, 100, 200, mil o 2 mil, no es garantía de que sepan controlar o desacelerar este tipo de incidentes”.

La empresa privada de seguridad no fue capaz de evitar la tragedia en La Corregidora. EFE/Sebastián Laureano Miranda
La empresa privada de seguridad no fue capaz de evitar la tragedia en La Corregidora. EFE/Sebastián Laureano Miranda

Grupo de Seguridad Elite K9, la empresa que fue contratada por los Gallos Blancos, pedía requisitos mínimos para formar parte de su equipo justo en este encuentro: ser mayor de edad, no tener antecedentes penales, asistir al lugar con una identificación y vestido completamente de negro, pagaban 300 pesos. Tras la tragedia fue cancelada por el gobierno de Querétaro.

Como parte de la seguridad del partido entre Gallos Blancos y Atlas hubo 713 elementos de seguridad, la gran mayoría parte del Grupo de Seguridad Elite K9, con 358 elementos, más 105 en control de acceso y 250 entre policías estatales y municipales, quienes estuvieron fuera del Estadio.

“Hubo ingreso de objetos prohibidos, debilitamiento en la división de ambos grupos de animación, una evidente falta de mitigación y reacción desde que se detectó la amenaza, con lo cual puedo reiterar, con mis 20 años de participar en eventos masivos, que esto era totalmente prevenible, no debió de haber sucedido”, dijo Polanco Sánchez.

Esto viola varios incisos del artículo 49 del Reglamento de Sanciones de la Femexfut que dice que se deberá de contar con personal necesario para realizar revisiones que eviten la introducción de armas al estadio y con la fuerza pública, así como privada, para mantener el orden y evitar incidentes.

Elementos de la Policía de Querétaro supervisando la entrada de afición del Atlas en  La Corregidora. (Foto: Twitter)
Elementos de la Policía de Querétaro supervisando la entrada de afición del Atlas en La Corregidora. (Foto: Twitter)

Los responsables de la tragedia

El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, aseguró en conferencia de prensa que la responsabilidad de la tragedia era exclusivamente privada, es decir, del Club Gallos Blancos.

Sin embargo, Fernando Polanco Sánchez no coincide con el gobernador panista y asegura que también hay responsabilidad de las autoridades locales. “Para que un evento deportivo suceda tiene que intervenir, por supuesto, el club y la administración del estadio, pero también la autoridad municipal y la autoridad estatal”.

El especialista en seguridad en eventos masivos aseguró que hay una “responsabilidad tripartita”, porque no puedes hacer un evento deportivo de esta magnitud si no está autorizado por el ayuntamiento y el gobierno estatal en diferentes áreas, desde seguridad y protección civil, hasta mercantil, alimentos, bebidas, comercial y tesorería.

En contraste, Alexei Chévez señaló que el principal responsable en materia de seguridad es el club, los Gallos Blancos, explicó que el futbol es un negocio y ante la forma de abaratar sus costos “en lugar de contratar a una empresa acreditada, contratas una que te ofrece aparentemente lo mismo, pero más barato”.

Para el analista y consultor de seguridad, es el mismo “negocio” el que llevó a las “barras” al futbol mexicano, modelo que se trajo al futbol mexicano a finales de la década de los noventa proveniente de Sudamérica con la finalidad de hacer un mejor ambiente a los partidos, junto con la venta de alcohol que se fomenta a dentro de los estadios.

Mauricio Kuri, gobernador de Querétaro, Mikel Arriola, presidente de la Liga MX y el dueño de los Gallos Blancos (Foto: Twitter / @makugo)
Mauricio Kuri, gobernador de Querétaro, Mikel Arriola, presidente de la Liga MX y el dueño de los Gallos Blancos (Foto: Twitter / @makugo)

Las sanciones

Por el momento, el presidente de la Liga MX, Mikel Arriola, informó como medida tras la tragedia en La Corregidora, que se prohibirá la entrada a “barras” visitantes en los partidos. Además, se están analizando otras sanciones a los Gallos Blancos, incluyendo la pérdida de la categoría.

Los reglamentos de la Femexfut únicamente incluyen sanciones económicas y el veto del estadio cuando ocurren incidentes de este tipo.

El artículo 50 del Reglamento de Sanciones dice que el castigo a un club por una conducta impropia de la afición va desde el apercibimiento hasta multas de 2 mil UMAs y el veto del estadio, es decir, menos de 200 mil pesos. En el caso de que se trate de “sucesos más graves”, la sanción alcanza los 6 mil UMAs, poco más de medio millón de pesos.

Finalmente la Ley de Cultura Física y Deporte refiere en su artículo 154 que aquel que participe activamente en riñas se le sancionará con seis meses y hasta cuatro años de prisión. Mientras que aquellos que inciten o generen violencia, causen daños materiales o introduzcan al recinto armas de cualquier tipo recibirá desde un año y seis meses, hasta cuatro años de prisión.

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