“El Chalequero”: el primer asesino serial capturado en México que mató a 20 prostitutas

Sedentario, organizado y religioso: sus asesinatos eran motivados por el odio. Fue contemporáneo de “Jack, el destripador”

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Se vestía, para la época, de manera elegante y extravagante. Portaba un saco y un chaleco de charro y pantalones de cashmere (Foto: Jovani Pérez/Infobae)
Se vestía, para la época, de manera elegante y extravagante. Portaba un saco y un chaleco de charro y pantalones de cashmere (Foto: Jovani Pérez/Infobae)

Sedentario, organizado, y religioso: un destripador contemporáneo a Jack en el siglo XIX cuyos asesinatos eran motivados por el odio. Pero sus crímenes no horrorizaron en Londres sino en la Ciudad de México.

Francisco Guerrero Pérez era conocido como Antonio Prida. También se le conoce por ser el primer asesino serial capturado en México. Se le acusó de asesinar alrededor de 20 prostitutas entre los años de 1880 y 1888.

De acuerdo con Ricardo Ham, autor del libro México y sus asesinos seriales, Guerrero Pérez también asesinó a una mujer de la tercera edad cuya identificación como prostituta ha sido reportada de manera errónea.

El destripador del Río Consulado, El destripador mexicano, y El Barbazul mexicano eran solamente algunos de sus apodos, pero el más famoso fue El Chalequero.

Se vestía, para la época, de manera elegante y extravagante. Portaba un saco y un chaleco de charro y pantalones de cashmere.

El asesino nació en 1840 en la región de El Bajío y murió en noviembre de 1910 en el Palacio de Lecumberri (Foto: Facebook/@CriminologiaCriminalistica)
El asesino nació en 1840 en la región de El Bajío y murió en noviembre de 1910 en el Palacio de Lecumberri (Foto: Facebook/@CriminologiaCriminalistica)

El homicida era descrito como “guapo, elegante, galán, y pendenciero”, dijo una fuente anónima citada por Hernán Almaguer en un reportaje para su página Sangre y Plomo.

El asesino nació en 1840 en la región de El Bajío y murió en noviembre de 1910 en el Palacio de Lecumberri. El Chalequero nació en una familia pobre: el onceavo hijo de un matrimonio que se caracterizaba por los abusos de su madre y la ausencia de su padre.

Con 22 años de edad, en 1862 emigró a la Ciudad de México para trabajar para un zapatero, según el primer volumen del Libro Rojo de Gerardo Villadelángel.

Existen dos teorías sobre el origen del alias Chalequero. Una de ellas afirma que es porque el término se refiere a la expresión “a puro chaleco”: significa que cualquier mujer a la que se sintiera atraído sería su pareja sexual, quisiera o no, señala el libro Hábitos, normas y escándalo: prensa, criminalidad y drogas durante el Porfiriato tardío coordinado por Ricardo Pérez Montfort.

"El Chalequero" veía al sexo femenino solamente como un objeto desechable para sentir placer sexual (Foto: Facebook/@CriminologiaCriminalistica)
"El Chalequero" veía al sexo femenino solamente como un objeto desechable para sentir placer sexual (Foto: Facebook/@CriminologiaCriminalistica)

La otra es porque simplemente siempre vestía con chalecos.

Guerrero Pérez veía a las demás personas como objetos. Y aunque era carismático, reportes afirman que era un psicópata. No sentía culpa ni empatía y tenía un estilo de vida parasitario. La percepción exagerada que tenía de sí mismo le ayudaba a su autoestima inflada.

Almaguer, en su investigación, encontró que El Chalequero veía al sexo femenino solamente como un objeto desechable para sentir placer sexual. Las víctimas eran encontradas con signos de violencia y crueldad, además de estar marcadas por mutilación genital: en los crímenes claramente se veía reflejado el odio extremo.

Violaba para demostrarles, según él, el poder y la superioridad que tenía sobre las mujeres. Y aunque casi todas sus víctimas eran prostitutas, no las mataba por su oficio, sino porque eran vulnerables.

No obstante, otros reportes afirman que también las mataba porque creía que estaban cometiendo un pecado y que su trabajo era inmoral. Que las mujeres le debían una fidelidad absoluta a sus esposos, y que el adulterio debía ser castigado con la muerte.

Violaba a las mujeres para demostrarles, según él, el poder y la superioridad que tenía sobre las mujeres. Y aunque casi todas sus víctimas eran prostitutas, no las mataba por su oficio, sino porque eran vulnerables (Foto: Facebook/@CriminologiaCriminalistica)
Violaba a las mujeres para demostrarles, según él, el poder y la superioridad que tenía sobre las mujeres. Y aunque casi todas sus víctimas eran prostitutas, no las mataba por su oficio, sino porque eran vulnerables (Foto: Facebook/@CriminologiaCriminalistica)

Su modus operandi era siempre similar. Se acercaba a las mujeres para pedir sus servicios y tener sexo. Después, las torturaba, las asesinaba, y lanzaba sus cadáveres al Río Consulado, hoy una avenida. A veces las amenazaba y las acuchillaba, otras veces las estrangulaba, o degollaba, y hasta decapitaba.

Era manipulador, promiscuo y a veces sufría de ataques de ira.

No obstante, para perpetrar sus crímenes le ayudaba el hecho de que podía ser una persona carismática.

En 1888, El Chalequero fue aprehendido por primera vez. Según Ham, un detective llamado Francisco Chávez fue quien lo arrestó después de ser denunciado por varios vecinos de la zona.

Ese mismo año fue condenado a la pena de muerte, sin embargo, algunos reportes afirman que el entonces presidente Porfirio Díaz redujo su sentencia a 20 años y salió libre, por un error burocrático, en 1904.

Fue hallado inconsciente en su celda y trasladado al Hospital Juárez, donde fue declarado muerto. Ocurrió en 1910, el año que se detonó la Revolución Mexicana (Foto: Twitter/@INEHRM)
Fue hallado inconsciente en su celda y trasladado al Hospital Juárez, donde fue declarado muerto. Ocurrió en 1910, el año que se detonó la Revolución Mexicana (Foto: Twitter/@INEHRM)

Cuatro años después asesinó de nuevo. El Libro Rojo señala que, en esta ocasión, Guerrero Pérez cometió varios errores que llevaron a su captura. Un menor de edad identificado como José Inés Rodríguez había sido testigo de la violación, tortura, y homicidio de la mujer de la tercera edad.

El niño, pastor, se encontraba con su ganado cerca del Río Consulado cuando escuchó los gritos de la víctima. Otras dos hermanas, de apellido Solorio, vieron a El Chalequero limpiarse la sangre de la cara, el tórax, y los brazos con agua del arroyo.

Dentro del Palacio de Lecumberri, otros reos lo describían como una persona callada y tranquila pero, más que nada, que le importaba mucho su apariencia. Presuntamente, en una ocasión le escribió una carta al director de la cárcel: pidiéndole si su familia le podía traer ropa nueva que estuviera al nivel de su educación.

Uno de los primeros criminalistas en la historia de México, Carlos Roumagnac, declaró que "El Chalequero" había nacido un criminal: uno nato (Foto: Facebook/@CriminologiaCriminalistica)
Uno de los primeros criminalistas en la historia de México, Carlos Roumagnac, declaró que "El Chalequero" había nacido un criminal: uno nato (Foto: Facebook/@CriminologiaCriminalistica)

Murió antes de que le dieran una nueva sentencia. Francisco Guerrero Pérez fue hallado inconsciente en su celda y trasladado al Hospital Juárez, donde fue declarado muerto. Ocurrió en 1910, el año que se detonó la Revolución Mexicana. Existen distintos reportes sobre la causa de su fallecimiento: unos dicen que por tifoidea, por tuberculosis, o por una contusión y una tromboembolia de un accidente.

Uno de los primeros criminalistas en la historia de México, Carlos Roumagnac, declaró que El Chalequero había nacido un criminal: uno nato.

Que no existía la información suficiente para suponer que el asesino había cometido los homicidios motivado por una compulsión sexual irresistible, que no los había perpetrado por un impulso sexual: mató conscientemente y por un impulso violento. “Es un degenerado inmoral violento”, dijo.

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