Los asesinatos que cimbraron a México y el terremoto de 1985: por qué se recuerda a Miguel de la Madrid

El presidente que instauró el modelo económico neoliberal falleció el 1 de abril del 2012, pero su gobierno continúa teniendo peso en la vida pública de la república

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Miguel de la Madrid gobernó México en un periodo complicado para el periodismo y para la lucha contra las drogas (Fotoarte: Steve Allen)
Miguel de la Madrid gobernó México en un periodo complicado para el periodismo y para la lucha contra las drogas (Fotoarte: Steve Allen)

Este jueves 1 de abril se conmemoran 9 años del fallecimiento de Miguel de la Madrid Hurtado, quien gobernara México del 1 de diciembre de 1982 al 30 de noviembre de 1988. El ex militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) nació el 12 de diciembre de 1934, lo cual significa que falleció a la edad de 77 años.

Durante su sexenio ocurrieron cuatro grandes eventos que cambiaron la historia de México y definieron el modo de hacer política en más de un sentido. De hecho, los efectos de su administración siguen presentes en el discurso político actual.

El primero de ellos fue la apertura política al modelo económico neoliberal o de apertura de mercado. Esta doctrina, de acuerdo con una publicación de Ktarsis, se define como “el conjunto de ideas políticas y económicas capitalistas que define la no participación del Estado en la economía, dejando por fuera cualquier injerencia gubernamental, fomentando así la producción privada con capital único sin subsidio del gobierno”.

Manuel Buendía, periodista asesinado durante el gobierno de Miguel de la Madrid (Foto: Archivo)
Manuel Buendía, periodista asesinado durante el gobierno de Miguel de la Madrid (Foto: Archivo)

“Durante la estadía de Miguel de la Madrid como presidente el gobierno contaba con participación en 45 ramas de la economía, pero para el último su participación se limitaba a solo 23 ramas. Resaltando que en el año de 1982 el gobierno federal contaba con 1,155 empresas las cuales en 1988 reducirían su número a solo 412”, abunda el texto publicado en 2017.

Cabe destacar que para este momento, la teoría del nuevo liberalismo de mercado se encontraba en una fase prematura, ya que se encontraba en práctica en pocos países como Chile o Reino Unido y resultó pertinente la elaboración del mismo por que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) comenzaba a manifestar signos de deterioro económico ante la presión de Estados Unidos.

En un segundo plano aparece el asesinato del del periodista Manuel Buendía, un talentoso investigador que escudriñó a las más altas esferas políticas y empresariales de la república y su relación con agencias extranjeras.

Enrique Kiki Camarena, agente de la DEA asesinado durante el sexenio de Miguel de la Madrid (Foto: Archivo)
Enrique Kiki Camarena, agente de la DEA asesinado durante el sexenio de Miguel de la Madrid (Foto: Archivo)

De acuerdo con la publicación Crimen de Estado de El Universal, la noche del 30 de mayo de 1984, Buendía salió de su oficina en la Ciudad de México. Cerca del cruce de Insurgentes con Paseo de la Reforma, un hombre abrió fuego en cinco ocasiones contra el reportero. El asesino escapó en una motocicleta que lo esperaba cerca del lugar, el vehículo era conducido por Juan Rafael Moro Ávila, ex agente de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y sobrino nieto del expresidente de México Manuel Ávila Camacho. tres días después, el cadáver del asesino fue encontrado en Zacatecas, presentaba 120 puñaladas.

Las investigaciones de Buendía sobresalían de las del resto del gremio, ya que el egresado de la Escuela Libre de Derecho se dedicaba a estudiar la presencia de la CIA en México y de cómo ésta trabajaba de manera coordinada con autoridades mexicanas y del crimen organizado para la transportación eficaz de drogas.

Otro homicidio que trastocó las relaciones de poder en la república fue el de Kiki Camarena, un elemento de la DEA que operaba en México para investigar al Cártel de Guadalajara. Cabe recordar que después del homicidio del agente, la estrategia para combatir al crimen organizado sufrió un reordenamiento.

Imagen de un edificio derrumbado en la Ciudad d eMéxico a causa del terremoto de 1985 (Foto: Cuartoscuro / Pedro Valtierra)
Imagen de un edificio derrumbado en la Ciudad d eMéxico a causa del terremoto de 1985 (Foto: Cuartoscuro / Pedro Valtierra)

La versión oficial señala que derivado del éxito en la operación Rancho Búfalo, en la que una propiedad de Rafael Caro Quintero se vio vulnerada y se destruyeron millones de pesos en drogas (1,000 hectáreas de marihuana), el líder del Cártel de Guadalajara ordenó su muerte.

Para materializar dicho objetivo, el 8 de febrero de 1985, policías corruptos adscritos a la DFS secuestraron al mexico-americano. Lo trasladaron a una casa de seguridad donde fue torturado hasta morir. Existen señalamientos que apuntan nuevamente a la CIA, pues se habla de la presunta participación de Félix Ismael Rodríguez, un agente de dicha operación.

Respecto a estos dos homicidios en los que se planteó la supuesta intervención de la CIA en México junto con la extinta DFS, se debe precisar que la agencia mexicana estaba adscrita a la Secretaría de Gobernación (Segob), dirigida entonces por Manuel Bartlett Díaz, actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y miembro de la 4T muy cercano a Andrés Manuel López Obrador.

Manuel Bartlett fue secretario de Gobernación durante el sexenio de Miguel de la Madrid (Foto: EFE / José Méndez)
Manuel Bartlett fue secretario de Gobernación durante el sexenio de Miguel de la Madrid (Foto: EFE / José Méndez)

Finalmente, el terremoto del 19 de septiembre de 1985 continúa siendo un parteaguas en la definición de estrategias de protección civil, urbanismo y construcción en México. La magnitud de dicho movimiento telúrico fue de 8.1 y el epicentro fue localizado en el océano Pacífico, cerca del estado de Michoacán con una profundidad de 15 kilómetros.

Las consecuencias de este siniestro fueron catastróficas, el gobierno mexicano logró contabilizar 3,192 bajas; sin embargo, hubo estimaciones por parte de algunas organizaciones civiles que acercaron este número a los 20,000.

Después del terremoto, y ante la respuesta insuficiente del gobierno de México, miles de ciudadanos se solidarizaron para buscar sobrevivientes entre los escombros de los edificios que se cayeron en la Ciudad de México.

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