1.7 millones de habitantes de la CDMX viven en pobreza extrema: Evalúa

Milpa Alta, Xochimilco, Magdalena Contreras y Tláhuac son las alcaldías que concentran el mayor número de viviendas precarias

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CDMX tiene una población de 1.7 millones de personas en situación de pobreza extrema
Foto: Maximiliano Luna
CDMX tiene una población de 1.7 millones de personas en situación de pobreza extrema Foto: Maximiliano Luna

La Ciudad de México tiene una población de 1.7 millones de personas en situación de pobreza extrema, que habitan viviendas precarias con carencias sanitarias y en hacinamiento, siendo Milpa Alta, Xochimilco, Magdalena Contreras y Tláhuac las alcaldías que concentran el mayor número de viviendas con estas características.

Según el Informe Ciudad de México 2020. Un diagnóstico de la desigualdad territorial, en el periodo comprendido entre los años 2000 y 2015, hubo un incremento en el número de asentamientos irregulares, principalmente en Xochimilco, Tláhuac y Álvaro Obregón.

El informe fue presentado este martes por la doctora Araceli Damián González, directora del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social (Evalúa) de la CDMX a legisladores integrantes de la Comisión de Inclusión, Bienestar Social y Exigibilidad de Derechos Sociales del Congreso capitalino, que preside la diputada Marisela Zúñiga Cerón (Morena).

La capital del país cuenta con una población de 8 millones de personas, de las cuales, 6,754 se encuentran en situación de calle; sin embargo, hay 1.7 millones de personas en pobreza que los obliga a habitar viviendas precarias, con carencias sanitarias por falta de agua.

 1.7 millones de personas vive en pobreza que los obliga a habitar viviendas precarias 
Foto: Archivo DEF
1.7 millones de personas vive en pobreza que los obliga a habitar viviendas precarias Foto: Archivo DEF

“Otra situación que merece atención es el crecimiento, entre los años 2012 y 2018, de la pobreza entre los sectores infantil y de adultos mayores”; según la información, este último grupo poblacional es el que tiene una mayor participación en la economía informal, y el que cuenta con menores ingresos por salario en la economía formal.

A decir de las y los legisladores que participaron en la mesa de trabajo, dicho informe les permitirá tomar mejores decisiones al momento de elaborar políticas públicas que contribuyan a erradicar estos problemas que aquejan a la capital.

Según Evalúa, del total de la población, 12.5% está en condiciones de pobreza alta y 7.1% en muy alta. Del resto de la población, 17% vive en condiciones de satisfacción mínima; 23.4% en nivel medio y sólo 7.1% se ubica en el estrato alto.

Asimismo, las principales carencias de la población en el estrato de pobreza son vivienda (49.2%), seguridad social (43.3%), adecuación sanitaria –agua, drenaje, excusado– (40.5%), educación (27.2%) y salud (26.7%), entre otros.

Las principales carencias de la población en el estrato de pobreza son vivienda, seguridad social, adecuación sanitaria, educación y salud
Foto: Nicolás Stulberg
Las principales carencias de la población en el estrato de pobreza son vivienda, seguridad social, adecuación sanitaria, educación y salud Foto: Nicolás Stulberg

Cabe mencionar que el diagnóstico que el organismo realizó con sus propios indicadores, diferente al del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), a partir de estadísticas de 2018, arrojó que del conjunto de la población en situación de pobreza, 33% se clasifica en pobreza moderada.

Por otro lado, a nivel nacional, de acuerdo con los resultados más recientes del Coneval, tan sólo de abril a mayo, el ingreso laboral de los mexicanos disminuyó 6.2%, al pasar de 1,516.93 a 1,422.24 pesos.

La población en pobreza laboral aumentó de 35.7% en el primer trimestre a 54.9% en mayo, segundo mes de contingencia sanitaria, debido a los despidos y las reducciones salariales que realizaron las empresas para enfrentar el coronavirus.

Antes de la emergencia sanitaria, tres de cada 10 trabajadores se encontraban en pobreza laboral. Es decir, a pesar de que tenían un empleo, sus ingresos no les alcanzaban para comprar alimentos básicos. Entre abril y mayo esta proporción aumentó de cinco de cada 10 trabajadores.

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