
Los casos de vulnerabilidad que sufren las mujeres, no han tenido tregua, incluso en medio de la contingencia sanitaria, cuando éstas han tenido que permanecer encerradas con su agresor, procurando cuidar no sólo su salud, sino también su integridad física y su salud mental.
Un acuerdo firmado entre el gobierno federal y el Centro Nacional de Género y Salud Reproductiva, estableció que el número de emergencias 911 contará con la capacidad de atender casos de violencia intrafamiliar y de género, a lo que se sumará la canalización de personas en situación de violencia a las instancias de apoyo pertinentes.
Conforme a información provista por la Secretaría de Salud el domingo 29 de marzo, en México, el coronavirus tiene una incidencia del 58% en la población masculina, mientras que en la femenina es de un 42 por ciento; en ese mismo sentido, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés), señala que los brotes de enfermedades impactan de manera diferenciada tanto a hombres como a mujeres, discrepancia que, cuando se trata de pandemias, expone claramente las desigualdades existentes entre estos.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) subrayó a finales de 2019 que de los 46.5 millones de mujeres de 15 años en adelante que existen en el país, 66.1% (30.7 millones) ha enfrentado violencia de cualquier tipo y de cualquier agresor alguna vez en su vida. En tanto que el 43.95 ha hecho frente a las agresiones de su esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación, caso que se acentúa entre féminas que se casaron antes de cumplir la mayoría de edad.

Tan sólo de 2018 existe un registro de 3752 muertes por homicidio de mujeres, que hasta la fecha es con el más alto que se cuenta en los últimos 29 años y que en promedio equivale a la asesinato de 10 mujeres diarias por agresión intencional.
Ante tal panorama, el protocolo de atención para mujeres víctimas de violencia de género durante el periodo de aislamiento por COVID-19, procura un entorno sano para las mujeres que se encuentran en riesgo, mujeres que por lo regular suelen ser jóvenes adolescentes vulneradas por sus agresores. La UNFPA subraya que la violencia sexual es común en entornos de emergencia humanitaria, desastre natural o etapas de conflicto.
Dichos grupos vulnerables entre los que se encuentran niñas y mujeres ante periodos de restricción como los mencionados por la UNFPA, no pueden:
- Salir a pedir ayuda
- Muchas ocasiones dependen económicamente de su agresor
- Acuden a mecanismos de sumisión para evitar agresiones
- Defenderse ante su agresor, pues la situación lo ayuda a mantenerse en impunidad
- Salir del entorno de violencia, lo que les genera mayor estrés y mayor posibilidad de ser violentadas por sus agresores

El llamado de acción a la comunidad para evitar este tipo de abusos hacia mujeres vulnerables en situación de contingencia apunta que:
- Ante situaciones de violencia se puede estar al pendiente de:

- Por ende, no minimizar ninguna de las formas de violencia descritas en el punto anterior
- De detectar cualesquiera de las formas de violencia descritas entre miembros de la comunidad en la que se encuentre, ya sean propias o hacia alguna mujer de la familia o del entorno, se puede llamar a los siguientes teléfonos correspondientes a la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (SEI):

Como sociedad qué podemos hacer
- En caso de ser la víctima, contar con una bolsa de emergencia pequeña con sólo lo más indispensable, como identificación, actas de nacimiento (personal y de los hijos), medicamentos y una muda de ropa, en caso de tener que salir de casa en cualquier momento
- Pedir a alguien más que haga la llamada, en caso de ser la víctima y no se pueda realizar por cuenta propia, ante amenaza de agresor
- Tener un grupo de Whatsapp o cualquier aplicación con personas allegadas de confianza que se pueda distinguir con un sticker o emoji. En caso de encontrarse en riesgo, se le puede enviar a ese grupo de personas y éstas a su vez, han de llamar a la policía inmediatamente
- También se puede ofrecer resguardo provisional a la mujer que viva casos de violencia si se cuenta con la posibilidad de hacerlo en lo que las autoridades correspondientes pueden acudir por ella. Ello siempre y cuando no represente un riesgo de vida para la persona implicada

En estos casos la sociedad puede apoyar a las mujeres en riesgo llamando al 911 para referir un caso de violencia familiar y/u ofrecer el resguardar la bolsa de emergencia y que pueda tener una red de apoyo y a dónde llegar. Por supuesto, omitir los juicios de valor es primordial.
FUENTE: Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres, Michoacán.
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