“Hermano Narco”: la serie de cortometrajes que busca contrarrestar la violencia que muestran las narconovelas

Su nombre y contenido son polémicos porque a simple vista se podría interpretar que el objetivo es generar empatía con el mundo del narcotráfico, sin embargo, el creador de la serie de cortometrajes “Hermano Narco” aseguró que con este recurso, la Iglesia Católica busca despertar conciencia entre los criminales y entre las personas que han desarrollado admiración por esta actividad.

El sacerdote Sergio Omar Sotelo Aguilar, del Centro Católico Multimedial (CCM), quien en 2013 creó el proyecto, señaló que en este época en la que las narconovelas “glamorizan” al crimen organizado sin crear conciencia de las vidas que se pierden todos los días, sus cortometrajes representan una manera de obligar a la reflexión y así como un instrumento más en el intento por pacificar al país.

“Las narcoseries son muy populares porque venden, nosotros también hacemos narcoseries y no cobramos un solo quinto por emitirlas. Es parte de nuestro trabajo de evangelización es uno de los primeros productos que van dirigidos a ellos -a los sicarios-, está hecho para rehumanizarlos”, afirmó en diálogo con Infobae México.

“Es fuerte llamarle hermano a un narco, a mucha gente no le gusta, han herido los sentimientos de la persona, su fe, sus creencias, su manera de vivir y de pensar, la Iglesia está llamada a perdonar, uno de nuestros propósitos como Iglesia es el perdón, no sé a grandes rasgos que han dicho los jerarcas, algunos lo han visto algunos no”, expresó.

Sotelo ha recopilado a lo largo del tiempo 12 historias en voz de sicarios y de sus víctimas; su intención es filmarlas y exhibirlas todas en espacios públicos “sin ningún fin de lucro, no estamos para divertir a nadie sino para crear conciencia, el mensaje es para aquellos que han ingresado a estas líneas del narcotráfico para que vean que la gente ha sufrido por estas situaciones. Buscar en lo más profundo de su ser ese resquicio de humanidad que todavía queda y comenzar un proceso de rehumanización”.

Sin embargo, admitió que desde hace seis años, cuando se exhibió el primer cortometraje de la serie, hasta ahora, no sabe si existe algún sicario que haya abandonado la actividad gracias a “Hermano Narco”.

En contraparte, sí ha recibido amenazas por parte de distintos grupos al revelar a través de sus cortos detalles sobre su operación, símbolos y mensajes ocultos, a pesar de ello, afirma que no dejará la actividad que realiza y menos ahora que en las filmaciones ya empiezas a tomar parte actores profesionales de México y de otros países como Colombia.

Lejos de tener miedo, afirmó que si los narcotraficantes “tienen su portal de internet” donde han colocado videos de sus “atrocidades”, también debe existir algún lugar en el que se explique cómo a algunos sicarios desde niños “les robaron su inocencia y los deshumanizaron, y una de las ideas es hacerlos entender que lo que hacen están mal y que podemos erradicar la violencia”.

Una de las historias que ha recopilado hasta ahora y que más le impactó fue la de una madre a la que le arrebataron a su hijo para venderlo como mula y después lo asesinaron, posteriormente, la mujer fue obligada a dar de comer a la gente que le había quitado y asesinado a su hijo.

Los cortometrajes tienen un sesgo periodístico en el que abordan los estragos que el narco está provocando en varios sectores de la población como los migrantes, el Ejército, los medios de comunicación y el mismo clero.Está producida por la Sociedad de San Pablo, una congregación religiosa especializada en medios de comunicación y cuyos miembros son conocidos como los hermanos paulinos.

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