Polémica en Ciudad de México: despidieron como un héroe al narco "Pancho Cayagua", fundador del cártel La Unión Tepito

Las autoridades de la capital mexicana temen que el asesinato de este líder criminal desate una espiral de violencia. Durante el funeral en el panteón más grande de la ciudad, mariachis cantaron "El Rey", se bebió whisky y tequila y un grupo musical interpretó varios narcocorridos

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Javier Hernández Gómez, conocido con el mote de "Pancho Cayagua", a quien se identificaba como el fundador y líder de la poderosa banda criminal La Unión Tepito, asesinado esta semana por hombres armados, tuvo funerales de héroe en la capital mexicana.

Para los habitantes de la ciudad, donde las autoridades locales repiten una y otra vez que no operan los grandes grupos criminales que mantienen asolados vastos territorios del país, se trata de toda una novedad que se haya organizado una verdadera fiesta para dar el último adiós a este hombre, explicó la agencia ANSA.

El jueves, cuatro hombres que iban a bordo de dos motocicletas asesinaron a Pancho Cayagua en una plaza comercial de la delegación (municipalidad) Gustavo A. Madero, en la zona norte de la ciudad.

La Unión Tepito deriva su nombre de un popular barrio de la ciudad de México, llamado Tepito, donde se ubica un gigantesco mercado de pulgas que vende todo tipo de mercancía legal e ilegal, pero donde se pueden hallar desde un alfiler hasta una AK-47, sin hablar de droga o copias de artículos de marcas reconocidas.

Ahí también transcurrió la vida de los "Hijos de Sánchez", el célebre libro antropológico de Oscar Lewis, basado en la convivencia del investigador con una familia típica de la capital mexicana, llevada al cine de Hollywood bajo el mismo título, protagonizada por el célebre actor estadounidense Anthony Quinn y la diva mexicana Dolores del Río. Sin embargo, es reputado también como uno de los barrios más peligrosos de la urbe y donde el tráfico de drogas al por menor es una de las actividades predominantes.

El féretro del capo de las drogas, llevado por una carroza, seguida por un numeroso cortejo fúnebre, fue custodiado por unos 30 motociclistas de la policía capitalina.

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Unos 300 policías vigilaron las exequias en el Panteón Civil de Dolores, uno de los más emblemáticos de la metrópoli, e inclusive inspeccionaron a unos 200 familiares y allegados de Pancho Cayagua, a través de tres filtros de revisión para evitar que introdujeran armas, drogas o bebidas.

Ello no impidió sin embargo que después de rezar el rosario, bajar el ataúd a la fosa, comenzaran a aparecer botellas de cerveza, tequila y whisky entre los asistentes, mientras se escuchaban las notas de "El Rey", entonada por los típicos mariachis.

Además, otro grupo musical interpretó algunos de los llamados "narcocorridos", que son melodías épicas surgidas en tiempos de la guerra civil de 1910 para cantar las hazañas de personajes como Pancho Villa y Emiliano Zapata y ahora convertidas en elegías de jefes criminales.

Las autoridades de la capital temen que el asesinato de Pancho Cayagua desate una espiral de violencia para vengar su muerte sobre todo en Tepito y sus alrededores.

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Agentes de la Policía de Investigación van detrás de Roberto Moyado, El Betito, principal rival de Pancho Cayagua y uno de los sospechosos de su asesinato. Según algunas versiones, El Betito se oculta en algunos de los barrios de Gustavo A. Madero, que limita con la conflictiva periferia de la ciudad, en el Estado de México.

De acuerdo con los reportes difundidos por la fiscalía local, Hernández Gómez estuvo detenido cinco meses en prisión y sirvió de informante a las autoridades para dar detalles sobre el tráfico de drogas en la capital, sobre todo de los lugares donde opera su archirrival.

La esposa de Pancho Cayagua ha negado que su marido se dedicara a actividades criminales: dijo que se dedicaba a vender gorras en la calle Argentina, en el centro histórico de la capital.

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