México: científicos desarrollan un método para evitar el "atracón"

Está basado en el uso de la estimulación cerebral para que las personas no coman de más en períodos corto de tiempo. Según la Organización Mundial de la Salud, más de la mitad de las personas con sobrepeso y obesidad padecen este trastorno

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Científicos mexicanos desarrollan un método para que, a través de la estimulación cerebral, las personas puedan controlar el llamado "atracón" y así eviten un riesgo que, a la larga, deriva en problemas como la obesidad.

Un diagnóstico de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) señala que el llamado trastorno por atracón tiene una prevalencia del 1,4%, mayor que otros trastornos alimenticios, como la bulimia, que es del 0,8%; incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que entre el 50% y el 70% de las personas con sobrepeso y obesidad padecen este trastorno, la mayoría no diagnosticadas.

El trastorno por atracón se define como la ingesta compulsiva de alimentos en períodos cortos de tiempo, no mayores a dos horas, en los que la persona tiende a consumir el doble de comida de lo que está acostumbrada.

(Agencia Conacyt)
(Agencia Conacyt)

"Para el resto de la población, existen pocas alternativas en general para el control de trastornos de conducta alimentaria. El costo del tratamiento en clínicas privadas fluctúa entre los 70.000 hasta los 350.000 pesos (entre USD 3.684 y USD 18.400) que dura alrededor de cuatro meses y debe volver a aplicarse seis meses después", advirtió Sofía Cañizares Gómez, especialista en nutrición y una de las integrantes del proyecto.

El investigador en neurociencias y psiquiatría de la UAQ Julián Reyes López explicó a la agencia de noticias del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que la "propuesta es el uso de estimulación magnética transcraneal (una forma no invasiva de estimulación de la corteza cerebral), la cual es una técnica de neuromodulación (que se emplea para aumentar o disminuir la excitabilidad de una neurona o de un grupo de neuronas a través de un electrodo o de un catéter); ya se ha probado en varias entidades, como la depresión, y en algunos tipos de alucinaciones auditivas. Está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) en Israel, Canadá, Australia y otros lugares".

Reyes López explicó que este método ha sido utilizado para controlar el anhelo por el consumo de alguna sustancia (conocido como craving), que también se manifiesta en el trastorno por atracón.

"En este caso, las sustancias vienen siendo los alimentos, y hay bastante evidencia de que se ha disminuido con la estimulación, por tanto, el consumo también disminuye. Al no tener este anhelo por consumir, la persona deja de hacerlo. Existen algunas evidencias también del efecto de la estimulación magnética para tratar condiciones adictivas, por ejemplo, el caso del tabaco, el consumo de alcohol o de cocaína", detalló.

Educar al cerebro

El método de los científicos mexicanos está basado en técnicas de neuromodulación, las cuales, mediante protocolos eléctricos, electromagnéticos, optogenéticos (una combinación entre combinación de genética y métodos ópticos para controlar ciertas células de tejido vivo) y químicos, buscan influir temporal o permanentemente en la actividad cerebral.

"En ese campo de las técnicas de neuromodulación, está la estimulación magnética transcraneal. Buscamos modificar o intervenir sobre la actividad eléctrica y química del cerebro; se basa en una ley física. En el caso del cuerpo humano, el conductor por excelencia es el tejido nervioso, ya sea central o periférico… Se comenzó a estudiar la capacidad que tenían los pulsos electromagnéticos para inducir actividad nerviosa y potenciales de acción", afirmó el investigador.

Reyes López detalló que el modelo está basado en el efecto que tendría la estimulación magnética sobre estructuras frontales del cerebro, abordando el trastorno por atracón desde la perspectiva de una falla en la regulación o el control de impulsos.

(Agencia Conacyt)
(Agencia Conacyt)

"Lo que se ha observado en los diferentes estudios que tienen que ver con cerebros adictos es que existen ciertas regiones del cerebro que comienzan a cambiar su función con base en la exposición a una sustancia. De forma muy general, las estructuras frontales, específicamente las prefrontales, son áreas cerebrales que funcionan entre juez y semáforo para frenar conductas que están relacionadas con la activación de estructuras subcorticales u otras más profundas", aclaró.

Julián Reyes López puntualizó que cuando una persona se encuentra en el punto de tomar una decisión, si estas estructuras frontales funcionan de manera adecuada, le permiten hacer una evaluación entre tomar o no la decisión correcta dependiendo de las consecuencias.