Hija de Alejandro Fernández llegó tarde a su boda por error

Al parecer los conductores del carruaje se equivocaron de dirección y fueron a otra iglesia con el mismo nombre

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Camila Fernández se casó el sábado 1 de agosto con Francisco Barba (Foto: Instagram  @maxwoodside)
Camila Fernández se casó el sábado 1 de agosto con Francisco Barba (Foto: Instagram @maxwoodside)

Camila Fernández, hija de Alejandro Fernández, llegó tarde a su boda debido a un error de los conductores de la caladria que la llevaría a la iglesia de San Martín de Porres, en Guadalajara, Jalisco. El matrimonio que la cantante con Francisco Barbas se concretó en nueve meses.

Al parecer, los conductores que dirigían el carruaje se perdieron en el trayecto, con lo cual no pudieron llegar a tiempo a la misa en la que concretarían la boda, por lo que apenas llegaron a tiempo para alcanzar la salida del novio y de sus familiares, donde ahora sí fueron trasladados en la caladria hacia el salón de fiestas.

La boda fue muy criticada en las redes sociales por haberse realizado aún dentro del periodo de contingencia por el COVID-19, por lo que puede ser un riesgo de contagio, a lo que muchos usuarios vieron como una irresponsabilidad. Además de que Jalisco es uno de los estados con más casos de contagios y ha vuelto al semáforo rojo que dicta que sólo actividades básicas pueden tener lugar en el estado.

La cantante afirmó que no estaba segura de asistir a la primera cita con Fernando Barbas, aunque cuando la conoció, ella también se enamoro (Foto: EFE/Francisco Guasco)
La cantante afirmó que no estaba segura de asistir a la primera cita con Fernando Barbas, aunque cuando la conoció, ella también se enamoro (Foto: EFE/Francisco Guasco)

Los novios se conocieron a través de varios amigos quienes les armaron una cita a ciegas, lo que les causó muchas dudas en Camila, quien dijo que al principio no le daba confianza aunque decidió acudir al compromiso, sin saber que se llevaría una gran sorpresa:

Me dijeron que según le gustaba. Nos hicieron una comida, fíjate, bien listos, porque a él le dijeron: ‘Tienes que conocer a Camila’ y a mí me dijeron: ‘No, es que tienes que conocer a este niño…’ y yo, ok ... Era obvio que la hacían para que nos conociéramos y ya ahí fue como un flechazo al corazón y quedé enamorada

Al parecer todo terminó muy bien, pues ambos comenzaron a salir juntos y la relación dio comienzo, con lo que ambos mantendrían una breve relación que llegó a durar nueve meses y que acabó en el matrimonio de hoy en día:

Estoy muy enamorada, es algo muy especial. Es la primera relación seria que tengo, es muy bonita y muy honesta. Jamás me había tocado sentir algo tan lindo. Está ahí para mí, es una persona muy buena que me tocó, gracias a Dios coincidí (con él) en esta vida y pues sí, lo quiero muchisisisimo (...) Resultó que tenemos muchos amigos en común, vida en común, el que le hace el sonido a mi papá, que es su amigo de toda la vida, es su pariente también. La persona que es, que desde el día uno que lo conocí, me cautivó completamente”
El cantante y su yerno se llevaron muy bien desde el principio con lo que facilitó la cercanía entre ambos (Foto: REUTERS/Steve Marcus)
El cantante y su yerno se llevaron muy bien desde el principio con lo que facilitó la cercanía entre ambos (Foto: REUTERS/Steve Marcus)

Camila también habló de la sorpresa que le causó cuando Francisco Barbas, puesto que lo hizo en un rancho, a oscuras y lo único que había era una mesa muy romántica con muchas velas. Además de que se causó una buena impresión para Alejandro Fernández, con quien de inmediato se llevó bien y fraguo una gran relación:

Desde el día uno que lo conocí me cautivó completamente (…) Es muy guapo, aparte de muy guapo, es muy bueno, a mí me enamoró más su manera de ser (...) Fue toda una sorpresa! Yo estaba en mi casa, medio aflojerada (risas), y me pidió ir a cenar. Yo, la verdad, no tenía ganas, pero me vestí y acepté la invitación. Me llevó a un rancho y me sacó mucho de onda; yo pensé que íbamos a un restaurante. Cuando llegamos al lugar, estaba todo decorado con velas (...) ¡Pensé que me iba a desmayar! ¡Yo no paraba de dar brincos, saltos, vueltas, marometas y le dije: ‘Sí, y mil veces sí

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