Es licenciado en administración de empresas, logró un título histórico con la Real Sociedad y brilla en su selección: “No sé lo que pasaría si Messi jugara para España”

Mikel Oyarzabal es una de las figuras que llevó al equipo vasco a ganar la Copa del Rey después de 33 años. Los Juegos Olímpicos y la Eurocopa son sus próximos desafíos con La Roja

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Mikel Oyarzabal festeja el título de la Copa del Rey con la Real Sociedad. Foto: REUTERS/Marcelo Del Pozo
Mikel Oyarzabal festeja el título de la Copa del Rey con la Real Sociedad. Foto: REUTERS/Marcelo Del Pozo

Alguna vez el Flaco Menotti utilizó una extraña sentencia para describir su admiración por Andrés Iniesta. “Es increíble lo bien que juega con esa cara de oficinista”, había dicho el entrenador campeón del mundo. Su llamativa percepción podría aplicarse a Mikel Oyarzabal, una de las figuras actuales de la selección española, que a diferencia del talentoso volante de Móstoles, sí tiene un título de grado bajo el brazo.

Cuando el extremo vasco decidió estudiar la carrera de administración de empresas no sabía que su destino iba a estar en el fútbol. Si bien ya había demostrado su talento durante la etapa escolar y se entrenaba con las divisiones juveniles de la Real Sociedad en Zubieta, el volante ofensivo incursionó en la universidad para tener más opciones en caso de no lograr su sueño.

“Cuando empecé a estudiar, no sabía si iba a jugar al fútbol. Me tocó debutar en la Segunda División B cuando estaba en segundo año y creo que fue necesaria la carrera para abstraerme un poco de todo lo que rodea al fútbol. Tenía claro que era algo que quería hacer, porque me gustaba y porque veía que podía sacarlo adelante”, dice a la distancia con la tranquilidad que lo caracteriza.

Hoy, con 24 años, es una de las figuras de la Real Sociedad. Y su presencia fue fundamental para que el equipo de Imanol Alguacil ganara la Copa del Rey después de más de tres décadas de sequía. Todavía recuerda a su entrenador desaforado en la conferencia de prensa festejando el título que terminó con la racha adversa y advierte que “no lo había visto en directo”. “Cuando estábamos en el bus celebrando, me enseñó el video un compañero y nos descojonamos. Fue un momento de coña. Él lleva el sentimiento de la Real hace mucho tiempo y lo sintió así. Fue el ejemplo de lo que sintió el verdadero simpatizante de la Real”, rememora sin poder evitar la sonrisa que le provocan aquellas escenas.

La hazaña provocó un sismo de felicidad en San Sebastián. Oyarzabal sostiene que “fue algo único” y reconoce que “el club ya venía trabajando para lograr el objetivo”. Se entusiasma con seguir en la misma sintonía de trabajo para “poder repetirlo”, pero también es consciente que para dar el salto en la lucha por La Liga todavía falta mucho: “Con el nivel que tenemos, sabemos que es muy difícil pelearle el título al Real Madrid, el Barcelona, al Atlético Madrid y al Sevilla. Hoy le podemos plantar cara, pero ellos están un peldaño por encima. Nuestro objetivo es seguir mejorando para acortar esa brecha”.

Cuando ves lo difícil que es ganar una Liga, te das cuenta del mérito que tiene el logro que obtuvimos. Hoy es un orgullo estar en la postal de esa Copa del Rey, porque muchos jóvenes estuvieron muchos años sin tener la posibilidad de celebrar un título”, analiza con satisfacción.

Con cuatro fechas por jugarse, el campeonato ibérico entró en su etapa de definición y las aspiraciones del elenco de Anoeta se amparan en la clasificación a la Europa League. Mikel Oyarzabal considera que “ha sido una buena temporada” y confía en poder sacar los boletos para la competición internacional. “Estamos en condiciones de lograrlo”, afirma con optimismo. Reconoce que “Benzema, Iago Aspas y Gerard Moreno son los mejores centrodelanteros de La Liga”, pero advierte que “hay un jugador que está por encima del resto”. “Messi anota 30 goles por temporada. A mí me encantaría poder hacer más goles para algún día ser el Pichichi, pero mientras esté Leo es imposible”, confiesa.

En este sentido, el vasco reflexiona ante las preguntas de Infobae relacionadas a las últimas declaraciones que hizo el ex capitán de la selección de Uruguay, Diego Lugano, quien en una controvertida ucronía dijo que si el astro rosarino hubiese nacido del otro lado del Río de la Plata, la Celeste hubiera ganado dos mundiales. Por lo tanto, ¿qué hubiese ocurrido si Messi hubiera jugado para España? “No sé qué hubiera pasado, pero seguramente hubiese sido diferente. Sobre todo en los últimos años. La selección que fue campeona de Europa y del mundo, fue espectacular. Uno no se puede imaginar lo que hubiera sido Leo en ese equipo, porque fue una generación que no se volverá a repetir. Yo en el último tiempo fue cuando más vi (y más sufrí) a Messi y uno realmente se da cuenta del talento que tiene”, responde con cautela.

Lionel Messi escapa de la marca de Mikel Oyarzabal en un duelo entre el Barcelona y la Real Sociedad. Foto: REUTERS/Vincent West
Lionel Messi escapa de la marca de Mikel Oyarzabal en un duelo entre el Barcelona y la Real Sociedad. Foto: REUTERS/Vincent West

En la actualidad, la figura de Anoeta es una pieza clave en el combinado que lidera Luis Enrique. Sabe que es parte de un recambio que debe reemplazar a “una generación brutal” y advierte que “será difícil igualar lo que hizo el equipo de hace 10 años, porque sus jugadores demostraron de lo que eran capaces”.

En unos meses tendrá la oportunidad de participar de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, dos torneos que le despiertan “mucha ilusión”. “Serán competiciones muy complejas porque hay muchos equipos con potencial para ganar”, reflexiona sin descuidar su presente: “Hoy estoy centrado en la Real para terminar La Liga de la mejor forma. Quiero seguir creciendo y creo estar en el sitio idóneo para hacerlo. Hace unos años el club estaba en una situación muy delicada, pero ahora hay muchos jugadores que quieren venir. Eso habla de lo bien que se están haciendo las cosas”.

A pesar de su juventud, el virtuoso volante se transformó en uno de los referentes del conjunto del norte español. Reconoce que “no es habitual ver a un capitán tan joven” y se sacrifica por un grupo que logró hacer historia. “Llevar la cinta fue algo que me ha llegado porque no lo he buscado. De todos modos, trato de seguir aprendiendo para apoyar a mis compañeros”, subraya con humildad.

Incluso se aparta de los halagos de los medios de su país, que lo vinculan a un posible futuro en el Barcelona: “Fueron rumores. Yo siempre estuve centrado en la Real Sociedad y quiero seguir creciendo como futbolista; pero quiero hacerlo acá y que el club crezca conmigo”.

En tiempos en donde los empresarios millonarios buscan crear sus propios torneos y el feroz capitalismo agranda la brecha entre ricos y pobres, Mikel Oyarzabal prefiere quedarse en la entidad de sus orígenes antes de emigrar hacia la potencia catalana. Una visión que se emparenta a la que tiene sobre la controvertida y truncada idea que fomenta Florentino Pérez con la Superliga. “Yo mantengo el mismo mensaje que ha dado el club. Como todo el mundo sabe, hay que tener méritos para poder jugar en competiciones europeas. Las cosas se ganan jugando, no de manera aleatoria o seleccionada. Creo que el formato actual es el idóneo porque permite jugar en Europa por lo hecho la temporada anterior”.

Así es él: considerado el atacante más interesante de Zubieta desde la aparición de Antoine Griezmann. Centrado, humilde y trabajador. En el sitio oficial de la Real Sociedad, lo describen como “un jugador maduro con una zurda prodigiosa”. Tal vez no sólo se refieran estrictamente al plano futbolístico.

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