La Copa Perú vuelve a ser noticia por sus escándalos. En la última jornada, dos partidos terminaron en batallas campales con jugadores, aficionados y policías implicados, lo que dejó como saldo a dos futbolistas detenidos y a un juez de línea evacuado en ambulancia, según reportaron medios locales.
Ambos partidos correspondían a las eliminatorias para clasificar a los octavos de final del certamen, que si bien no es considerado un torneo de fútbol profesional, el campeón accede a la Primera División de Perú.
La primera de las brutales peleas ocurrió en el estadio Carlos Vidaurre García, de la ciudad de Tarapoto, donde se enfrentaban el San José de Agua Blanca con Unión Santo Domingo. El encuentro fue suspendido cuando San José ganaba por 6-3 porque uno de los jueces de línea fue agredido tras anular el cuarto gol de Santo Domingo, que los clasificaba a los a la siguiente fase del torneo tras haber ganado en el partido de ida por 3-0.
El portero suplente de Santo Domingo cruzó la cancha para golpear en la cara al árbitro asistente, lo que le causó un corte que requirió la asistencia médica de una ambulancia.
La Policía se llevó detenido al jugador de Santo Domingo que agredió al juez de línea. El colegiado debió abandonar el campo de juego en ambulancia
El cuarteto arbitral fue evacuado del estadio en el vehículo médico, mientras que la Policía se llevó detenido en uno de sus automóviles al agresor, a pesar de que los jugadores de Santo Domingo trataron de impedir que los agentes se llevaran a su compañero.
San José de Agua Blanca se clasificó a los octavos de final porque, ante igualdad de goles, las bases de la Copa Perú dan ventaja al equipo que haya finalizado la fase regular del torneo en mejor posición.
La otra batalla ocurrió en en el estadio Francisco Mendoza, del municipio de Olmos, donde jugaban Molinos El Pirata contra Racing Club de Huamachuco. La feroz pelea se desató en el final del encuentro, con victoria por 3-0 para Molinos El Pirata, que no pudo clasificar a los octavos de final, ya que necesitaba un gol más para igualar la serie.
Al término del partido, dos jugadores rivales se enzarzaron en una pelea a la que se sumaron progresivamente el resto de jugadores y otros aficionados que habían saltado a la cancha, ante los vanos intentos de la Policía por impedir su acceso al terreno de juego.
Algunos participantes en la pelea aseguraron haber sido golpeados con piedras y en los lances tomaron parte dos mujeres que saltaron a la cancha para increpar al árbitro y a los agentes de la Policía.
Con información de EFE.