Truman Capote habría cumplido 98 años en 2022. Un escritor colombiano escribió sobre su vida

Pasarán los años y Truman Capote seguirá estando en el Olimpo de los grandes escritores de la literatura universal. El norteamericano fue uno de los autores más importantes de su tiempo y uno de los maestros del llamado Nuevo Periodismo.

Nació el 30 de septiembre de 1924, en Nueva Orleans, Estados Unidos. A la edad de cuatro años, sus padres se divorciaron y durante el resto de su infancia tuvo que vivir en hogares separados, yendo del uno al otro constantemente. Su madre volvió a casarse, esta vez con un hombre de negocios que la alejaría que los alejaría de las granjas del sur de los Estados Unidos. Este hombre fue el responsable de que el futuro escritor llevara consigo el apellido ‘Capote’.

Desde muy joven mostró interés por la escritura. Sus primeras historias las escribió siendo un adolescente y en cuanto cumplió los dieciocho años, guiado por su instinto y apoyado en su talento, comenzó a trabajar en The New Yorker. Mientras aprende las claves de la escritura periodística, trabaja en sus primeros relatos de ficción. Uno de ellos es publicado en la revista Mademoiselle, titulado “Miriam”, y de inmediato llama la atención de los críticos, quienes lo seleccionan como uno de los cuentos principales de la antología del Premio O’Henry del año 1946.

Dos años después, en 1948, con una reputación ya ganada en el círculo cultural y letrado de Nueva York, Capote publica su primera novela, Otras voces, otros ámbitos, la cual impresiona a los lectores por su profundidad y la gran factura con que fue escrita. Y a partir de entonces, llega un periodo de amplia producción literaria para el escritor. Durante la década de los cincuenta publica una serie de entrevistas en Playboy que se convierten, con el tiempo, en grandes piezas del periodismo narrativo, y aparece Desayuno en Tiffany’s en 1958, una de sus más grandes novelas.

Si la historia de Holly Golightly lo ubica como uno de los grandes novelistas del momento, A sangre fría lo llevará a ser uno de los mejores escritores que ha visto Estados Unidos. En 1966 aparece el libro que estremece a toda una generación de lectores y que, aún hoy, sigue dando de qué hablar. Es una de las piezas fundadores del Nuevo Periodismo y el género de la no ficción.

El libro trata sobre el caso real del asesinato de la familia Cutters, a manos de un par de asesinos que ingresan a su casa y les quitan la vida con sevicia. Capote, apoyado en documentos oficiales y el testimonio de los implicados, consigue escribir uno de los mejores libros en lengua inglesa. Su escritura le tomó alrededor de siete años y supuso para el escritor uno de sus más grandes desafíos.

Después de A sangre fría, la carrera de Capote sufrió un vuelco. No solo se convirtió en el escritor más famoso de Estados Unidos, sino que no consiguió darle la espalda a los conflictos emocionales que le generó la escritura del libro. A principios de los setenta, empieza a escribir la que sería su última novela, pero en el camino publica Música para camaleones, en 1975, una compilación de relatos cortos.

Plegarias atendidas se publica de manera póstuma, aunque Capote nunca consiguió terminarla. Su leyenda crece con su muerte, y la influencia que ejerce en lectores de todo el mundo es indiscutible.

En 2005, el escritor colombiano Miguel Mendoza Luna publica una semblanza biográfica de Capote, en la colección ‘100 personajes’, de Panamericana Editorial, que tiene como objetivo dar a conocer a las más poderosas personalidades que contribuyeron al desarrollo de la industria cultural en el mundo. Semblanzas escritas por las plumas más destacadas del panorama nacional, con un gran conocimiento sobre los personajes abordados.

Truman Capote. Las horas negras es la historia de este “niño malo” de la literatura, el rebelde que conmocionó las letras norteamericanas y el responsable de partir en dos la historia del periodismo.

Obsesionado por su figura y el género negro, Mendoza Luna se adentra en los episodios más intensos de la vida del escritor y lo retrata con gran tino, intentando descifrar su ascenso y su caída.

“La obra de Capote ha trascendido en el tiempo y trascenderá por una particular característica: condensa una poderosa mirada de cronista con una capacidad introspectiva de extrema profundidad. Su mirada como autor se conjuga con un lenguaje en apariencia desprovisto de complejidad, sutil, efectivo, directo, pero (y he aquí su trampa mortal) con un dominio técnico perfecto y superior al de muchos narradores”, comenta Mendoza Luna. “Capote se preocupó, al final de sus días, donde ya era difícil escribir pero aún así tomó un último aliento, por algo que podría ser la esencia de la gran literatura: una mezcla de todas las técnicas e influencias posibles (incluso de otras artes), pero generadas desde una honestidad y una transparencia total, algo así como narrar la belleza y el horror del ser humano sin disfraz alguno”.

El colombiano destaca en el libro la gran capacidad de Capote para manejar las líneas cortas en los párrafos precisos, sus diálogos plenos de oralidad, pero a la vez dirigidos de manera dramática, “su forma de entender que un personaje literario no es del todo igual a un humano real, pero por eso mismo es más complejo, su sentido trágico de la existencia contado con un tono de blues, su color local combinado con olores y sabores del sur norteamericano, y también de Nueva York, y sobre todas las cosas, su percepción amplificada de que nuestra soledad es insalvable”.

Cerca de cumplirse un centenario de su natalicio, Capote y su obra están más que vigentes. La biografía de Mendoza Luna supone un acercamiento a su paso por este mundo y esos libros suyos que son “un espejo nítido y silencioso donde al asomarnos todo se ilumina, incluso la muerte”.

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