Mil millones de pesos ofrece familia de joven secuestrado por información que ayude a su liberación

El empresario Víctor Téllez Rizcala fue sacado de su finca por hombres armados

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Víctor Téllez Rizcala fue secuestrado en su propia finca
Víctor Téllez Rizcala fue secuestrado en su propia finca

Este 4 de abril la familia del comerciante Víctor Téllez Rizcala, de 28 años, que fue secuestrado en Santa Rosa, al sur de Bolívar, ofreció mil millones de pesos como recompensa para quien brinde información por el paradero de su pariente.

En Blu Radio, el papá del joven secuestrado, Víctor Téllez Vargas, aseguró que aún no saben nada del empresario y solicitó a los colombianos ayuda para poder encontrar a su hijo,

Hoy me está sucediendo a mi como le ha sucedido a mucha gente, uno hasta que no lo vive no lo siente, y sí sería muy bueno que la gente se vincule (…) Yo agradezco mucho el apoyo, las cadenas de oración, y espero que todo salga a buen término. Yo le pido a la gente que me colabore dando información, y a la gente que lo tiene detenido también le pido que le respete la vida.

Agregó además, que su familia nunca había recibido amenazas en su contra y por eso teme por la vida de su hijo.

El secuestro de Téllez se registró el pasado domingo en la vereda San Benito, a 20 minutos del casco urbano, cuando hombres armados entraron hasta la finca del empresario.

Defensoría preocupada por aumento de secuestros relámpago

Diariamente se reportan casos de denuncias de personas que son secuestradas con el fin de pedir dinero por su “pronta liberación”. Estas modalidades de extorsión tienen en alerta a las autoridades nacionales, principalmente a los Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal (GAULA), de la Policía, Ejército y Fiscalía.

La Defensoría del Pueblo aseguró que durante 2021 las gestiones humanitarias adelantadas por ese organismo permitieron el regreso a la libertad de varias personas que se encontraban en poder de los grupos armados ilegales. Entre ellos, se destacó la liberación del coronel Pedro Enrique Pérez, el 19 de diciembre del año pasado y del ingeniero Luis Andrés Armando Araque, el día 26 del mismo mes.

En diálogo con El Colombiano el mayor Camilo Bello, comandante del Gaula Militar de la Cuarta Brigada, aseguró que: “en la actualidad no es tan fácil cometer un secuestro como hace algunos años. La capacidad que tenemos Ejército, Fiscalía y Policía ya no es lo mismo para los bandidos como ocurría hace 15 o 20 años, que se hacían las famosas pescas milagrosas, los secuestros masivos. Ya hoy no es posible”. Agregó que estas “modalidades de rapto” son de corta duración y no durante meses o años.

Las autoridades aseguraron que el secuestro exprés no es un delito extendido, ni generalizado, sino practicado puntualmente por algunas bandas y como factor de oportunidad. Hay varios mecanismos a los que recurren los delincuentes para realizar este crimen. De las más frecuentes es contactar a un ciudadano para ofrecerle un negocio o un trabajo, les agendan citas en barrios alejados de la ciudad o áreas rurales, para cometer allá el secuestro.

Incluso, se han notificado casos donde realmente no se realiza el secuestro, se aseguran de que la víctima quede incomunicada con sus familiares y/o allegados, para llamarlos y exigir dinero por su supuesta liberación.

Según las cifras que reportó la Defensoría del Pueblo, los departamentos más afectados por este delito son el Valle del Cauca, el cual lideró la lista con 24 casos, Antioquia con 22, Cauca con 13 y Cundinamarca con 12. Sobre el total de secuestros registrados, 44 fueron tipificados como secuestros simples y 71 como secuestros extorsivos.

Gerson Vergara, defensor Regional del Pueblo, señaló a El País que, “gracias a las investigaciones realizadas por las autoridades se logró determinar que esta práctica se realiza desde las cárceles y ya se tienen identificadas desde cuáles se hacen las llamadas”, declaraciones que concuerdan con las realizadas por Gabriel Niño, mayor de la Policía Nacional que le dijo a El Colombiano que, “las personas que llaman están en la cárcel, y montan un embuste diciéndole a la víctima que la tienen vigilada y está rodeada. Si usted no ve a nadie alrededor, no se crea el cuento”.

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