Cancillería asegura que exmilitares colombianos detenidos en Haití están en mejores condiciones

Marta Lucía Ramírez, canciller y vicepresidenta de Colombia, aprovechó para recalcar el apoyo del Gobierno con relación a su situación judicial y la no vulneración a sus derechos

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Policías custodian a un grupo de sospechosos de haber participado en el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moise, en Puerto Príncipe (Haití). EFE/Jean Marc Hervé Abélard/Archivo
Policías custodian a un grupo de sospechosos de haber participado en el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moise, en Puerto Príncipe (Haití). EFE/Jean Marc Hervé Abélard/Archivo

Hace varios días, se conoció el informe de la Defensoría del Pueblo sobre las condiciones en las que se encontraban los exmilitares colombianos involucrados en el magnicidio del presidente de Haití. Luego de que se revelara en la situación precaria que se encontraban, los sujetos fueron trasladados a una cárcel.

Este domingo, la Cancillería de Colombia dio una actualización sobre los 18 exmiliares detenidos en la capital de la isla. De acuerdo con Marta Lucía Ramírez, canciller y vicepresidenta del país, se han evidenciado mejorías en su trato y salud.

“Nuestro cónsul en Haití visitó este sábado a los 18 colombianos detenidos en Puerto Príncipe. Informó que recibieron valoración médica, se encuentran en mejores condiciones de salud y están aislados del resto de la población carcelaria en un lugar adecuado” manifestó Ramírez.

Asimismo, la funcionaria aprovechó para recalcar el apoyo del Gobierno con relación a su situación judicial y la no vulneración a sus derechos.

“Desde el Gobierno, a través de la Cancillería, seguiremos prestando asistencia consular a nuestros ciudadanos, para que tengan garantías humanitarias y se les respete el debido proceso. Esperamos pronta repatriación de los cadáveres”, sostuvo la canciller.

Estas eran las condiciones en las que se encontraban los colombianos

El pasado 3 de agosto, luego de analizar su salud física y mental, y las condiciones de detención en las que se estaban, la Defensoría detalló que los exmilitares se encontraban aislados y hacinados, dormían en el piso, solo comían dos veces al día y el agua para tomar era limitada. Asimismo, durante la visita se evidenció que carecían de garantías procesales en los trámites judiciales de los que son objeto de investigación.

Los señalados como mercenarios se reunieron por casi cuatro horas con el vicedefensor del Pueblo, un abogado de la Defensoría Pública y el jefe de colombianos en el extranjero, quienes conforman la Comisión. El encuentro se dio de a dos personas.

“Algunos detenidos se quejaron de haber sido golpeados, aunque al preguntárseles concretamente, no supieron distinguir con claridad si se trataba de los golpes recibidos al momento de la captura. Por su parte, varios de ellos afirmaron estar sanando de los golpes durante la captura”, se lee en el documento.

En el reporte se hizo una descripción detallada de las condiciones en las que se encontraba cada connacional. En primer lugar, John Jairo Suárez y Gersain Mendivelso presentaban signos de cansancio, pérdida de peso y maltrato en las muñecas enrojecidas debido a las esposas, al igual que Francisco Uribe y Alejandro Giraldo, quienes también presentaban heridas.

“Uno de los detenidos del segundo grupo (Francisco Uribe) vestía pantalón tipo jean, camiseta y chanclas; y el otro, Alejandro Giraldo, pantaloneta, zapato tipo crocs y camiseta. Ambos sin afeitar y compartían las mismas esposas. Afirmaron que el personal de seguridad nunca les quita las esposas y deben desplazarse a cualquier lugar esposados”, dice el informe.

Durante la reunión con Germán Alejandro Rivera y Jheiner Alberto Carmona se pudo constatar que Rivera presentaba dificultades para moverse, pues tenía un pie lastimado, sin embargo, en términos generales se encuentraba bien.

Edwin Blanquicet tenía puntos en la mano y se le dificultaba la movilidad de esta debido a una fractura en unos de sus dedos y junto a Carlos Giovanni Guerrero presentaban heridas en las manos por el roce del metal con la carne. Además, este último se mostraba nervioso.

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