Continúa el desplazamiento forzado en Roberto Payán, Nariño

Las víctimas en esa zona del pacífico sur podrían ascender a más de 5.000 de acuerdo a los registros de las autoridades.

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Desplazados Roberto Payán. Foto: Alcaldía de Roberto Payán.
Desplazados Roberto Payán. Foto: Alcaldía de Roberto Payán.

Desde hace dos meses, aparentemente disidencias de las Farc, el ELN y miembros del Clan del Golfo iniciaron confrontaciones en la subregión de Telembí, que han provocado que miles de familias tengan que huir de sus comunidades para protegerse y no ser víctimas del fuego cruzado.

Los conflictos se presentan en las riveras del río Patía, donde las familias han sido desplazadas, llegando a la cabecera municipal de Roberto Payán. De acuerdo con la emisora Blu Radio, el número de víctimas del desplazamiento asciende a más de 4.000 personas.

Sin embargo, según Katherine Sinisterra, el enlace de víctimas de la Alcaldía de Roberto Payán, las cifras podrían ser mayores, según los cálculos que tienen las autoridades para la entrega de los kit de asistencia humanitaria.

Nos encontramos con 44 veredas en situación de desplazamiento. Ya tenemos una totalidad de 2.486 familias, 7.924 (personas)”, señaló Sinisterra durante una nueva jornada de entrega de ayudas a las familias afectadas.

Según informó el enlace de víctimas, se han entregado 1.517 ayudas en tres entregas y este fin de semana se realizó una última para 439 familias que corresponden a las veredas de Pato y Pumalde.

Juan Carlos Sinisterra, alcalde de Roberto Payán, afirmó que las familias prefieren dejar todo abandonado para poner a salvo su vida, a causa de los enfrentamientos de grupos armados ilegales que invadieron la zona, según dijo a la emisora Blu Radio. Además, otros grupos también se encuentran confinados porque no pudieron huir de la guerra en medio del fuego cruzado.

Afirmó que tienen 22 albergues instalados en escuelas, colegios e incluso en casas de familia, pero no son suficientes debido a que cada hora llegan más personas y no las pueden atender. Además, las ayudas tampoco alcanzan para todas las víctimas.

Las familias afectadas sostienen que temen regresar a sus hogares sin garantías de seguridad y algunos se niegan por temor. Afirman que algunos grupos armados sembraron minas antipersona para evitar la represalia de las autoridades y ejercer control territorial.

Las autoridades de Roberto Payán solicitan la ayuda del Gobierno nacional para atender a las familias desplazadas, pero también hacen un llamado a la comunidad internacional para que puedan llegar mayores recursos.

Organizaciones sociales, según El Tiempo, han alertado porque la falta de ayuda ha dejado a varias familias pasar hambre, por la falta de agua potable, así como otros elementos para que puedan preparar sus alimentos.

El pasado 30 de junio, además, como parte de la violencia que vive el territorio, se conoció el asesinato de Danilo Torres, un líder afrodescendiente del Consejo Comunitario Manos Unidas del río Patío, Nariño.

Un hermano de Torres había sido asesinado a principios del mes de junio y otro de ellos fue asesinado un día después que el líder social fuera secuestrado, de acuerdo con Indepaz, presuntamente por miembros del Clan del Golfo que lo sometieron en el muelle de la Vereda San Luis y conducido con rumbo incierto el 26 de junio y su cuerpo se encontró días después.

Por ese crimen, la CIDH pidió investigación de los responsables y alertó sobre la situación de seguridad que presentan las comunidades de la costa pacífica nariñense, a causa de la presencia de diversos actores armados.

Esas situaciones generan mayor riesgo de desplazamiento y vulnerabilidad para los líderes de las comunidades que se encuentran desplazadas. Por eso piden que la presencia del Estado sea pronta y junto con la Defensoría del Pueblo y garantías de seguridad.

Las autoridades han hecho presencia en la zona, pero aún no se toma control. Recientemente la Fiscalía informó sobre el hallazgo de un arsenal en Roberto Payán (Nariño), donde fue descubierto un centro de almacenamiento de armas y explosivos de la disidencia de las Farc, del bloque occidental Alfonso Cano. En los procedimientos se incautaron dos morteros artesanales, 12 Granadas artesanales para mortero, 1 Fusil M4, chalecos antibalas, cerca de 6.000 cartuchos calibres 5.56 y 7.62, y proveedores.

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