Minas antipersonales, una de las principales causas de muerte de indígenas en Antioquia

Amelicia Santacruz, consejera mayor de la Organización Indígena de Antioquia, habló sobre la situación que están atravesando las comunidades indígenas de este territorio por dichos artefactos explosivos.

Compartir
Compartir articulo
Imagen de referencia. -Colprensa.
Imagen de referencia. -Colprensa.

Una parte de las comunidades indígenas que se sitúan entre el departamento de Antioquia y Chocó se encuentran confinados hace varias semanas por los múltiples enfrentamientos que ha habido entre paramilitares y guerrillas, además de las minas antipersonales que han instalado el ELN.

Una de las razones de este confinamiento se dio luego de que por medio de audios enviados por Whatsapp y panfletos dejados en el occidente antioqueño por parte del Ejército de Liberación Nacional se anuncia la instalación de las minas, los indígenas recurrieron a hacer un llamado al Gobierno para que reaccionara frente a este caso.

La respuesta estatal a este llamado se basó en un consejo de seguridad en Murindó, en cabeza del gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, quien confirmó que los responsables sí eran miembros de la guerrilla del ELN.

De los 38.000 indígenas que hay en Antioquia, aproximadamente unos 20.000 se encuentran en riesgo, especialmente los resguardos embera eyabida y los zenúes. Esto lo viene denunciando la Organización Indígena de Antioquia desde el año 2017, ya que, luego del Acuerdo de Paz, grupos paramilitares ocuparon el territorio donde se encontraban, anteriormente, la guerrilla de las FARC.

Este año ha sido varias las víctimas de comunidades indígenas que han terminado heridas o, en el peor caso, muertas por las minas antipersonales. De acuerdo con cifras oficiales, el departamento de Antioquia es el más golpeado por los campos minados. Entre 1990 y principios de 2019, hubo 11.718 víctimas por minas antipersonales en el país, de las cuales 2.550 fueron de Antioquia, según Descontamina Colombia, entidad encrasada de la acción integral contra minas antipersonales.

En la entrevista que dio Amelicia Santacruz, consejera mayor de la Organización Indígena de Antioquia, para el diario El Espectador habló sobre los miedos de que tiene su comunidad frente la explosión de las minas en las zonas rurales y el constante enfrentamiento que hay entre el grupo paramilitar, el Clan del Golfo, y la guerrilla del ELN en los municipios de Murindó, Dabeiba, Frontino, Ituango y el Bajo Cauca antioqueño.

La presencia de estos dos grupos armados han limitado las actividades de los indígenas. “Las comunidades no pueden hacer casi nada. No pueden hacer sus asambleas, están cerradas. Esta situación comenzó desde hace dos años, pero a finales de 2020 se agudizó más el problema. La vida es muy difícil en estos momentos”, dijo Santacruz.

Sobre el apoyo que han brindado las autoridades, Santacruz informó que esta ha sido nula, pero que por parte de la Guardia Indígena se ha buscado la manera de ayudar de alguna manera. “Cuando dimos a conocer la situación de confinamiento de las comunidades de Murindó y de Frontino, ellos hicieron un consejo de seguridad, pero eso no termina ahí. Lo que está pasando en las comunidades no se soluciona solo con consejos de seguridad, pues los territorios están muy alejados de los cascos urbanos. Se les entregaron unos paquetes alimentarios, pero no es suficiente. Esto es un tema de acompañar a las comunidades, porque las amenazas se han vuelto un diario vivir”.

La presidenta de la Organización Indígena de Antioquia aclaró que le apuestan al “desminado humanitario” ya que, por la presencia del Clan del Golfo y el ELN, el riesgo aumentaría si el Ejército Nacional interviniera la zona. “El desminado realizado por el Ejército no se permite, porque en los territorios están los actores armados. Si los militares entran es mucho más peligroso y se pueden presentar combates, que se traducirían en masacres, muertes y desplazamientos. Los actores ilegales no respetan las vidas. Por eso, nosotros proponemos que el desminado lo hagan otros organismos humanitarios”.

Por último, Santacruz le dijo al medio capitalino que lo que busca la organización es “decirles a la opinión pública, a los gobiernos nacional y departamental que es muy triste que en estos momentos las comunidades indígenas vivan con tanto miedo en sus propias casas. Nosotros somos pueblos indígenas de paz. Nuestra arma es el bastón de la guardia y la palabra para el diálogo. Es momento de que miremos y paremos esta guerra. A los grupos armados les decimos que no somos parte de ningún lado. Solo defendemos los ríos, la tierra y los sitios sagrados. Esto no puede quedar solo en comunicados y las vidas perdidas convertidas en cifras”.

Seguir leyendo: