“Vamos a acabar con las plagas”: los mensajes que están recibiendo los habitantes de El Salado por WhatsApp

Las amenazas están llegando desde el pasado 15 de enero y ahora, a parte de los panfletos, se reportan mensajes que llegan directamente a los celulares de quienes aparecen como objetivos en las circulares.

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Cancha de El Salado, Bolívar. 

EFE
Cancha de El Salado, Bolívar. EFE

Con panfletos empezaron las amenazas de una posible nueva masacre en corregimiento El Salado, en el municipio del Carmen de Bolívar (Bolívar). El pasado 18 de enero la Mesa de las Víctimas del municipio denunció que los papeles empezaron a circular y que venían firmados por el grupo narcoparamilitar Águilas Negras. La petición es que se vayan del lugar antes de que los maten. El diario El Tiempo conoció que estas amenazas pasaron a lo digital y ahora le llegaron a los habitantes del corregimiento por WhatsApp.

El día que menos piensen entramos y todos los marcados se morirán o simplemente acabamos con ustedes si no abandonan el territorito”, dice uno de los mensajes que conoció el diario capitalino. Esto se da después de que el mismo vicedefensor del Pueblo llegara a la población junto a las fuerzas militares para salvaguardar la vida de los habitantes.

En estos nuevos mensajes se leen cosas como “nosotros sí vamos a acabar con las plagas, las ratas que habitan en esa comunidad” o “gente cree que jamás un grupo paramilitar entrará a masacrarlos nuevamente”. Este tipo de mensajes estarían llegando desde el pasado 15 de enero.

El Tiempo también conoció que el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, le envió una carta al fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, en alerta a la situación y en busca de que prioricen la investigación contra el grupo delincuencial que amenaza a El Salado 21 años después. Además, la Defensoría determinó que las personas que recibieron mensajes a su celular hacen parte de la lista de amenazados que aparecen en los panfletos. Una de las medidas que tomaron los propios pobladores es la de resguardarse en sus casas desde las 9:00 p.m., como si fuera un toque de queda.

Además, los habitantes del corregimiento estarían considerando un desplazamiento masivo para no volver a vivir lo que sucedió el 16 de febrero del 2000 cuando un amplio grupo de paramilitares del Bloque Norte de las denominadas Autodefensas Unidas de Colombia, conformado aproximadamente por más de 700 hombres, todos armados, bajo las ordenes de Jhon Jairo Esquivel (alias el Tigre), Jaime Delgado alias “el Gallo”, Rodrigo Alfonso Mercado Peluffo alias “Cadena”, y Uber Enrique Bánquez Martínez alias “Juancho Dique”, se concentraron en la Finca Las Palmas ubicada en el municipio de San Onofre y desde allí partieron en camiones hacia el corregimiento.

Después de reunir a la comunidad en el parque principal, los separaron por hombres, mujeres y niños y cometieron asesinatos brutales. Entre esos estuvo el de Neivis Arrieta, quien negó tener una relación con un guerrillero, pero cuando un desertor de las Farc la reconoció y contradijo su versión, fue arrastrada a un árbol, la desnucaron y empalaron, en frente de toda la población.

Algunos sobrevivientes dieron testimonios relatando que durante los dos días que duró la masacre, mataron a pobladores con motosierras, destornilladores, piedras y que habían violado mujeres y ahorcado a otras personas. Hasta el 18 de febrero de 2000, murieron 63 personas a manos de los paramilitares, desaparecieron 23 y se desplazaron más de 4.000 habitantes del sector. La masacre de El Salado es recordada como una de las más violentas y sanguinarias en medio del conflicto armado en el país, situación que sus pobladores quieren evitar volver a vivir.

Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), durante el 2020 se cometieron 91 masacres en todo el territorio colombiano. Bolívar reportó cuatro.

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