Las 5 noticias que marcaron el año en Colombia

Del atentado con un carro bomba a un paro que lleva más de un mes y la popularidad del presidente por el suelo, estos hechos influirán en la agenda de 2020

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Las protestas enmarcadas en el gran paro nacional fueron uno de los principales eventos políticos del año en Colombia.
Las protestas enmarcadas en el gran paro nacional fueron uno de los principales eventos políticos del año en Colombia.

El año que está a punto de terminar fue uno de grandes cambios en Colombia. Las elecciones locales de octubre reconfiguraron el mapa político nacional, así como las manifestaciones ciudadanas que dominaron el fin de año con sus marchas y paros.

Un año convulso que enfrentó Iván Duque, el presidente más joven que ha tenido el país, a fuertes problemas que lo han dejado desgatado en su capital político e imagen apenas empezando su segundo año de gobierno.

Estas fueron los principales hechos que fueron noticia este año y que definen los retos que el 2020 traerá para los colombianos y su presidente.

Carro Bomba a la Escuela de Cadetes de Bogotá y fin de los diálogos con el ELN

El atentado ocurrido en Colombia fue perpetrado por un militante del ELN
El atentado ocurrido en Colombia fue perpetrado por un militante del ELN

El 2019 empezó con violencia y sangre, algo que tristemente se repetiría a lo largo del año con la constante muerte de líderes sociales en todo el territorio nacional. Pero no fue sino empezado enero cuando el país se horrorizaba por un atentado terrorista como los que no se habían visto en años.

Sucedió el 17 de enero en Bogotá, cuando un carro bomba estalló en la Escuela de Cadetes General Santander de la Policía. Ese día murieron 22 personas y 65 más resultaron heridas.

Las autoridades atribuyeron el atentado al ELN, que el año anterior y para la misma fecha había perpetrado uno similar en Barranquilla, pero pasarían días para que el grupo guerrillero asumiera la responsabilidad de los hechos.

Esto llevó al presidente Iván Duque, a dar por terminada la mesa de diálogos en La Habana que dejó instalada su antecesor Juan Manuel Santos, donde se negociaba la paz con este grupo armado.

Desde ese momento las relaciones entre diplomáticas entre Cuba y Colombia han entrado en su período más tenso, con Colombia exigiendo la repatriación de los cabecillas del ELN que integraban su delegación de paz y que son pedidos por la justicia colombiana, y Cuba negándose.

Esta tensión escaló con la abstención de Colombia en la ONU cuando se votaba para condenar el embargo que por décadas ha sostenido Estados Unidos contra la isla, algo inédito en la historia diplomática del país.

Por otro lado, el ELN ha escalado en violencia y peligrosidad y se ha convertido en la principal guerrilla de Colombia, disputando el territorio con grupos armados residuales del paramilitarismo y las disidencias que quedan de las extintas FARC.

El “cerco diplomático” a Venezuela y el episodio de la ONU

Iván Duque en la Asamblea General de la ONU cuando presentó las fotos "de contexto" con las que pretendía demostrar la presencia del ELN en Venezuela.
Iván Duque en la Asamblea General de la ONU cuando presentó las fotos "de contexto" con las que pretendía demostrar la presencia del ELN en Venezuela.

Desde la proclamación de Juan Guaidó, el pasado 24 de enero, como presidente interino del país vecino, algo que despertó el interés de la región y del mundo entero por la posibilidad de terminar con el régimen chavista de Nicolás Maduro, el Gobierno colombiano se convirtió en uno de los principales promotores y aliados del líder opositor venezolano, adelantando lo que el presidente Duque llamó “el cerco diplomático”.

La idea de Duque era capitalizar el suficiente apoyo político alrededor de la figura de Guaidó para que los países vecinos lo reconocieran como presidente legítimo y así aislar al régimen de Maduro hasta sacarlo del poder. Estas tensiones crecieron cuando un camión lleno de provisiones que esperaba cruzar desde Colombia a territorio Venezolano fue incendiado en medio de los enfrentamientos de partidarios y opositores al régimen madurista. Ese suceso, que primero fue atribuido a colectivos chavistas y luego se demostró por medio de video que fue producto de un molotov lanzado desde el lago colombiano de la frontera, hizo escalar el conflicto entre los dos países y sonar las campanas de guerra, con Maduro respondiendo con la militarización de la frontera.

La policía chavista bloqueó el ingreso de ayuda humanitaria desde Colombia (REUTERS/Marco Bello)
La policía chavista bloqueó el ingreso de ayuda humanitaria desde Colombia (REUTERS/Marco Bello)

Como anécdota quedó al frase pronunciada por el presidente colombiano durante un concierto benéfico que se llevó a cabo en la frontera con Venezuela a principios de febrero, en el que Duque afirmó que “Maduro tiene las horas contadas”.

La realidad es que, pese a lo desprestigiado del régimen madurista internacionalmente e incluso en la propia Venezuela, aún no da señales claras de entregar el poder y la figura de Juan Guaidó se ha diluido con el paso del tiempo.

Otro episodio que marcó un hito en la relación colombo venezolana, tuvo como epicentro la Asamblea General de las Naciones Unidas, allí el presidente Duque se dirigió a los líderes del mundo y mostró pruebas de la supuesta presencia de grupos armados colombianos, en especial la guerrilla del ELN, en territorio venezolano, los cuales estarían siendo apoyados por el régimen de Maduro.

Sin embargo, después se comprobó que las fotos aportadas por Duque como evidencia no correspondían a imágenes actuales o a territorio venezolano. La respuesta del Gobierno colombiano fue afirmar que eran “imágenes de contexto”, pero ya el daño estaba hecho.

El rearme de Santrich e Iván Márquez y el crecimiento de otras disidencias

Anuncio del rearme de la facción de las FARC encabezadas por "Iván Márquez" y "Jesús Sántrich"
Anuncio del rearme de la facción de las FARC encabezadas por "Iván Márquez" y "Jesús Sántrich"

Jesús Santrich fue sin duda uno de los protagonistas mediáticos del 2019 en Colombia. El veterano guerrillero de las FARC que había sido parte de la delegación guerrillera que firmó la paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, estaba en el ojo del huracán desde abril de 2018 cuando fue capturado por presuntamente haber participado en el envío de 10 toneladas de cocaína a los Estados Unidos.

Sin embargo, tras un largo choque de trenes de la Fiscalía colombiana y la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) -tribunal creado para juzgar los crímenes del conflicto armado- el líder guerrillero fue dejado en libertad el 30 de mayo, pero poco más de un mes después, el 2 de julio, se fugó nuevamente a la clandestinidad.

El 29 de agosto Jesús Santrich reapareció, acompañado de Iván Márquez, el antiguo número dos de las FARC, que pese a ser el jefe negociador de esa guerrilla en los diálogos de paz de La Habana, también desertó del proceso y se fugó devuelta a la selva.

Aparecieron de camuflado, acompañados por otros reconocidos mandos medios de la extinta guerrilla, como Romaña y el Paisa, y anunciaron el rearme de las FARC, o por lo menos de una facción de ella.

"Anunciamos al mundo que ha comenzado la segunda Marquetalia (lugar de nacimiento de las FARC hace más de medio siglo) bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión", dijo Iván Márquez en ese momento.

Pese al revuelo y la preocupación que en entonces generó dicho anuncio, el cual presagiaba el regreso de un conflicto que tomó más de 50 años terminar vía acuerdo, lo cierto es que no ha habido más noticias de esta facción de las FARC.

Se presume, de acuerdo a información de inteligencia colombiana, que están sus líderes están escondidos en Venezuela. Sin embargo, en Colombia, donde sí se ha fortalecido varios grupos disidentes de esa exguerrilla, el principal comandante de las disidencias es Gentil Duarte, uno de los primeros desertores del proceso de paz quien se ha dado a la tarea de organizar los reductos de las FARC que quedan activos en el territorio.

Renuncia del Ministro de Defensa por bombardeo en donde murieron niños

El ministro de Defensa de Colombia, Guillermo Botero
El ministro de Defensa de Colombia, Guillermo Botero

Guillermo Botero, el primer ministro de Defensa del gobierno Duque, generó polémica desde su nombramiento. Con nula experiencia en una de las carteras más importantes y visibles del país, Botero llegó a dirigir la política de seguridad tras ser el presidente de Fenalco, el gremio de los comerciantes colombianos.

Envuelto en múltiples escándalos a lo largo del año por sus polémicos comentarios condenando la protesta social, las salidas en falso en casos como el del exguerrillero Dimar Torres -que fue asesinado por un miembro del Ejército en lo que Botero calificó como una actuación “accidental”- o su participación el episodio de las pruebas falsas que Duque llevó a la ONU, hicieron de Botero un ministro mediático y no por las razones correctas.

Su mayor escándalo, y el que finalmente lo sacaría de la cartera de Defensa, fue la revelación hecha por el senador Roy Barreras en medio de un debate de control político al cual había sido citado en el Congreso. Ahí Barreras mostró pruebas de una operación de Ejército reportada como un “éxito” -incluso en palabras del mismo presidente- en la que supuestamente se había dado de baja al líder disidente de las FARC alias Gildardo Cucho y en la que habrían muerto 14 guerrilleros más.

El senador demostró que por lo menos ocho de esas bajas eran menores de edad, entre ellos una niña de 12 años que había sido reportada desaparecida en días previos a la operación en un caso que la comunidad había denunciado como reclutamiento forzado.

El ocultamiento de esta información por parte del Ministerio de Defensa puso a Botero en medio de una tormenta política que lo hizo renunciar del cargo. Sin embargo, y a pesar de toda la polémica e indignación que despertó esta revelación, el presidente Iván Duque lo despidió con honores, concediéndole un homenaje por sus servicios al país.

El gran paro nacional del 21N

Las marchas del 21 de noviembre se llevaron a cabo en todo el país congregando a miles de personas en las calles para protestar contra el Gobierno de Iván Duque.
Las marchas del 21 de noviembre se llevaron a cabo en todo el país congregando a miles de personas en las calles para protestar contra el Gobierno de Iván Duque.

El jueves 21 de noviembre Colombia vivió una movilización como ninguna otra registrada en su historia reciente. El gran paro nacional, convocado por las principales centrales obreras y sindicatos del país para protestar en contra de las reformas económicas que el Gobierno se preparaba para impulsar desde el Congreso -como la reformas tributaria, laboral y pensional- terminó sirviendo de epicentro para canalizar el creciente malestar ciudadano con el actual Gobierno, el cual ha alcanzado cifras históricas de impopularidad.

El citado bombardeo en donde murieron menores de edad, fue una de las últimas gotas que rebozaron la indignación colectiva de los colombianos, quienes se tomaron las calles en marchas masivas y nacionales, que desde entonces no se han detenido, aunque sí mermado.

El espíritu del paro nacional fue mutando de una protesta en contra de las políticas económicas, a una expresión de descontento general con el gobierno de Duque, y se ha exacerbado por la respuesta represiva que este ha tenido para afrontar las manifestaciones.

Tan solo en la segunda jornada de protestas y en circunstancias que aún se deben terminar de esclarecer, el joven estudiante de 18 años, Dilan Cruz, murió por el impacto de una munición de peringones disparado por un agente del Escuadrón Móvil Antidisturbios, en lo que Medicina Legal ha catalogado como un homicidio.

Dilan, se convirtió entonces en le mártir de las protestas y su muerte incentivó mayores marchas y manifestaciones. La pugna de la ciudadanía con el presidente no ha cesado, y mientras que el Gobierno logró aprobar la reforma tributaria y el aumento de 6% al salario mínimo- los huelguistas pedían un mínimo del 8%- los promotores del paro y las organizaciones cívicas y ciudadanas que se han unido a las manifestaciones prometen retomar la actividad en las calles comenzado el 2020, un año que enfrentará a Duque a nuevos retos, pero muchos de ellos heredados del 2019.