Unas gallinas que produjeron menos huevos en Rusia destaparon un escándalo de corrupción que salpica a la dictadura de Daniel Ortega

El cónsul honorario de Nicaragua fue detenido en la frontera con Bielorrusia. Está acusado del desvío de 4,5 millones de dólares

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La investigación en una granja de gallinas en Rusia llevó hasta una planta farmacéutica en Managua. (Foto referencial: Pixabay)
La investigación en una granja de gallinas en Rusia llevó hasta una planta farmacéutica en Managua. (Foto referencial: Pixabay)

El Servicio Federal de Seguridad de Rusia mantiene en prisión preventiva al cónsul honorario de Nicaragua en Rusia, Viktor Trukhin, acusado de desviar fondos del Instituto de Investigación de Vacunas y Sueros de San Petersburgo, hacia el Instituto Latinoamericano de Biotecnología Mechnikov, instalado en Managua, y del cual es socio el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).

La investigación que llevó a la cárcel a Trukhin se origina en 2019 cuando las gallinas de la granja avícola Sinyavinskaya, en la región de San Petersburgo, redujeron hasta la mitad su producción de huevos. Pero, vamos por partes, y antes veamos quién es Viktor Trukhin.

Viktor Pavlovich Trukhin, 59 años, era hasta el 5 de septiembre pasado, el director del Instituto de Vacunas y Sueros de San Petersburgo, cargo al que llegó en 2011, y en esa calidad de alto funcionario de investigación médica, llegó a Nicaragua para participar en la instalación del Instituto Latinoamericano de Biotecnología Mechnikov, que funciona en el kilómetro 6 de la Carretera Norte, en Managua. Se convirtió en su director hasta hoy.

El instituto Mechnikov comenzó a gestarse en abril de 2014 cuando las autoridades rusas y nicaragüenses firmaron un memorando para tal fin y el 22 de octubre de 2016 inauguró su planta de vacunas que prometía abastecer a todo Centroamérica.

Para esta planta la Federación Rusa aportó 14.1 millones de dólares, como dueña del 66 por ciento de la farmacéutica, y el INSS puso 7.3 millones para el 44 por ciento restante, según informó la actual vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, en 2016.

Trukhin ideó una jugada para acercarse más a la familia gobernante. En enero de 2017, con el pretexto de celebrar la próxima producción de vacunas en Nicaragua, organizó una babilónica “fiesta rusa” donde el invitado especial fue Laureano Ortega Murillo, hijo del dictador Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Laureano Ortega, al centro, hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, durante la “fiesta rusa” con que se celebró el ingreso de Nicaragua en el mundo de fabricantes de vacunas en febrero de 2016. A la derecha, Viktor Trukhin. (Foto cortesía)
Laureano Ortega, al centro, hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, durante la “fiesta rusa” con que se celebró el ingreso de Nicaragua en el mundo de fabricantes de vacunas en febrero de 2016. A la derecha, Viktor Trukhin. (Foto cortesía)

La fiesta se hizo a lo grande. Según una investigación publicada por el diario La Prensa de Nicaragua, se trajeron desde Rusia más de 50 kilos de comida en contenedores térmicos, incluyendo el exclusivo caviar negro de beluga, que puede llegar a costar hasta 10 mil dólares el kilo.

Para la organización de la fiesta se contrató a una agencia especializada internacional y se distribuyó whisky, tequila y champagne de reconocidas marcas internacionales, finos bocadillos, se trajo a dos tenores rusos, y se decoró con matrioskas (muñecas rusas) gigantes.

“La fiesta realmente fue una idea de Viktor (Trukhin) para acercarse más el entorno político de Nicaragua. No había ninguna razón en particular. Todo fue elaborado solo para hacer un show político con las amistades. Con Laureano (Ortega) celebramos mucho y tomamos mucho vodka durante sus visitas a Rusia para la discusión del proyecto. Él siempre se comportó como un gran amigo con nosotros. Recuerdo que incluso alguien quería que él cantara (en la fiesta), pero en esa ocasión él no cantó, porque estaban cantando los artistas rusos”, declaró a La Prensa Vitalii Granovskii, quien en ese tiempo era gerente de la planta Mechnikov y uno de los invitados a la fiesta que, por lo bajo, costó unos 50 mil dólares.

Tanto se acercó Trukhin a la familia gobernante que en abril de 2021 fue nombrado cónsul honorario de Nicaragua en Rusia, y en agosto de ese mismo año se le otorgó la nacionalidad nicaragüense.

“El Instituto Latinoamericano de Biotecnología Mechnikov, S.A. es una moderna plataforma de alta tecnología diseñada para el desarrollo y fabricación de productos vacunas y otros biológicos. El Instituto Mechnikov cuenta con un equipo de especialistas altamente calificados para efectuar transferencias tecnológicas de nuevos productos, así como brindar servicios de maquila para la producción de vacunas y otros biológicos bajo un estricto cumplimiento de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) con los flujos tecnológicos optimizados, requisitos de calidad del producto y fechas de entrega cumplidos”, reza la página oficial del instituto.

La planta de vacunas del Instituto Latinoamericano de Biotecnología Mechnikov se inauguró en octubre de 2016, en Managua. (Foto 19 Digital)
La planta de vacunas del Instituto Latinoamericano de Biotecnología Mechnikov se inauguró en octubre de 2016, en Managua. (Foto 19 Digital)

Sin embargo, el instituto Mechnikov nunca terminó de arrancar y hasta ahora se mantiene lejos de las promesas de producción que ha hecho.

Volvamos a la investigación, la detención y las gallinas. Trukhin desapareció el martes cinco de septiembre pasado después de ser despedido del cargo que ocupaba en instituto de San Petersburgo y fue detenido el viernes 8 en la frontera con Bielorrusia cuando trataba de salir del país con pasaporte nicaragüense.

El británico diario The Sun registró que Viktor Trukhin, de “quien se cree que sabe los secretos médicos de Vladimir Putin, desapareció hace seis días después de ser despedido de su cargo en un importante instituto estatal en medio de acusaciones de fraude”.

Según la investigación del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, Trukhin habría desviado unos 436.7 millones de rublos (4.5 millones de dólares) hacia el instituto Mechnikov, de propiedad ruso nicaragüense. Después de su arresto, Trukhin no admitió culpa sobre los hechos que le imputan y se mostró dispuesto a cooperar con la investigación.

“Seré honesto, no tengo nada que reprocharme ni a mí ni a ninguno de ustedes por todos estos años de trabajo hombro con hombro. Hemos creado una empresa única en nuestro país, pero su complejidad es precisamente el talón de Aquiles que puede afectar el futuro de la forma más inesperada. Espero que esto no suceda y que el instituto conserve sus competencias únicas y los especialistas que hoy constituyen su esencia y espíritu”, expresó Trukhin una carta de despedida a sus compañeros de trabajo, publicada por el medio electrónico Fontanka, que se edita desde San Petersburgo.

Ahora sí, las gallinas. Sucede que en 2019 las gallinas de la granja avícola Sinyavinskaya, en San Petersburgo, redujeron drásticamente la producción de huevos. La producción cayó casi a la mitad. Al investigar las causas, los inspectores encontraron en las instalaciones de la fábrica un edificio donde su ventilación producía un potente ruido que, aparentemente, asustaba a las gallinas.

Según el canal Cheka-OGPU, la investigación en Sinyavinskaya también descubrió una criptogranja gigante conectada ilegalmente a las redes de energía de Lenenergo, y las sospechas sobre varios delitos económicos y medioambientales recayeron sobre el director de la granja avícola, Artur Holdoenko, quien en principio negó las acusaciones, pero ante la posibilidad de una sentencia de prisión, decidió cooperar con la investigación.

Holdoenko recibió castigo mínimo por “soborno comercial”, pero en su cooperación con la policía rusa estableció una conexión con el Instituto de San Petersburgo, y ahí es donde se llega a Viktor Pavlovich Trukhin.

La investigación determinó en 2022 que la granja avícola suministró millones de huevos al Instituto de Investigación de Vacunas y Sueros, a través de una empresa intermediaria, para la producción de vacunas. Andréi Vasiliev, director adjunto del Instituto de San Petesburgo, fue detenido por recibir un soborno de 30 millones de rublos (unos 300 mil dólares).

Para entonces la investigación había avanzado desde las gallinas que no ponían huevos en Sinyavinskaya hasta el Instituto de Investigación de Vacunas y Sueros, y ahí es cuando la policía rusa encontró el pago indebido por 4.5 millones de dólares a Mechnikov, que conectaba a Trukhin con Nicaragua y la dictadura de Daniel Ortega.

Viktor Trukhin, consul honorario de Nicaragua en Rusia, está acusado de fraude por al menos 4.5 millones de dólares. (Foto redes sociales)
Viktor Trukhin, consul honorario de Nicaragua en Rusia, está acusado de fraude por al menos 4.5 millones de dólares. (Foto redes sociales)

“Alguien de la dirección del instituto de investigación, a más tardar en enero de 2021, transfirió el dinero del presupuesto confiado a Biotechnology Mechnikov, registrada en Nicaragua. Estamos hablando de 436 millones de rublos”, publicó Fontanka.

La publicación añade que Trukhin, “además de ayudar al Estado (ruso) en la producción y suministro de vacunas, también participó en inyecciones financieras no autorizadas” y un tribunal de San Petersburgo dispuso prisión preventiva contra Trukhin hasta el 7 de noviembre próximo.

“El Tribunal de Distrito de Smolninsky de San Petersburgo emitió una decisión sobre la elección de una medida preventiva en forma de detención contra Viktor Trukhin, sospechoso de cometer un delito en virtud de la Parte 4 del Artículo 160 del Código Penal de la Federación de Rusia ‘Asignación o malversación a una escala particularmente grande’, para el período del 7 de noviembre de 2023″, informó una nota de prensa del sistema judicial.

Hasta ahora, el régimen de Daniel Ortega no ha dicho una sola palabra de la situación de su cónsul honorario en Rusia.