Cómo se enamoran en Noruega: relaciones lentas y sin intensidad pasional

Una joven compartió en las redes su experiencia en el país nórdico, donde la discreción y la comunicación clara marcan la diferencia en las relaciones sentimentales

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 Una joven residente en
Una joven residente en el país escandinavo explicó por qué el amor allí sigue un ritmo pausado y racional, sin la efusividad de otras culturas - (Captura de video)

En Noruega, las relaciones amorosas se desarrollan de manera pausada y con un enfoque racional, según explicó Dua, una creadora de contenido española de origen marroquí que reside en el país nórdico. A través de un video publicado en su cuenta de TikTok, la joven compartió su experiencia personal y reflexionó sobre las diferencias culturales en torno al amor entre Noruega y los países latinos.

El clip, que ya acumula 100.000 visualizaciones y 10,5 mil “me gusta”, generó un amplio debate en redes sociales sobre las particularidades de las relaciones en esta región del norte de Europa.

De acuerdo con lo relatado por Dua, la sociedad noruega se caracteriza por ser reservada y discreta en el ámbito amoroso. “Aquí no hay muchas demostraciones de afecto muy directas. Son introvertidos y tímidos en ese sentido”, afirmó la creadora de contenido. Este contraste con las culturas latinas, donde las expresiones de cariño suelen ser más abiertas y apasionadas, es uno de los aspectos que más llama la atención a quienes llegan a Noruega desde otros contextos culturales.

Uno de los puntos que destacó en su análisis es la fuerte presencia de la igualdad en la sociedad noruega, un valor que también se refleja en las relaciones de pareja. Según explicó, en Noruega no se fuerza la igualdad, sino que esta se da de manera natural y equilibrada. “En las tareas domésticas, los dos hacen lo mismo; en el cuidado de los hijos, los dos hacen lo mismo; y en la conquista, los dos hacen lo mismo”, señaló.

A diferencia de los países latinos, en Noruega las relaciones avanzan con claridad desde el primer momento, sin juegos de palabras ni señales ambiguas - (Vía Tiktok /@moltisantican)

Este enfoque igualitario también se manifiesta en el proceso de cortejo. A diferencia de lo que ocurre en muchas culturas latinas, donde tradicionalmente se espera que el hombre tome la iniciativa, en Noruega tanto hombres como mujeres pueden dar el primer paso. “Aquí, en una discoteca o en un restaurante, una mujer puede acercarse a un hombre y pedirle su número de teléfono”, explicó Dua, subrayando que este comportamiento es completamente normal y aceptado en el país escandinavo.

Otro aspecto que destacó es la importancia de la independencia en las relaciones noruegas. Según su experiencia, las parejas en Noruega suelen mantener sus propios círculos de amigos, actividades y planes, lo que les permite conservar su autonomía dentro de la relación. Este enfoque contrasta con la tendencia en algunas culturas de priorizar las actividades en pareja por encima de las individuales.

En cuanto al flirteo, la creadora de contenido describió a los noruegos como personas discretas y poco intensas. “No juegan con las palabras, no lanzan indirectas... son muy directos”, afirmó. Esta comunicación directa, que evita los rodeos y las insinuaciones, es una característica distintiva de las relaciones en Noruega y refleja el carácter pragmático de su sociedad.

Según Dua, en Noruega las relaciones amorosas suelen comenzar desde una base de amistad. “Primero hay buen rollo, y luego vas conociendo a la persona. Es cuando hay confianza que ya dejas caer tus intenciones”, explicó. Este enfoque pausado y gradual contrasta con la intensidad y rapidez con la que a menudo se desarrollan las relaciones en otros contextos culturales.

Además, la creadora de contenido señaló que el enamoramiento en Noruega tiende a ser un proceso lento. “Al ser introvertidos y tímidos, lo lógico es que no se enamoren rápidamente ni pasionalmente”, comentó. Este aspecto, junto con la falta de demostraciones de afecto intensas, llevó a Dua a describir a los noruegos como personas “muy racionales, muy programadas... les falta como sangre”.