Fernando Lasagni, oriundo de la ciudad de Cincos Saltos en la provincia de Río Negro, es un destacado investigador argentino, varias veces premiado y reconocido en muchas ocasiones por su trayectoria científica. Radicado en Sevilla desde hace ya 12 años, Lasagni está dedicado al desarrollo de la Ciencia de materiales y la impresión 3D aeroespacial en CATEC, un centro tecnológico español dedicado al desarrollo de tecnología aeroespacial y su transferencia a la industria.
A pesar de la actual pandemia por COVID-19 en todo el mundo, su actividad y pasión por la empresa espacial no se detuvo. Gracias a innovadoras propuestas y su exitoso trabajo previo con la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), el ingeniero recibido en la Universidad Nacional del Comahue y con un doctorado en Materiales en Austria, participo en forma de webinar del Foro de Innovación y Tecnología Aeroespacial Estadounidense (Aerospace Innovation & Tech Forum), un evento organizado por Florida Venture Forum en colaboración con el clúster aeroespacial de Cabo Cañaveral, en la cuna de la industria espacial.
“Florida Venture Forum es la mayor organización de apoyo y creación de redes en todo el estado que pone en contacto a inversores y empresas de la industria aeroespacial. Es un importante cita que cuenta con la participación del Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales, CATEC, el cual represento”, afirmó Lasagni en comunicación teléfónica con Infobae.
“Asistimos con gran ilusión a este importante evento en el que participan 17 empresas de Estados Unidos y solo 3 fuera de ese país. Algo bueno debemos haber hecho todos estos años, y es un reconocimiento a cada uno de los ingenieros que integran FADA, con sus centros CATEC y ATLAS", agregó el experto, director técnico de materiales y procesos de la empresa española.
El equipo de Lasagni posee una gran experiencia en el desarrollo de aplicaciones por impresión 3D en metal, habiendo conseguido varios hitos tecnológicos en colaboración con empresas como Airbus, Citd, Sener y otras multinacionales. Ejemplo de ello es la participación en programas de la Agencia Espacial Europea desarrollando los soportes de titanio de los paneles solares del satélite de telecomunicaciones QUANTUM, la antena helicoidal en aluminio para la misión científica PROBA3 que estudiará la corona solar, los herrajes de izado en titanio y aluminio para el satélite CHEOPS, que estudiará los exoplanetas del sistema solar, y la estructura secundaria de la sonda espacial JUICE, que estudiará las lunas gélidas de Júpiter.
Según relató el ingeniero, en el foro espacial se presentaron soluciones y desarrollos innovadores en el sector aeroespacial previamente seleccionadas por un comité de inversores. “Un ejemplo fue la tecnología para inspeccionar piezas de aviones a base de drones para asegurarse que están libre de defectos. En lugar de tener técnicos que revisen a pie la parte exterior de un avión, un dron podrá tomar imágenes que varios técnicos pueden seguir en una pantalla. Otras empresas ofrecen servicios de software para entregar información satelital de forma más ágil y económica o nueva robotización de procesos de producción para abaratar costos en la industria aeronáutica, que todavía es bastante artesanal”, explicó Lasagni que presentó sus productos de fabricación aditiva metálica para el espacio.
“Nosotros presentamos novedosas piezas impresas en 3D de materiales en aleaciones metálicas de alumnio, que forman parte de aviones, satélites y sondas espaciales. Son piezas que por ejemplo sostienen los paneles solares con los que el satélite se alimenta de energía para funcionar en el espacio. Ahora estamos trabajando en una sonda espacial que va a ir a Júpiter. La sonda Juice tendrá sensores que deben ir anclados al satélite. Esas piezas de aluminio las estamos construyendo en 3D”, agregó.
Respecto al futuro de la industria espacial relacionada a la tecnología de impresión 3D, Lasagni indicó que es muy alto el costo de llevar materiales al espacio, y que la solución está en poder imprimir afuera.
“Se cobra unos 30.000 euros el trasladar un kilo al espacio, por ejemplo a la Estación Espacial Internacional. Y llevar un kilo de material a la Luna cuesta 1 millón de euros. Es impensado para estos tiempos y para el desarrollo de la industria espacial. Es por eso que la solución poder imprimir en el lugar desde herramientas o repuestos, hasta incluso casas o cualquier otro producto necesario para establecer una colonia espacial. Solo hace falta la materia prima y la impresora. Ese será el futuro en la Luna o cualquier otro lugar a habitar”, detalló el investigador.
Y concluyó: "Estamos muy confiados en los materiales que presentamos, ya que tenemos experiencia previa en trabajos espaciales y en piezas que ya han sido probadas con éxito fuera de la Tierra".
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