Vinos a la carta: tres Chardonnay para enamorarse del vino blanco más célebre

Fabricio Portelli recomienda tres etiquetas creadas con la uva blanca más representativa del mundo por ser la protagonista indiscutible dentro de esta variedad. Son vinos fáciles de beber y con diversos estilos

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A pesar de que los argentinos suelen elegir el vino tinto, el vino blanco gana cada vez más prestigio
A pesar de que los argentinos suelen elegir el vino tinto, el vino blanco gana cada vez más prestigio

Si el vino blanco en la Argentina ha recuperado protagonismo mucho se le debe al Chardonnay, que este jueves 25 de mayor celebró su Día Internacional. El tema es que, durante varios años, se podría decir que desde fines de los ‘90, cuando la Argentina necesitó mostrarle al mundo sus nuevos vinos para empezar a exportar, la mayoría eran tintos. Esto también estaba muy relacionado a las costumbres gastronómicas locales, muy apoyada en las carnes rojas y casi de espaldas al mar.

Pero los cambios llegaron y hoy es posible disfrutar Chardonnay destacados en todos los segmentos cualitativos. En primer lugar, gracias a la evolución de la industria que entendió que el camino era la calidad, y así comenzaron a surgir cada vez más buenos vinos argentinos. Es cierto que, a principios del milenio, en plena era varietal, fue el Malbec el que abrió el juego y las puertas de diferentes mercados.

También las ganas de muchos de invertir en pos de mejorar la propuesta. Así, las que estaban se tecnificaron y aprendieron, al tiempo que desembarcaron muchos inversores que crearon bodegas nuevas. Todos entusiasmados con el Malbec en primer lugar, pero con el potencial y diversidad que ofrecía el vino argentino.

El vino blanco es más difícil de elaborar por tratarse sólo del jugo de uva, sin participación del hollejo
El vino blanco es más difícil de elaborar por tratarse sólo del jugo de uva, sin participación del hollejo

Así, el Torrontés; el único vino autóctono 100%; se hizo escuchar, porque los mercados pedían “la pareja del Malbec”. Sin embargo, sus intensidades y perfumes florales no son del gusto de todos, y así fue que los hacedores empezaron a poner foco en lo que realmente se podía llegar a vender. En tintos, el rey es el Cabernet Sauvignon, pero ahí no hay apuro porque el Malbec sigue en pleno auge, y la industria debe aprovechar su situación de privilegio. Hoy, la Argentina posee 50.000 hectáreas de dicho varietal, mientras que el segundo país (Francia; su cuna de origen) solo ostenta menos de 7.000. Esto significa que hay Malbec para rato.

Pero en blancos la cosa es diferente, porque el Torrontés, al ser una variedad aromática, nunca dejará de ser de nicho. Es decir que el negocio está por otro lado. Y ahí es donde hay que apostar fuerte por lo que más se consume en el mundo. Por eso, la mayoría de las bodegas, al pensar en su mejor exponente blanco, piensan en Chardonnay. A tal punto que muchos de ellos son más longevos que muchos de los mejores tintos argentinos, y también han obtenido 100 puntos por la crítica internacional como algunos Malbec de excepción.

Pero si el Chardonnay es la uva reina de las blancas es también por su plasticidad y adaptabilidad a diversos climas y terruños, dando en todos lados vinos muy atractivos de beber. Y eso es lo que se aprovechó muy bien en la Argentina, porque si bien el clima es más desértico, regulando el riego y la canopia, se pueden lograr vinos frescos con un carácter de frutas blancas y tropicales muy agradable, en las zonas más bajas. Y vinos más tensos, austeros y verticales en las regiones más altas y más frías.

El Chardonnay, la reina de las cepas blancas, sigue avanzando a pasos firmes (Getty)
El Chardonnay, la reina de las cepas blancas, sigue avanzando a pasos firmes (Getty)

Ante todo, es un varietal generoso que da blancos de buen volumen, frescura equilibrada y un carácter frutal que puede variar entre la manzana y la pera, hasta el durazno y la banana, con notas melosas y mantecosas si es que pasó buen tiempo en barricas de roble. Pero los más fáciles de beber son más expresivos que los más pretenciosos, y esto los hace más accesibles y agradables al primer trago.

Por otro lado, no son efusivos como el Torrontés o el Sauvignon Blanc, y es por ello que pueden ir muy bien en la mesa de todos los días con las comidas caseras; pollo al horno con papas, pastas con salsas a base de crema, filete de merluza con puré, tarta de atún o choclo, pollo con arroz, supremas con ensaladas, etc.

Su estilo tiene mucho que ver con el clima de su entorno, pero también con la búsqueda de los hacedores (iStock)
Su estilo tiene mucho que ver con el clima de su entorno, pero también con la búsqueda de los hacedores (iStock)

Un buen Chardonnay tiene que tener aromas intensos, pero no ser muy expresivo, de paladar amable, amplio, generoso y fresco, sin que ningún descriptor opaque al otro. Por eso es el blanco más elegido, porque gusta, pero no cansa.

Tres Chardonnay para enamorarse del vino blanco

1- Finca Las Moras Fair for Life Chardonnay 2020

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Bodega Finca Las Moras San Juan $1.540

Cuando la calidad está garantizada por el respaldo de la casa, la elección pasa por otro lado. Y es lo que pasa con este blanco de San Juan, porque a certificación de Comercio Justo (Fair Trade) está provocando un cambio de paradigma. Por eso cada vez son más los consumidores que buscan otros atributos en los vinos más allá del varietal. Este blanco es ideal para beber fresco, por su trago armónico y frutado. Puntos: 88

2- La Linda Chardonnay 2022

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Bodega Luigi Bosca, Mendoza $3.400

De la mano de la flamante enóloga María Belén Rodríguez se presentó la nueva imagen de toda la línea que incluye este Chardonnay moderno elaborado con uvas de Maipú y Luján de Cuyo. Es un blanco fresco y vivaz, de trago liviano con cierta tensión que resalta su costado más frutado. Tan fácil como agradable de beber solo o acompañando ensaladas verdes o sushi rolls. Puntos: 88,5

3- Fabre Montmayou Terruño Reserva Chardonnay 2021

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Fabre Montmayou, Tupungato, Valle de Uco $4.150

Desde hace varios años el hacedor uruguayo Juan Bruzzone se luce con los vinos de esta bodega argentina con alma francesa. Acá presenta la nueva cosecha de un Chardonnay clásico de altura, de aromas equilibrados. En boca es refrescante y amplio, con buen carácter de frutas blancas y trago ágil, propio de una cosecha fría. Beber entre 2023 y 2024. Puntos: 90

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