Hidratar, iluminar y renovar: rutinas caseras y tratamientos no invasivos para cuidar la piel antes del verano

La piel del rostro es el reflejo de nuestro estado de ánimo. Si luce opaca y poco hidratada dará la sensación de que la persona está agotada, débil, agobiada. Y si bien por más que luego de un año y casi ocho meses de pandemia lo esté, lo cierto es que en esta época del año, con restricciones que se relajan, pensar en el verano y los días de descanso es un buen aliciente para seguir adelante.

En tiempos en los que se relaja el uso del barbijo, que mantuvo la piel del rostro cubierta durante muchas horas al día desde el inicio de la pandemia, y con rutinas de cuidado y visitas al dermatólogo que seguramente no se siguieron al pie de la letra a causa de la emergencia sanitaria, bien vale recordar que como mayor órgano del cuerpo que es, la piel merece y necesita nuestra atención.

“Nuestra piel se ve constantemente expuesta a una serie de agresiones: cambios de temperatura, viento, exposición a los nocivos rayos del sol, utilización de productos químicos agresivos e irritantes, uso del barbijo, transpiración entre otros. Todo eso hace que pierda su elasticidad, tornándose áspera, tirante y frágil. Muchas veces puede adquirir un aspecto opaco y generar imperfecciones, como granitos o manchas”. El médico dermatólogo Christián Sánchez Saizar, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) comenzó a explicar a Infobae que “por esta razón, es aconsejable poner acento en la humectación de la piel y ayudarla a recuperarse de la exposición permanente a los efectos adversos”.

La piel deshidratada se vuelve opaca, poco flexible. “Estos factores externos alteran la apariencia y características de la piel, y en principio puede sentirse seca, con prurito, rugosa, tirante y finalmente descamarse. Si esto se repite se comenzarán a formar arrugas finas”, puntualizó el especialista, quien resaltó que “la piel cambia su textura y es debido a la pérdida de integridad de la barrera cutánea y por consiguiente mayor pérdida de agua”.

En este punto, para la médica dermatóloga Lilian Demarchi, “no existe un tratamiento mágico, lo importante es una combinación adecuada y rutinas de cuidado para una piel sana y luminosa”.

Demarchi subrayó que “hoy existen múltiples tratamientos, que sumados a una buena rutina en casa, permiten tratar y prevenir, y principalmente devolverle al rostro gran parte de la lozanía perdida durante la pandemia”. ¿La clave? Cuidarse todos los días con una rutina de acuerdo al tipo de piel y visitar al dermatólogo para cuidarla de acuerdo a cada época del año y etapa de la vida. “Sin duda la consulta con el especialista es clave, así como estar dispuestos a escuchar la evaluación y el diagnóstico, siempre sabiendo que no existen recetas únicas sino que cada persona necesita un tratamiento personalizado”.

Tres tratamientos para iluminar la piel en primavera

1- Fillers de ácido hialurónico

“En esta época del año y después de un año de mucho estrés, acercándose las fiestas con la posibilidad de reencontrarse con amigos, buscamos tratamientos que nos den un aspecto rejuvenecido y descansado al rostro”, apuntó la cirujana plástica especialista en estética Griselda Seleme.

Según ella, “esto se logra con los fillers o rellenos de ácido hialurónico”. “Hay que desterrar el concepto que asegura que estos rellenos solamente voluminizan; y saber que se usan para hidratar, dar luminosidad al rostro, delinear la línea mandibular, armonizar el contorno de la cara, corregir depresiones, borrar los signos del cansancio, la flacidez, y reparar irregularidades, entre otros beneficios -destacó Seleme-. Son tratamientos rápidos, con poco o casi ningún tiempo de recuperación y excelente tolerancia. Dan al rostro un efecto de rejuvenecimiento, embellecimiento natural, por eso son uno de los tratamientos más demandados en esta época del año”.

Para Raúl Banegas, médico cirujano plástico y miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica (Sacper), “a la hora de pensar en un tratamiento con fillers, el primer paso sin duda es la consulta: buscar y escuchar un especialista. Es imprescindible crear un vínculo de confianza, una conexión que permita la mejor experiencia para ambos. Muchas veces, una cosa es lo que el paciente quiere y otra, lo que el paciente realmente necesita”.

“Hoy los fillers se han convertido en aliados clave a la hora de potenciar la belleza. El secreto no es borrar todas las arrugas, sino recuperar un aspecto fresco y descansado con una mirada despejada. Es un tratamiento que se realiza en una sola sesión, en menos de una hora y sus resultados pueden durar de uno a dos años dependiendo de su densidad y la zona a tratar”, agregó.

2- Black Peel Láser

Según describió Sánchez Saizar, “se trata de un tratamiento ideal para realizar en primavera”. “Se trata de un peeling realizado con un láser, que comienza con la aplicación de una loción de carbono que es removida por la acción de la luz láser en lo que se denomina ‘efecto foto acústico’ y remueve la capa córnea o superficial, por eso la piel queda con mucha luminosidad”.

“Es un tratamiento que se realiza en una sola sesión y es ideal para cuando buscamos un shock con efecto glow para una fiesta o evento especial”, destacó.

3- Radiofrecuencia

“Es un tratamiento no invasivo, que se realiza en tan sólo una hora y en una sesión y se lo considera una herramienta clave para reactivar la producción de colágeno”, explicó Seleme, quien sostuvo: “Es un tratamiento que tensa la piel y mejora las arrugas o imperfecciones, perfila los rasgos faciales alrededor de los ojos, la mandíbula y la zona del cuello. Genera un efecto ‘frío-calor-frío’ que provoca la contracción del tejido y la remodelación del colágeno y de la elastina, sin dolor”.

Su efecto continúa actuando en los meses posteriores a la aplicación, y dura alrededor de dos años.

Rutinas de cuidado diario que se reflejan en la piel

Por fiaca o falta de tiempo, en la práctica ocurre que si bien es sabido lo necesaria que es una rutina diaria de limpieza y cuidado de la piel, lo cierto es que pocas mujeres la llevan a cabo con continuidad.

“Los beneficios inmediatos de un buen cuidado son una piel más suave, más luminosa, lozana y a largo plazo esa humectación adecuada primero evita el deterioro natural del envejecimiento y también crea un microclima favorable para que la piel mantenga cierta elasticidad favoreciendo la generación de fibras colágenos y elásticas”, resaltó Sánchez Saizar.

Para el médico dermatólogo Lucas Ponti, “es clave mirar las rutinas diarias, ya que si bien el envejecimiento de la piel depende de factores genéticos también dependen en gran medida del estilo de vida”. “Protegerse del sol y la contaminación, hacer ejercicio, llevar una alimentación equilibrada y variada, y dormir las horas necesarias cada día es esencial para una piel sana -destacó el especialista-. La pandemia nos desordenó, aumentamos el pedido del delivery, redujimos el ejercicio y muchas veces modificamos nuestras horas de descanso. Por más que usemos las mejores cremas si no modificamos nuestros hábitos nuestra piel seguirá estresada. Hoy es clave poder volver a poner foco en las rutinas que nos hacen bien”.

En ese sentido, Ponti destacó que “todos los hábitos influyen en la salud de la piel: comer saludable, madrugar, hacer ejercicio, dormir bien en tiempo y profundidad, sentirse bien”. El especialista subrayó “la importancia de comenzar a hacer más foco en cómo se está viviendo, ser conscientes de los hábitos y rutinas. Por supuesto que usar buenas cremas es un beneficio para la piel pero son los hábitos lo realmente la clave”.

Cremas hidratantes y humectantes, ¿son lo mismo?

Casi todos los productos tienen ambas funciones pero es importante conocer sus diferencias. Según destacó Sánchez Saizar, “las cremas hidratantes aportan agua a la piel especialmente en su capa media es decir dermis mientras que las cremas humectantes además fijan o mantienen la humedad de la misma”.

“Nos encontramos con dos productos que incorporan agua al estrato córneo y que además disminuyen la pérdida transdérmica de agua -apuntó-. Los principales son glicerina, urea, ácido hialurónico, pantenol o vitamina B5″.

Por último, Demarchi subrayó que “es clave entender que el mejor secreto anti age es la protección solar”. “El uso de protector solar los 365 días del año será la mejor manera de prevenir el envejecimiento prematuro y no olvidarse cuando nos levantamos hidratar la piel -puntualizó la dermatóloga-. Por la noche, lo recomendable es realizar una limpieza, quitarnos el maquillaje y recurrir a una crema anti age adecuada a cada tipo de piel. Esta crema es la más importante, ya que los principios activos van a actuar cuando la piel esté relajada por la noche”.

A todo esto, durante los meses de mayor radiación solar, se debe agregar los cuidados básicos, que consisten en:

- No exponerse al sol entre las 11 y las 16 horas

- Preferir siempre la sombra

- Usar un filtro solar con FPS mayor a 30

- Usar sombreros y anteojos de sol

- Organizar actividades al aire libre temprano en la mañana y luego de las 16

- Cubrir la piel con ropa de trama gruesa o que posea filtro solar

- Usar ropa adecuada, inclusive en los días nublados, ya que los rayos ultravioletas también dañan la piel, así como las radiaciones reflejadas en la arena, agua, cemento o nieve

- Cada vez que se realice actividad física al aire libre debe utilizarse protección solar que sea resistente a la transpiración

- Hidratarse correctamente, ya que durante la práctica deportiva se pierden muchos líquidos y con éstos, vitaminas y minerales

- El protector hay que renovarlo cada dos horas y luego de cada baño en la pileta o en el mar, así como luego de sudoración excesiva

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