Juana Viale, siempre en el centro de la escena y la controversia, dejó entrever este domingo en el programa Noche al Dente un episodio revelador de su adolescencia. En una charla que iba entre risas y guiños de complicidad, Fer Dente la sumergió en el juego “Yo nunca...”, y con solo un par de palabras, la actriz trajo de vuelta a la “Juana guerrera” que alguna vez fue.
La mecánica del juego era tan sencilla como entretenida: ambos estaban rodeados de globos y, cuando reconocían haber realizado alguna de las acciones mencionadas, debían reventar uno. Entonces llegó el turno del conductor, quien lanzó la provocativa frase: “Yo nunca me agarré a piñas...”. Apenas salió la frase de su boca, la invitada soltó una carcajada nostálgica.
El presentador, perspicaz, aprovechó la oportunidad y le preguntó con tono curioso: “¿A qué Juana nos vamos?”, respecto de qué parte de su pasado traía a su memoria, al aclarar también que en la obra de teatro de la que es figura destacada, hay varias versiones de una misma persona. “En la obra hay muchas Juanas, ¿en vos tambíen habitan muchas Juanas”, expresó.
Con una sonrisa cargada de ironía, ella respondió con sinceridad: “Era una Juana guerrera, muy adolescente, muy reaccionaria”. Era una versión suya que, según sus propias palabras, se defendía sin miedo y respondía con intensidad. Años atrás, en la pantalla argentina, había pronunciado la frase “¡¿No entendés lo que es basta?!”, que quedó grabada en la memoria colectiva. Sin embargo, aclaró, “era más joven, porque ahí tenía 17 años”, una puntualización que pintaba a una Juana todavía más explosiva e indomable.
Entonces, en un tono que fluctuaba entre la melancolía y la picardía, reveló el detonante de aquella pelea. “No me gustó lo que no me quisieron decir. No me lo quisieron decir a la cara y me pareció demasiado cobarde”, explicó, al sugerir que la ofensa no había sido la típica pelea adolescente, sino algo que había tocado su orgullo. Pero en un giro inesperado, como si quisiera darle una lección a la audiencia o incluso a sí misma, Juana agregó: “Pero no se hace, no hay que agarrarse a piñas. Hay que hacer el amor, puro amor”.
En la actualidad, Juana Viale se encuentra en el Teatro Regio siendo parte de Juana, una pieza teatral que combina un texto potente con danza contemporánea. Acompañada por cuatro bailarines y una escenografía que la lleva a realizar un esfuerzo físico durante una hora y veinte, la actriz elige subirse al escenario para interpretar a cinco mujeres icónicas de la historia: Juana de Arco, Juana La Loca, Sor Juana Inés de la Cruz, la Papisa Juana y Juana Doña bailan. Todas sufren, tiemblan y se endurecen en la piel de Juana, la auténtica, la que con esta representación intenta sacar a la luz a un ejemplo de mujer, en lugar de abarcar la biografía de cada una de ellas.
“Me saca de mi zona de confort”, aseguró en diálogo con Teleshow. “Yo creo que nada llega de casualidad”, agregó, luego, y se preparó para conversar durante unos largos minutos en los que se enfocó en su trabajo ambiental, en su vida como mamá de tres adolescentes, en el legado familiar, en sus varios trabajos como actriz y conductora y en la satisfacción que le da llevar a cabo sus propios proyectos.
“La verdad es que es una obra super física y conlleva su desgaste de energía. Pero estoy acompañada de cuatro bailarines increíbles. Creo que ya entramos como en ritmo y en calor. La disyuntiva que tenemos es si es texto con danza, o danza con texto. Es algo que nos preguntamos entre los cinco y yo creo que es como un mix. No podría decir que la danza está por arriba del texto, porque también tiene monólogos bastante potentes. Pero sí creo que la danza es una protagonista absoluta también”, detalló.