Un locutor mendocino fue condenado este lunes a prisión perpetua durante un juicio abreviado por el asesinato a puñaladas de sus suegros, ocurrido en junio de 2019 en Luján de Cuyo.
Se trata de Edgardo Humberto Montivero, de 52 años, quien se había desempeñado como locutor de la Municipalidad de Luján de Cuyo, donde era una personaje reconocido, y admitió ser el autor del doble crimen de los padres de su esposa, Francisco Enrique Rodríguez (69) y Raquel Gómez (71). El movimiento es sumamente llamativo: el recurso de juicio abreviado suele ser un acuerdo entre partes para lograr una admisión de culpa y acelerar el proceso. En el camino, el imputado negocia una pena menor, pero no la pena máxima.
Así, Montivero, según información de Télam, llegó a un acuerdo con la fiscalía de Homicidios, a través de la cual no consiguió, como suele suceder en estos casos, una reducción de la pena y el juez Diego Lusverti lo condenó por el robo agravado y homicidio criminis causa en dos hechos a la única pena posible para ese delito, que es la prisión perpetua.
El locutor oriundo de Luján de Cuyo, de acuerdo a su propia confesión, los habría asesinado tras robarles dinero -aproximadamente 4 mil pesos- para, presuntamente, pagar deudas que había contraído en un mal momento económico. Sus deudas, en todo caso, habrían sido en negro: su perfil comercial no revela cheques sin fondo impagos o saldos en rojo con tarjetas de crédito, bancos o entidades de microcrédito.
Los cuerpos de las víctimas fueron hallados la mañana del 7 de junio de 2019 en su vivienda ubicada en la localidad de Chacras de Coria, en Luján de Cuyo. La hija de las víctimas y Montivero llegaron a la propiedad temprano ese día y dieron aviso al 911. Cuando los efectivos llegaron a la escena, encontraron que los cuerpos de las víctimas presentaban heridas cortantes letales: el hombre tenía dos puntazos en el cuello y otro en la nuca, mientras que la mujer tenía un corte profundo en el cuello.
La hipótesis de un robo se descartó rápido: la puertas no estaban forzadas, la casa no estaba revuelta y no faltaban objetos de valor. Poco después y tras una serie de declaraciones contradictorias y luego de que ambos confesaran que habían movido los cuerpos, el fiscal Gustavo Pirrello apuntó la investigación hacia Montivero, que tiene tres hijos junto a la hija de sus víctimas.
Más adelante, su mujer fue desvinculada de la causa y quedó en libertad por falta de pruebas pero Montivero quedó definitivamente comprometido debido a que el geoposicionamiento de su celular lo ubicó en la vivienda de sus suegros la noche en que ocurrieron los homicidios durante al menos una hora y, además, gracias a que su sangre fue detectada en la escena del crimen.
En ese lugar, el hombre se había lastimado la mano en un presunto forcejeo con las víctimas, a pesar de que en un principio declaró que se había lastimado al romper una compotera mientras lavaba los platos, lo que generó dudas porque se trataba de un corte muy profundo. Por otra parte, bajo las uñas de su suegro, los investigadores encontraron material genético suyo, lo cual reforzó la teoría de un forcejeo y un intento de defensa por parte de la pareja.
Montivero, según informó la prensa local, era un personaje reconocido en Luján de Cuyo por sus trabajos en radios locales y en el área de prensa de la municipalidad por lo que era usual verlo en actos políticos, eventos deportivos y vendimias.
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