Usura, amenazas y "rompehuesos": cayó una banda que extorsionaba con préstamos "gota a gota"

Diez colombianos y un argentino quedaron detenidos. Buscaban a sus víctimas entre los más vulnerables y los "desangraban" con intereses impagables

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Tarjeta donde registraban los pagos
Tarjeta donde registraban los pagos

La modalidad de estafa "gota a gota", que selecciona a sus víctimas entre los más vulnerables (aquellos, por ejemplo, que no puede acceder a un crédito bancario porque no califican por los requisitos), sigue creciendo en la Argentina.

El lunes pasado once integrantes de una de esas organizaciones fueron detenidos por Gendarmería Nacional. La fuerza federal actuó bajo la instrucción del juez en lo penal económico Pablo Yadarola; con el apoyo y coordinación de la Dirección Nacional de Investigaciones, organismo bajo la órbita del ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich.

Diez de los apresados son de nacionalidad colombiana, el restante argentino. La mayoría de los extranjeros ingresaron de manera irregular al país. Con documentación falsa, bajo otra identidad, o cruzando por pasos fronterizos clandestinos. En su país contaban con antecedentes penales.
Según pudo saber Infobae, la Dirección de Migraciones, y a instancias del juez, solicitará en los próximos días, la extradición de los delincuentes.

La banda mafiosa operaba en la Ciudad de Buenos Aires, pero había extendido su telaraña en los partidos bonaerenses de Zárate y San Miguel. En los allanamientos se secuestró $215.955, 3.000 pesos colombianos, 5.000 guaraníes y 107 dólares.

Algunos comprobantes datan de 2012
Algunos comprobantes datan de 2012

Pero lo más importantes es que por primera vez la justicia incautó miles de transacciones y comprobantes –algunos de ellos del año 2012- utilizados por los estafadores para cobrar los préstamos usurarios, y más tarde lavar el dinero, y otro tipo de facturas, como de venta de electrodomésticos, ya que esa es la fachada para cazar a los clientes más necesitados.

En la parte superior de los rústicos talonarios dónde asentaban los importes abonados por los incautos clientes, y con un sello de color rojo se destacaba la fecha del pago, se puede leer, por ejemplo "artesanías colombianas".

Los préstamos son en efectivo. Se otorgan en menos de dos horas, no se solicitan requisitos, tampoco, al menos de forma verbal, se aclara la tasa de interés a abonar, y la manera de pago, que comienza siendo mensual y termina semanal.

Ante el apuro y la necesidad de los hombres y mujeres que caen en sus manos, los usureros colombianos no advierten que terminarán devolviendo a los prestamistas hasta quinientas veces más que el dinero solicitado.

Cuando las víctimas no pueden seguir pagando, porque están ahogados económicamente, los "rompehuesos", contratados por las redes corruptas, los visitan en sus hogares o en los pequeños comercios que armaron con los préstamos. Los encuentros no son para tomar café. Los mafiosos amenazan incluso con asesinar a sus hijos o padres.

Once personas fueron detenidas
Once personas fueron detenidas

Si la coacción no resultó, la segunda tertulia es menos amena aún. En este caso, son dos los amedrentadores. Uno, el que conduce la moto, se queda en la vereda; el cómplice ahorra palabras, golpea a la víctima. Se registraron casos en que el agredido perdió piezas dentales, sufrió la fractura de costillas o la quebradura de un brazo.

En algunos casos no llegan a cruzar palabras. Desde el vehículo de dos ruedas, disparan contra la fachada de la casa o comercio.

El salvajismo es tal que en Tartagal, en la provincia de Salta, Dalma, una joven de apenas 20 años, se ahorcó en su domicilio porque estaba amenazada por los prestamista. Dejó huérfanos a dos niños.

Catalina, su madre, denunció públicamente el 29 de mayo pasado que usureros colombianos le habían prestado 15.000 pesos bajo condiciones que Dalma podía afrontar. Sin embargo, de buenas a primeras, cambiaron las condiciones, el interés de la tasa se quintuplicó y los pagos ya no serían cada treinta días, sino cada siete.

La abuela de las dos criaturas, llorando de impotencia, le dijo al diario El Tribuno que Dalma tomó la dramática decisión porque "estaba desesperada por las constantes amenazas de los colombianos que amenazaron con matar a sus hijos si no pagaba".

Los préstamos para comprar muebles son utilizados para las estafas
Los préstamos para comprar muebles son utilizados para las estafas

Las víctimas caen en estas redes, que comenzaron en el NOA, pero que ya se extienden a todo el país a través de comercios y ventas callejeras de muebles que se ofrecen en muchas cuotas y sin ningún tipo de garantía. Detrás de la carnada de las mesas y sillas de pino, aparecerá el ofrecimiento de los supuestos préstamos acomodados a las necesidades de cada cliente.
Semanas más tarde emergerá la verdad de la forma más cruel.

"Gota a gota" en América

Después de la desarticulación de la nueva banda del "gota a gota", que de a poco va desangrando a los estafados, según su explicación de origen (Colombia), la ministra Bullrich, rememoró ante Infobae la razón por la cual sus pesquisas, entre ellos Martín Laborde, el coordinador de Investigaciones de Delitos Económicos, pusieron el foco en esta modalidad delictiva de Colombia que primero se expandió a México y ahora flagela a países como Venezuela, Guatemala, Uruguay, Perú, Chile, Bolivia Honduras, Panamá y Brasil.

Bullrich precisó que al año de asumir su cargo, un grupo de investigadores de la Policía Nacional de Colombia llegó a nuestro país para entrevistarse con ella y su equipo. Sin rodeos, los detectives detallaron, con gráficos y fotos, que el narcotráfico y el lavado de activos había cambiado en su país y en los grandes carteles, que habían dejado de funcionar en la década de los 90.

Talonarios de préstamos “gota a gota” secuestrados
Talonarios de préstamos “gota a gota” secuestrados

Los criminales, claro está, no buscaron trabajo formal a través de los clasificados de los diarios, sino que habían tomado rumbo hacia un sistema nuevo, que trabajaba con el micro lavado y el micro tráfico de dinero negro a partir de una modalidad, hasta ese momento desconocida, o no investigada en el país, llamada "gota a gota".

"En conjunto con Colombia, Argentina se ha puesto a la vanguardia en la lucha contra el 'gota a gota', que tiene como objetivo atacar a personas vulnerables y blanquea el dinero para el narcotráfico", dijo la ministra. Y agregó: "Después de entender el modus operandi, llegamos a la desarticulación total de la banda criminal integrada por estos diez colombianos".

Esta organización, como la salteña que también cayó después de cobrarse la vida de Dalma –era de menor complejidad- también le ofrecía a personas de bajos recursos de CABA, Zárate y San Miguel préstamos de dinero rápidos sin garantías y a devolver en pequeñas cuotas con altísimos intereses que terminaban cobrando a través de la intimidación y amenazas.

Según pudo saber Infobae, a través de Eugenio Burzaco, el Secretario de Seguridad de la Nación, estos préstamos de altísimas tasas generan un sistema de lavado de activos que se envía hacia Colombia mediante correos privados en la zona de frontera.

Así funciona el negocio

Los trabajos de inteligencia tanto en Argentina como en México y Colombia establecieron que el "negocio", que muy posiblemente terminará tributando a alguna banda narco, comienza con los "volanteros", que se encargan de repartir las tarjetas, ofreciendo los créditos sin garantías.
De la red también forma parte el denominado "administrador". Él se encarga de recibir las llamadas y por lo general atiende personalmente al cliente.

Los "cobradores", que como los "rompehuesos" también suelen desplazarse en motos, se encargan de recaudar lo adeudado más los intereses.

Los "jefes de seguridad" están a cargo del sistema de cobranzas bajo presión cuando alguna de las víctimas no puede pagar la deuda contraída. Su especialidad: las amenazas y la violencia armada.

En los últimos allanamientos, en la Ciudad de Buenos Aires, pero también en San Miguel y Zárate, Gendarmería también secuestró municiones para armas .9mm y marihuana, siete motos similares a las que las víctimas describieron como las utilizadas por los "rompehuesos" o "jefes de seguridad" para trasladarse y amedrentarlos.

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