Las principales conclusiones de las jornadas pedagógicas en los Liceos Militares y los argumentos para rechazar el plan de reforma del gobierno

Finalizaron los encuentros virtuales de los nueve liceos militares del país en los que se discutieron las bases del “Plan Pedagógico 2030” formulado por el Ministerio de Defensa. Se mantienen las diferencias de fondo entre la propuesta del gobierno nacional y la visión de las comunidades educativas

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Una postal del Liceo Militar General San Martín. Actualmente operan nueve liceos en ocho ciudades distintas donde se forma a más de 7.000 jóvenes, desde cadetes a educación inicial
Una postal del Liceo Militar General San Martín. Actualmente operan nueve liceos en ocho ciudades distintas donde se forma a más de 7.000 jóvenes, desde cadetes a educación inicial

Profundizar la formación militar en los liceos y no desnaturalizar su esencia es la conclusión medular que brotó de manera unánime de los encuentros pedagógicos que entablaron los nueve liceos militares, navales y aeronáuticos del país. Entre abril, mayo y junio, la comunidad educativa de cada instituto, integrada por autoridades, profesores, padres, cadetes, gremios y ex cadetes, discutió a lo largo de seis reuniones el plan de renovación educativa conocido como “Plan Pedagógico 2030” formulado por el Ministerio de Defensa de la Nación.

Debatieron sobre la reforma de la educación militar, la necesidad de una adecuación de la currícula a los tiempos modernos. De los encuentros virtuales, nutridos por al menos veinte integrantes, no hubo participación de representantes de ministerio. Las posiciones son encontradas: las diferencias de base se mantienen. Los distintos actores de la comunidad educativa militar -autoridades, presidentes de asociaciones de ex cadetes y egresados con predominancia en la sociedad civil- sostuvieron que las modificaciones propuestas “intentan socavar la esencia militar, desalentar la formación de nuevos oficiales y desarticular la presencia de los graduados en el ámbito público”.

Suscriben, desde el interior de la familia educativa militar, que las sospechas de cambios fomentados desde las oficinas del ministerio terminarían desnaturalizando la fisonomía, las enseñanzas y los propósitos de estos institutos. Hablan de una maniobra de desmilitarización de la población, amén de un sesgo ideológico, y temen que se termine convirtiendo en una escuela técnica que poco tendrá que ver con la formación tradicional de un liceo militar.

El director nacional de Formación del Ministerio de Defensa, Sergio Eissa, afirmó: “Los Liceos no se van a cerrar y no hay ningún plan oculto que se desprenda de esta resolución. En ningún caso se va a modificar la esencia"
El director nacional de Formación del Ministerio de Defensa, Sergio Eissa, afirmó: “Los Liceos no se van a cerrar y no hay ningún plan oculto que se desprenda de esta resolución. En ningún caso se va a modificar la esencia"

Sus reparos y objeciones al plan de reforma presentado en la resolución 255/2020 dictada el miércoles 5 de agosto de 2020 son: la incorporación de los nueve Liceos Militares a la órbita de la Universidad de la Defensa Nacional, un organismo dependiente del Ministerio de Defensa, la desafectación del concepto de reservistas y la suspensión de las prácticas de tiro tradicionales. Ante estas posiciones enfrentadas, el Ministerio de Defensa convocó a Jornadas Pedagógicas con el objetivo de darle voz a la comunidad educativa. Las conclusiones elevadas, sin embargo, no son vinculantes. Se presume que a finales de julio, las autoridades presentarán la resolución definitiva.

El documento presentado por los liceos incluye las visiones sobre diez temas específicos: el plan de estudios, la instrucción militar, el uso de armas, la formación de reservas, el régimen de disciplina y convivencia, el centro de estudiantes, el régimen de cursada, las relaciones interpersonales e institucionales, el financiamiento y la relación con la Universidad Nacional de la Defensa (Undef).

En relación al plan de estudios, expresaron que sería necesario intensificar la enseñanza del idioma inglés, una materia que permanece limitada por falta de tiempo y recursos. “Otro aspecto en el cual hemos hecho hincapié es en la intensificación de la enseñanza de matemáticas, física, química, computación, robótica, etc., sin descuidar el necesario conocimiento del idioma castellano, la comprensión de textos y la literatura, elementos básicos de la formación del individuo”, manifestaron en el escrito.

La nueva reglamentación también afectará a los colegios secundarios Dámaso Centeno y Centro de Instrucción de Aeronavegantes y Técnicos Aeronáuticos del Instituto Nacional de Aviación Civil (Maximiliano Luna)
La nueva reglamentación también afectará a los colegios secundarios Dámaso Centeno y Centro de Instrucción de Aeronavegantes y Técnicos Aeronáuticos del Instituto Nacional de Aviación Civil (Maximiliano Luna)

La Instrucción Militar -aseveraron- es el objetivo básico generador de los liceos militares para la formación de oficiales de la reserva: “Sin esta orientación no tendría sentido su existencia por lo que no puede ser puesta en duda”. Pidieron que la modalidad sea ajustada a la edad de los cadetes y que los principales defensores de esta posición son los padres, que eligen llevar a sus hijos a los liceos estrictamente para que reciban una enseñanza militar.

“Los cadetes de los Liceos pertenecientes a 1º y 2º año de los Liceos Militares solamente podrán recibir conocimientos teóricos sobre el uso de armas, mientras que los de 3º año y superiores de los Liceos Militares realizarán práctica de tiro en simuladores”, define el artículo 7 de la norma. Es un punto en conflicto. La comunidad educativa considera que es “una actividad imprescindible de la formación militar de los cadetes”. Afirmaron que los argumentos que pretenden limitar esta actividad por un supuesto respeto a la Convención de los Derechos del Niño son falaces y que el uso eventual de simuladores de tiro no son apropiados y son prohibitivos desde un punto de vista presupuestario por el costo de los instrumentos.

El artículo 6 de la legislación habla de la formación de los oficiales de reservas: “Los egresados de los Liceos Militares pasarán a integrar la reserva como establecen las Leyes Nº 24.429, 24.948 y 19.101 y sus modificatorias, permaneciendo fuera del servicio activo, en el grado que ya otorga la Fuerza, cuando su aptitud e instrucción militar satisfagan las competencias exigidas para cada caso, sin responsabilidad operacional alguna hasta tanto se aprueba la Ley de Reserva”. La nueva disposición define que el carácter de los reservistas quedará suspendido y condicionado hasta la promulgación de la Ley de Reserva, aún en formulación y sin plazo de regulación. En contraposición, desde el seno de los liceos exigieron que “el oficial de reserva debe estar en condiciones, después de su graduación, de integrar las Reservas Activas si la Fuerza lo requiere”.

Asimismo, rechazaron la idea de incorporar los liceos a la órbita de la Universidad de la Defensa Nacional. En la actualidad, los institutos dependen de las áreas de educación de cada fuerza militar. En el plan de reforma, quedaría bajo el ala del Ministerio de Defensa. Argumentaron: “Por sus características, es dependiente del poder político, por lo que -a diferencia de las auténticas universidades- no es independiente, autónoma ni plural en sus propuestas ideológicas. La Universidad de la Defensa no elige a sus autoridades ni a sus consejos directivos, ya que son nombrados por el Poder Ejecutivo”. “La gran mayoría de los integrantes de las comunidades educativas opinan que los liceos militares deben continuar siendo orgánicos de la Dirección de Educación de la Fuerza Armada correspondiente”, concluyeron.

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