Pasadas las 6.30 del miércoles, un grupo de trabajadores despedidos comenzó a agolparse en la subida del Puente Pueyrredón -desde la avenida Mitre, en Avellaneda-, en protesta por el cierre intempestivo (sin aviso previo) de una empresa de baterías de la localidad de Burzaco.
Los 35 trabajadores de la compañía Ran-Bat convocaron a todos los despedidos de las empresas Coca Cola, Latam, Canale, Línea 165, Cresta Roja y Siam a sumarse al reclamo que se inició temprano junto a organizaciones políticas de izquierda. Cerca de las 9 de la mañana se levantó la manifestación.
La Prefectura Nacional y efectivos de Gendarmería desplegaron un importante operativo policial para evitar que los manifestantes suban al puente e instalaron la "supervalla", el dispositivo antipiquete del Ministerio de Seguridad desarrollado en China que fue utilizado en los operativos de seguridad durante el G20.
A pesar de que la protesta quedó abajo del puente, el camino en sentido a Capital Federal desde esa subida quedó totalmente cortado y el tránsito era desviado hacia la subida de la avenida Hipólito Yrigoyen, por donde se pudo transitar en ambos sentidos sin inconvenientes. Desde la Ciudad de Buenos Aires, la bajada hacia la Avenida Mitre también estuvo siempre habilitada.
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