Aborto en Corea del Sur: un fallo histórico a favor de las mujeres y ¿una vía posible para la Argentina?

En abril, el Tribunal Constitucional del país asiático determinó que la ley que criminaliza a quienes abortan es inconstitucional y obligó al Poder Legislativo a actualizar la norma, que tiene más de seis décadas de antigüedad, antes de que termine 2020. En Seúl, Infobae entrevistó a una de las abogadas detrás del proceso, quien señaló que la decisión judicial es un verdadero hito para el pueblo coreano. La palabra del Ministerio de Igualdad de Género y Familia surcoreano

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Un grupo de jóvenes coreanas celebra en Seúl el fallo que obliga a la Asamblea Nacional a actualizar la ley que criminaliza a las mujeres que abortan (AFP)
Un grupo de jóvenes coreanas celebra en Seúl el fallo que obliga a la Asamblea Nacional a actualizar la ley que criminaliza a las mujeres que abortan (AFP)

El tema está latente por todas partes: mientras que en los Estados Unidos en los últimos meses se pudo observar una suerte de ola anti-aborto con cambios en las legislaciones de algunos distritos, en la Argentina la cuestión del aborto se metió inevitablemente en la campaña presidencial y, pese a la poca actividad legislativa de los últimos meses y a que volvió a presentarse el proyecto de ley para la Interrupción Voluntaria del Embarazo, los principales candidatos se ven en la obligación de responder sobre el tema.

En otras latitudes, donde a priori parecía difícil un cambio de sentido por la antigüedad de sus leyes y el arraigo cultural de algunas tradiciones, se producen cambios que buscan por lo menos evitar la criminalización de las mujeres que abortan, algo a lo que apuntan algunos sectores en la Argentina. Tal es el caso de Corea del Sur, donde en abril pasado el Tribunal Constitucional, mediante un fallo histórico, determinó que la ley que criminaliza a quienes abortan va contra la Ley Magna y debe ser actualizada por la Asamblea Nacional (es decir, el Poder Legislativo) antes de que termine 2020.

Las mujeres se manifestaron por sus derechos en las calles de Seúl y celebraron el fallo en abril pasado (AFP)
Las mujeres se manifestaron por sus derechos en las calles de Seúl y celebraron el fallo en abril pasado (AFP)

La noticia se vio reflejada en los grandes medios del mundo que hablaron de un "hito" en materia judicial para el gigante asiático, que, según describieron, era "uno de los últimos países desarrollados que seguía criminalizando a las mujeres que abortaban salvo pocas excepciones, como los casos de violación o cuando la salud de la gestante se encontrara en severo riesgo".

"La prohibición del aborto limita los derechos de las mujeres para elegir sus propios destinos, al tiempo que viola su derecho a la salud al limitar el acceso a procedimientos seguros y a tiempo", señaló el veredicto del tribunal encargado de determinar la inconstitucionalidad de la vieja norma, vigente desde 1953.

"Los embriones dependen completamente del cuerpo de las mujeres para su supervivencia y desarrollo, por lo que no se puede concluir que sean entes separados e independientes", agregó en sus argumentaciones.

En las puertas del tribunal, en el centro de Seúl, miles de mujeres se manifestaron entonces para celebrar la histórica medida.

El Tribunal Constitucional le dio plazo a la Asamblea Nacional hasta fines de 2020 para actualizar la legislación (AFP)
El Tribunal Constitucional le dio plazo a la Asamblea Nacional hasta fines de 2020 para actualizar la legislación (AFP)

"Antes de la decisión del tribunal, la ley coreana prohibía la mayoría de los abortos. Excepto, por supuesto, los embarazos no deseados dentro de las 24 semanas causados por ataques sexuales, violaciones intrafamiliares, problemas genéticos en el feto o algunos factores que pusieran en riesgo la salud para la mujer. En esos casos se permitía el aborto pero incluso con esas causales las mujeres no podían ir libremente a solicitar el aborto", explica a Infobae en su oficina de Seúl la abogada Soojung Kim, una de las mayores expertas surcoreanas en el tema y una de las profesionales que estuvo detrás del reciente fallo.

"En esos casos, necesitaban el consentimiento de sus 'cónyuges', según indicaba la ley. Si ellos daban su consentimiento, ellas podían tener el procedimiento. Pero si ellos no estaban de acuerdo, ellas no podían hacer nada. Eso implicaba una aplicación muy limitada de los derechos de las mujeres. Y eso es claramente violatorio de los derechos humanos", apunta la experta.

Soojung Kim es una de las abogadas coreanas más importantes e impulsora, junto a un grupo de colegas, del reciente fallo
Soojung Kim es una de las abogadas coreanas más importantes e impulsora, junto a un grupo de colegas, del reciente fallo

–¿Y qué pasaba si estas mujeres no tenían un cónyuge o esposo que les diera el consentimiento?

-(Risas) Es que exactamente había un punto muy irónico en la vieja legislación. Porque si la mujer no estaba casada, no podía obtener ningún consentimiento. Así que ese punto es el que siempre señalamos como una violación a los derechos humanos. Llegamos incluso a reírnos y a hacer bromas en este sentido: ¿qué pasa si no obtenemos el permiso de la persona que nos atacó sexualmente para poder abortar? Ocurría que el concepto de "cónyuge" no era muy claro allí. Porque "cónyuge" podía ser el padre biológico producto de una violación o el esposo legal. Se daban con frecuencia este tipo de situaciones bastante irónicas.

–¿Qué pasaba con las mujeres que abortaban? ¿Qué penas podían llegar a enfrentar antes del reciente fallo?

–Había situaciones muy particulares. En el pasado, 20 o 30 años atrás, regía la ley que prohibía el aborto pero, irónicamente, desde el Estado se promovía de alguna manera porque en esos tiempos la densidad demográfica coreana era muy alta. Entonces, de manera solapada, se hacían giras por algunos pueblos y ciudades y había funcionarios que llegaban hasta a chequear hasta el período menstrual de las mujeres. Después controlaban esos períodos y hasta promovían el aborto porque la población era muy grande. En ese tiempo pasado nuestras madres pensaban que el aborto no era una cuestión para sentirse culpables.

–Hasta que cambió la tendencia.

–Claro. La densidad poblacional cambió con los años y ahora estamos enfrentando bajas cifras en términos de nacimiento y fertilidad. Entonces las políticas públicas han cambiado y los fetos pasaron a ser importantes. Se estimula entonces a la población a que tenga más hijos y la ley del aborto llegó a ser un tema candente en nuestra sociedad. De acuerdo a la ley antigua, el castigo para la mujer que se procura su propio aborto mediante el uso de drogas u otro tipo de medios, podía alcanzar una pena de cárcel de alrededor de un año o una multa de menos de 2 mil dólares.

La decisión del Tribunal llegó a partir de la apelación de un médico que había sido condenado en 2013 por practicar un aborto (AFP)
La decisión del Tribunal llegó a partir de la apelación de un médico que había sido condenado en 2013 por practicar un aborto (AFP)

–¿Se las juzga frecuentemente?

–Son pocas las que terminan procesadas porque ocurre que el aborto no puede ser informado públicamente: casi ninguna mujer se anima a decir abiertamente "me hice un aborto". A veces se conocen casos durante un juicio de divorcio, donde las ex parejas denuncian a esas mujeres ante algún tipo de instancia pública. Se trata más que nada de una especie de herramienta de venganza. Pero más allá de esto, el aborto sigue siendo un gran riesgo para las mujeres en estas condiciones. En sociedades como estas se ve perjudicada la imagen social de la mujer y hay efectos colaterales en cuestiones médicas. Mientras el aborto es ilegal, ellas tienen que enfrentarse a abortos de manera clandestina. Esto cuesta un montón de dinero y no hay certezas sobre la calidad de esos procedimientos. Así que algunas mujeres pueden llegar a morir durante esos procedimientos o tener consecuencias en su salud.

Uno de los aspectos salientes de la reciente decisión judicial tiene que ver con su origen. Según detalló la abogada, el pedido de revisión de la antigua normativa se dio por parte de un profesional de la salud, que en 2013 había sido juzgado por practicar un aborto con el consentimiento de una mujer. De hecho, fueron varios los médicos que se manifestaron en las calles de la capital surcoreana para pedir que se revisara la antigua ley.

–¿Qué decía la ley sobre los médicos?

–Ellos podrían ser castigados también con la antigua ley y podían llegar a prohibirles seguir trabajando. De hecho, la reciente decisión del tribunal comenzó con una demanda presentada por un médico condenado por practicar un aborto. En 2012 ya lo había intentado una partera y en esta ocasión fue un médico. En el caso de las mujeres que abortan, ellas tienen miedo de revelar lo que hicieron o exhibir sus casos en las esfera pública. Yo he tenido casos de clientas mujeres con este tipo de casos a las que les he sugerido presentarse ante el Tribunal. Pero ellas decían que de ninguna manera querían que sus casos se hicieran públicos por la condena social que podría implicar. A los médicos, en cambio, no les importa que esto se conozca públicamente y por eso activamente apelan al tribunal.

Para la abogada, el aborto no puede tratarse como “una cuestión meramente privada”
Para la abogada, el aborto no puede tratarse como “una cuestión meramente privada”

–¿Usted asesoró a este médico que consiguió la sentencia?

–Yo no fui la abogada de este médico. Pero leí en los medios sobre el tema y me contacté con él porque consideré que este caso era muy importante para los derechos de las mujeres y los derechos humanos en general. Así que fuimos siete las abogadas mujeres las que nos acercamos a este profesional y le dimos nuestro apoyo. Creo que se trata de un caso de cierta acumulación social de problemas que se empezaron a discutir. Nuestras activistas y distintos grupos de mujeres por sus derechos han puesto en circulación algo de información y datos relacionados con el aborto. Y tratamos de encontrar oportunidades para apelar y poner el tema en debate en los tribunales. Durante mucho tiempo los grupos llamados "pro-vida" argumentaron que la vida del feto era muy importante y que había que mantener la prohibición del aborto. Pero eso era absurdo porque incluso con la prohibición se llevaban adelante abortos de todas maneras en Corea. Se trataba de una ley ineficaz. Pero claro, todavía hay gente que todavía está de acuerdo con la prohibición. Hay que destacar, sin embargo, que lo que ocurrió en abril no es un triunfo del Tribunal sino que es un triunfo de los grupos de mujeres, de las mujeres que luchan por sus derechos.

–¿El fallo señala algo en particular sobre los derechos de las mujeres en su argumentación?

–El aborto supo ser considerado una cuestión privada en Corea pero nosotras nos enfocamos en que no lo es. Las mujeres que deben enfrentarse ante estas situaciones se ven en dificultades serias. En nuestra defensa comentamos esto y creo que el tribunal estuvo de acuerdo en este punto con nosotras. En Corea, en el aspecto legal, siempre la vida es prioridad antes que nada. Por eso los llamados "pro-vida" estuvieron por delante de aquellos "pro-choice". Sin embargo, nosotros destacamos que no se trata de un enfrentamiento entre bandos, entre "pro-vida" y "pro-choice". Se trata de un asunto más amplio que debe pensarse como algo holístico en relación con la vida de las mujeres.

En la Argentina, el debate sobre el aborto se conviritió en uno de los temas de la campaña presidencial y hay algunos sectores que pretenden que, como primera instancia, las mujeres que abortan no sean criminalizadas (Franco Fafasuli)
En la Argentina, el debate sobre el aborto se conviritió en uno de los temas de la campaña presidencial y hay algunos sectores que pretenden que, como primera instancia, las mujeres que abortan no sean criminalizadas (Franco Fafasuli)

–¿Cómo reaccionó la sociedad coreana al fallo?

–En general la sociedad recibió bien la noticia. Hay, por supuesto, algunas dudas sobre el proceso legislativo que se viene a partir de ahora. Puede llegar a haber muchas discusiones sobre el tema. Sin embargo, en su mayoría los coreanos le dieron la bienvenida a este fallo. En definitiva, esta decisión es buena para las mujeres y la protección de sus derechos.

Un Ministerio por la equidad

Luego de pasar por distintas etapas en su organización interna, desde 2001 Corea del Sur cuenta con un Ministerio de Igualdad de Género, que en 2005 se convirtió en Ministerio de Igualdad de Género y Familia. Desde esa cartera, a cargo desde 2018 de la abogada y política de larga carrera Jin Sun-mee, le detallaron a Infobae por escrito que luego de la decisión del Tribunal Constitucional, "el gobierno respeta el fallo" y tiene como intención, junto a distintos ministerios, "implementar sin demoras medidas sobre el asunto".

"En este sentido, distintos ministerios planean cooperar analizando el propósito de la decisión del tribunal y analizando legislación de otros países sobre el tema", aseguraron y agregaron: "Para estar ajustados a la nueva situación, ya se están implementando distintos procedimientos para recolectar opiniones de distintos sectores de la sociedad, con el fin de enmendar la ley".

En mayo, las activistas Bianca Cameron-Schwiesow, Kari Crowe, Allie Curlette y Margeaux Hartline, vestidas como las protagonistas de “El cuento de la criada”, protestaron frente al legislativo de Alabama, Estados Unidos, tras la aprobación de una ley que establece una prohibición casi total del aborto (Reuters)
En mayo, las activistas Bianca Cameron-Schwiesow, Kari Crowe, Allie Curlette y Margeaux Hartline, vestidas como las protagonistas de “El cuento de la criada”, protestaron frente al legislativo de Alabama, Estados Unidos, tras la aprobación de una ley que establece una prohibición casi total del aborto (Reuters)

Desde el Ministerio, además informaron que "la mayoría del pueblo coreano está a favor de abolir la prohibición del aborto" por lo que se puede presumir que "muchos miembros de la sociedad estén de acuerdo con que se considere inconstitucional la vieja reglamentación".

Según cifras proporcionadas por esa cartera, de acuerdo a una encuesta realizada el 10 de abril, el día que se dio a conocer el fallo, el 58,3% de los encuestados señaló que la prohibición del aborto debía "ser abolida". En tanto, el 30, 4 señaló que la ley debía mantenerse tal como estaba.

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